Capítulo 19: La que escribe.

1K 162 152
                                    

.Horas después.

—África, lo lamento... —El silencio del otro lado la impacientó. Yelehen hizo un puchero acomodando todo dentro de su bolso con una mano—. Soy una idiota, que te ama mucho y que va a cambiar por ti, nena. Solo por ti —Escuchó un ruido extraño del otro lado, sonrió. África estaba intentando no reírse. Así que siguió haciendo su papel de bad boy arrepentido—. Es que, cuando era un niño, me dijeron nunca nadie iba a amarme, que estaba tan roto por dentro que no valía la pena ¿Pero sabes que, África? Cuando tu llegaste, curaste todas mis cicatrices –Esperó a que ella interviniera, pero no hubo nada, así que continuó— me salvaste de mí mismo, me ayudaste a dejar mi oscuro pasado atrás... así que por favor, por favor sé mi nena.

África estalló en una carcajada: —Sé mi nena...—Repitió entre una risa histérica— dijiste sé mi nena...—Suspiró calmándose— te faltó la parte de los demonios internos, un bad boy siempre tiene demonios internos.

—Cierto, perdón, nena. Tengo demonios internos y eso me vuelve un desastre... pero soy tu desastre.

—Ay ya basta, siento que vuelvo a tener dieciséis y estoy en el cine suspirando por Luggio Cavanni.

—Oh... lo recuerdo, el italiano que estaba en todas las pelis juveniles ¿Qué será de él?

—Creo que terminó en rehabilitación por alcoholismo.

Yelehen chasqueó la lengua, recordando al ídolo adolecente.

—Típico de actores famoso –luego hizo una pausa, volviéndose seria— África, de verdad lo siento.

—Yo también lamento haberte presionado tanto. Solo quiero que seas feliz, Yel.

—Lo se...—Suspiró, colocándose su bolso— estoy saliendo de la oficina ¿Hacemos una videollamada cuando llegue a casa? Tengo que contarte muchas cosas. Mi día fue horrible sin ti.

—Aw, mi niña cursi de telenovela.

—Vete a la mierda.

—Mi día también fue malo sin ti...—Admitió— tengo asustado a Zach –Yelehen se rio— ¿Vas a darme algún adelanto? ¿Cómo fue todo con el contrato?

—Ah, bien. Todo eso bien, es solo que... em... me cruce a Bran en la Forlant.

—Dios, no, el bueno para nada volvió –Yelehen se rio—, dime que lo ignoraste.

—Nop.

— ¡Yelehen!

—Oh tranquila, no es como que va a volver a pasar nada ente nosotros... No entiendo porque lo odias tanto, no es como si el tipo me importara.

—Cualquier persona que te haga daño es mi enemigo. Además, siempre me cayó mal, no vas a volverlo a ver entonces.

—Bueno...

— ¡Yelehen Walsreet!

—Solo una charla, estaba todo misterioso diciendo que teníamos que hablar de algo más. Soy curiosa e impaciente, lo sabes.

África murmuró una queja que Yelehen no pudo entender: —Te dejo un par de horas sola y mira lo que haces.

—Es tu culpa, eso te pasa por aflojar mi correa –Su teléfono sonó— espera...—Puso la llamada en segundo plano mientras leía el nuevo mensaje— Es él, me está esperando.

— ¿Qué?¿van a tener una cita?

Chitó: —Claro que no, solo me llevará a casa, te dije que mi auto seguía en reparación. Además ya mencioné que cuando llegue a casa hablamos bien de todo ¿Te parece?

Dobles intencionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora