Capítulo 40: La mente de un artista.

710 130 88
                                    

.Más tarde.

—Tenemos que sacarnos una foto para Lizbeth... —Dijo Ashia sacando su celular, Yelehen observó a Gina unos pasos más adelante, en la recepción, entregando los patines. Harlen abrazó a su hermana y ambos se sacaron una selfie— Ahora una con Yelehen –Ashia estiró un brazo y sonrió emocionada, Yelehen se acercó. No iba a admitirlo en voz alta, pero era reconfortante saber que la familia de Harlen procuraba hacerla sentir parte de todo—. Quiero poner celosa a Liz.

Harlen se rio y explicó: —Lizbeth ama patinar sobre hielo.

—Me arrastra con ella a cada torneo de patinaje –Murmuró Ashia con fastidio, luego sonrió—. Pero no es solo por eso...—Le dio una rápida mirada a su hermano—. Si no también porque estoy con su crush.

— ¿Su crush? –Repitió Yel ante la mirada llena de intención que Ashia le dio. Harlen rodeó los ojos.

—Alexa y Ashia dicen que Lizbeth tiene un flechazo por ti.

—Pero si tú la viste, viste como le brillaban los ojitos –Ashia discutió, mientras caminaban hacia la salida, Gina se unió a ellos.

—Bueno, al menos me alegra saber que ya tengo a una de tus hermanas ganadas... —dio un empujón juguetón a Harlen— dos más y eres mío.

—Ah, a mi también ya me tienes ganada... —Ashia sonó tímida, Yelehen la observó y entonces ella siguió— Harlen me dijo que... Tú elegiste la tela que use para mi vestido de hoy, te lo agradezco, presentarse con dos del mismo color... Y la misma tela, hubiese sido un error.

— ¿En serio? ¿La roja? –asintió— no sabía que ibas a usarla para el concurso ¿Puedo ver que hiciste con ella? en cuanto lo vi quede enamorada del color –pareció buscar las fotos en su celular, y cuando se lo mostró, Yelehen quedo impresionada— Oh, Ashia, es hermoso.

— ¡Lo sé! Al principio iba a hacerlo de negro, para hacerlo más clásico... —Hizo zoom en los detalles del vestido—. Pero cuando Harlen mandó esa foto de este rojo... Me gustó mucho más la idea. Ya me parecía raro que Harlen lo hiciera por su cuenta, no tiene ojo para eso.

— ¡Yo le dije lo mismo!

—No hablen como si yo no estuviera –Se quejó Harlen, pero ambas lo ignoraron.

De hecho, Ashia siguió mostrándole más fotos del vestido desde distintos ángulos, incluso los bocetos del diseño y la manera en la que lo fue confeccionando. Descubrió entonces, que Ashia había estado trabajando desde principio de año en ellos, dedicándole horas y horas de su vida. Se sentó a su lado en el auto para seguir escuchándola, porque en aquel momento, mientras Ashia hablaba con detalle de aquello que le apasionaba, Yelehen sintió una profunda conexión con ella.

Se recordaba así misma con esa emoción contándole a su madre los detalles de una nueva historia, la trama, el conflicto, el rol que cumpliría cada personaje, ni siquiera necesitaba que el otro hablara, solo quería ser escuchada. Sacarlo de su sistema porque la pasión era tan grande que la desbordaba.

A un artista le encanta hablar de su obra, le guste admitirlo o no. así que Yelehen la escuchó, y dejó que la artista hablara.

.Más tarde.

Sonrió escuchando las historias de Gina, estaba hablando sobre las vacaciones que la familia pasaba en esa casa cuando se quedaban en Ivy Soul. Sentados en la mesa del comedor, apenas habían terminado de cenar cuando el teléfono de Harlen sonó: —Disculpen, es importante –se levantó frunciendo el ceño, al menos antes de alejarse por el pasillo, le dio una mirada a su madre— y mamá, por favor no sigas con esa historia.

Dobles intencionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora