Demonio de Fuego [Fargexby] Omegaverse

08: La Bestia y el Albo

+18

Alexby

Abro los ojos para admirar aquella piel aperlada y ojos brillantes en lima quedando enzima mío, levantó mis manos para tocar ese pecho desnudo, mi precioso alfa de cabellos negros mueve su cuerpo un poco para unirnos en sacro pecado terrenal, entonces el perla se convierte en moreno y aquellos ojos brillantes de ilusión se vuelven penetrantes orbes de oro tóxico. Aquel miembro que antes era versátil y recíproco se convirtió en uno dominante y posesivo entró de una sola creando lo santo en destrozó, gemí de dolor por el desgarro interno que el cafre me provocó.

Perdí mi poco equilibrio mental estrellándose en mis laberintos, fragmentándome, mis respiraciones se volvieron profundas y rápidas, en mi cabeza la imagen de mi antiguo alfa se mezclaba con el infame, aquella ves donde el héroe puro se arrodillo con el pequeño aro dorado en mano se perdió y náufrago aquella promesa antes de poder saborear la tierra. Lágrimas se escaparon de mi mirada al ver el rostro de mi pequeña niña perdida en brazos. Grite de dolor al sentir la trampilla dentada en plata abrirse de golpe liberando mi carne inmunda.

No entiendo que pasa.

Con cada escenario mi mente se volvía negra, me era imposible saber cuál de todas mis escenas era fidedignas y en el presente, vi aquella bestia meter sus garras en mi herida abierta, me quejé por lo alto y alcé el brazo con mis uñas negras de fuera dispuesto a arrancarle un ojo de un solo tirón. Pero esto me fue imposible pues una segunda persona me tomo los brazos y sostuvo con fuerza, el sufrimiento intenso me devolvió a mis grietas de alma, "Hasta que la muerte nos separe" nunca esa frase me había sonado tan literal.

Un beso en mi mejilla me fue dado con sentimiento más puro entre los hombres, me acaricio y dejándome pasar mis manos por aquella espalda sublime, pasa sus labios rosados por mi oreja jugueteando y besando esa zona, roza sus carnosos pliegues por mi piel hasta llegar a mi cuello y de nueva cuenta aquel que era mi futuro soñado se volvió en la parda muerte, mi piel se vio rota bajo esas enormes navajas blancas que se incrustaron perfectamente en mi generando el suplicio característico de la marca, arañe aquella ahora impura espalda desesperado por liberarme de su firma imposible de borrar sobre mi virgen lienzo claro.

Volví a gemir doloso del desgarro interno que la bestia me producía, mi cuerpo se tensó tanto que presentí que mi estómago se tragaría a sí mismo del nudo que se había formado. Antes de poder hacer algo el aroma del acto prenso mi nariz dejándome caer en las garras lujuriosas de mi captor.

Si tan solo pudiese volver al pasado, si pudiera, volvería al tiempo donde todo me fue perfecto.

Willy