El accidente que cambio mi vida (corregida) ✔

capitulo 30: mejores momentos

Nathalia pov's

8 am suena la alarma, me levanto con dolor en mi cuerpo, Daniela estaba dormida, saqué ropa del armario y fui al baño. Al entrar me di cuenta que tenía un hematoma debajo del ojo y en la mejilla, me bañe, me cambié y salí. Ella seguía igual, así que bajé e hice el desayuno, algo normal.

—Buen día —dijo abrazando mi cintura por detrás.

- hola-dije volteando

—Amor, tu ojo—dijo preocupada.

—Estoy bien, hoy viene André, voy a ir a terminar unos exámenes para la cirugía.

-bien-

-no te pongas así, vamos ver una peli aun esta temprano-dije

—Está bien —dijo sonriendo.

Subimos de nuevo, puse una película, me costé su pecho mientras acariciaba su vientre y ella mi cabello.

—Te juro que te cuidaré siempre, bebe—le dije a su barriguita.

-¿que haces?

—Nada—dije algo apenada.

—Es tu hijo o hija, así que consiéntelo —dijo.

Le di un beso. —Ahora consintamos a mi otro amor— dije besando toda su cara 

—Ya mucho—dijo riendo—tienes que maquillarte eso.

—No, nunca lo hago, me pongo unos lentes.

-okey-

—Ya me voy, amor.

-bien, te amo

Yo a ti—deje un beso en sus labios—Adiós, bebe—dije dándole un beso en su vientre. Cojo mis gafas, bajo las escaleras.

—Te amamos—gritó desde arriba.

—Yo a ustedes, grité y salí de la casa.

Me fui directo al hospital. Al llegar su madre se había quedado anoche, ambas dormían, así que decidí esperar un poco. Me di cuenta de que Addison tenía al peluche abrazado, lo que formó una sonrisa y Addi se despertó.

-hola-dije

—Hola—se estiró—¿por qué tienes gafas?

—nada en especial— sabían que soy pésima mentirosa.

—Sí, claro, quítate las gafas —dijo.

—No, no quería que me viera así.

-Nath-dijo 

—Okey—dije quitándome las gafas.

—NATH, DIOS, QUÉ PASO—dijo gritando y su madre se despertó.

-que paso—Se paró alarmada.

-nada mam...-

—Doc, qué pasó —dijo interrumpiendo a Addison.

—Ayer fuimos a un restaurante y en otra mesa había un señor; cuando nos besamos con Daniela, se paró furioso y empezó a gritar cosas, pero ofendió a Daniela y le pegó y luego él a mí.

—Lo demandaste —dijo su madre.

No, solo me pidieron mi declaración.

—¿Y Daniela está bien? —preguntó Addison y me sorprendió.

—Sí, por su bien no se entrometió.

—Iré a desayunar, ahora vuelvo —dijo su madre y se fue.

—Bien, voy a conseguir una silla, ya vuelvo.