44- YiLing Laozu (Segunda Parte)

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Desde joven Lan WangJi había aprendido que, tomando en cuenta la energía del resentimiento, un cadáver ira en busca de su último deseo. Ya sea por venganza o para proteger a su familia, como aquella mujer ghoul que había exorcizado. Prima en la conciencia, o lo que queda de ella, su último pensamiento. "Wei Ying fue su último pensamiento, ¿por qué?" Lan WangJi apretó los puños. Wei WuXian habló:

- ¡¿Wen Ning?!

Sosteniendo a WangJi en su mano izquierda, el joven Lan guardó silencio, observando como Wei WuXian se acercara a Wen Ning. En el suelo, aquel cuerpo sin vida, pero aun poseedor de un alma, luchó por levantar la cabeza. Cuando abrió los ojos, dos pupilas negras resplandecieron levemente cuando recibieron el tenue brillo que dejaba atrás el crepúsculo. Abrió la boca y continuó llamando:

- ...Joven... ¿Amo Wei...?

Las palabras salieron bajas y rasposas, como si la garganta no pudiera manejarlas. Y la realidad es que no debería. No existía registro de un cadáver feroz como Wen Ning, ni se podía concebir la idea de una existencia antinatural. Ninguno ghoul, bestia, cadáver o monstruo debería poder hablar; pues todos ellos eran el resultado de la energía resentida que los mantenía en la tierra de los vivos. ¡Wen Ning, era una creación sin precedentes! Wen Qing fue la primera en arrojarse hacia él, gritando:

- ¡A-Ning!

Ambos cayeron hacia atrás por la fuerza. Wen Qing tiró de su hermano menor para abrazarlo. Estaba llorando, pero a la vez no paraba de reír. Wen Ning habló:

- Jie... Jie...

- ¡Soy yo! ¡Soy tu jiejie! ¡A-Ning! ¡A-Ning! ¡A-Ning!

Hace un momento, la vida de todos los cultivadores Wen corría peligro, pero una vez que Wen Ning recobró la conciencia, todos comenzaron a vitorear, abrazándose entre ellos. Wei WuXian se acercó a los hermanos, se agachó y preguntó:

- ¿Cómo te sientes?

- Yo-yo... - Wen Ning tartamudeó un poco - ... Quiero llorar, pero no puedo. ¿Qué pasa?

- Lo recuerdas, ¿verdad? – Wei WuXian puso la mano sobre su hombro – Estas muerto.

Wei WuXian suspiró. "Lograste lo imposible" pensó el joven Lan que también se había acercado al pequeño grupo. Nunca antes había visto a alguien alterar el curso de la energía e ir en contra de la ética y la moral. "Cuando lo escuché por primera vez, pensé que solo estabas bromeando. Pero ahora, trabajaste sobre tus ideas y superaste a todos aquellos cultivadores oscuros del pasado" Lan WangJi sintió miedo "¿Cuánto más expondrás tu vida?"

Mientras Wen Ning consolaba a su hermana en un abrazo, más y más personas se acercaban para saludar a Wei WuXian y Lan WangJi, mostrando su gratitud de manera respetuosa. Luego, se unían a los hermanos y la celebración de la familia. Wei WuXian se giró:

- Lan Zhan – Lan WangJi lo miró – Ya que estás aquí de todas formas, ¿por qué no pasas a sentarte?

Wei WuXian mostraba un cansancio que era inusual y su rostro estaba pálido, lo que provocaba que el hilo escarlata en las comisuras de sus labios resaltara aún más. Lan WangJi lo siguió en silencio mientras subían por la montaña. En la sima, las ráfagas heladas estaban cargadas de miasma, y la vegetación se volvía cada vez más escasa. Cuando salieron del bosque, la enorme entrada a una cueva apareció ante sus ojos y un frío viento los rodeó. Cuando el joven Lan levantó la mirada, se encontró con un trozo de madera inclinado en la entrada, inscripto con caracteres poco convencionales. Al leerlos, preguntó:

- ¿La Cueva Destruye Demonios?

- Así es. A mí se me ocurrió el nombre. ¿Qué tal está?

"Es malo. Un nombre habla de quien lo porta y de quien se lo ha dado" pensó, pero prefirió guardar silencio. No quiso confrontar por ello a Wei WuXian, quien seguía acercándose a la entrada con lentitud, diciendo:

El Amante del Cultivador [En Emisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora