Capítulo 51: Los "Para siempre".

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.Por la tarde.

Había estado llamando a Harlen incansablemente desde que dejó la casa de Hanns, y habló con África, por supuesto.

Pero él nunca la atendió, y aunque no lo culpaba, Yelehen estaba comenzando a impacientarse, sabía que lo había arruinado, su capacidad para no dejar las cosas estar la llevó a ese problema, pero tenía un plan de cómo arreglar todo.

No lo pensó demasiado antes de conducir hasta su casa. Harlen no podía desaparecer así, tendría que lidiar con ella. O al menos eso se dijo al llegar, el problema fue que él no estaba ahí...

Dio vueltas por la casa, buscando alguna luz encendida, incluso llegó a pensar que estaba fingiendo que no estaba para evitarla. Pero cuando se convenció de que Harlen no estaba ahí, se paró en la entrada pensando en que hacer a continuación ¿Dónde diablos estaba?

Volvió a su auto y, aunque no quería recurrir a eso, le envió un par de mensajes a Ashia preguntándole si, de casualidad, sabía adonde estaba su hermano.

Su respuesta no se hizo esperar, y en cuanto la leyó, sintió que tenía que correr.

Ashia contestó que Harlen estaba en el aeropuerto, por tomar un vuelo a DaxtonVille.

Hizo un último intento de llamarlo, justo antes de enviar un mensaje que decía:

Por favor no cruces los controles, espérame.

África se reiría cuando supiera que estaba haciendo una carrera directa hasta al aeropuerto, como si aquello fuese una típica comedia romántica. Incluso ella encontraba graciosa la situación, solo que el miedo de Harlen ya se hubiese marchado, o que no le importara su mensaje, hicieron que su risa saliera deforme.

Y en el camino, solo podía pensar en lo que le diría cuando lo tuviera en frente. Las cosas habían salido tan mal entre ellos, pero sabía que podía arreglarlo...

Él lo había dicho, juntos lo resolverían...

Llegó al aeropuerto y buscó. Lo buscó por la sala de espera mirando en los carteles con los próximos vuelos a DaxtonVille, y en ningún momento dejó de llamarlo.

Fue ridículo todo lo que se tardó en encontrarlo, en las películas normalmente no llevaba tanto tiempo...

Lo vio parado al lado de uno de los ventanales que daban hacia la pista, parecía estar viendo como despegaban los aviones.

— ¡Harlen! —Llegó hasta él corriendo, intentó recuperar el aire cuando estuvo a unos pasos de él, unas pocas personas estaban sentadas en los asientos cercanos, la miraron pero Yelehen los ignoró por completo, su atención estaba en Harlen, y aunque él no le sonrió, ella sí lo hizo— Gracias a dios, viste mi mensaje...

— ¿Qué haces aquí? —Parecía igual de molesto que esa mañana— y si, lo vi, pero la única razón por la que no crucé los controles es porque mi vuelo se retrasó.

—Harlen no te puedes ir, tienes que escucharme por favor... —se acercó a él, su corazón aun latía rápido por lo mucho que había corrido por los alrededores buscándolo, tuvo que hacer una pausa recuperando el aire.

Harlen frunció aún más el ceño: — ¿Qué otra cosa esperas que haga? Creí que te lo había dejado claro, mi empresa me necesita... —la observó un momento, aun llevaba puesto el vestido blanco— ¿Renunciaste al puesto?

Negó, le había dicho en uno de los mensajes que había visitado a Hanns, pero Harlen no contestó nada, así que creyó que no le importaba. Ahora, sus ojos se encendían llenos de indignación por su respuesta: — ¿Vas a aceptar el puesto aun con lo del video? ¿A ese extremo vas a llegar?

Dobles intencionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora