Demonio de Fuego [Fargexby] Omegaverse

38: Cansancio

Willy

Cabalgaba suavemente sobre los lomos de aquel equino, veía la amplia espalda de mi alfa.

Cuando escuché su aullido llamándome no pude evitar correr en su dirección, sabía que de no aparecer las consecuencias serían desagradables para mí y para todo karmaland.

Antes de retirarme de aquella fortaleza en forma de craneo, el líder de esa antigua hermandad sustuvo mi brazo.

– cuando necesites de tu armadura, estara en tu guarida mi señor–

Aparte mi brazo molesto.

Algo no estaba bien en todo esto.

Sentía el olor de la sangre, un perfume oscuro rodeaba a mi alfa.

Cuando me presente delante, no me dirigió la palabra, dejó su mirada siniestra destrozarme el alma antes de indicarme montar a caballo con una seña con su cabeza.

Y ahora estaba ahí, siendo consumido por la tensión provocada por el líder.

La nieve caía sobre nuestros hombros, el viento soplaba aquella canción de ultratumba, el manto blanco forjaba su peso sobre el cuerpo de mi pareja y caía suave entre sus seguidores. Pero a mi, en mis hombros se generaba la capa blanca de la naturaleza y en mi cabeza se forjaba una corona de hielo perdida.

Me mantenía firme sobre aquel equino, solemne, no podía mostrar la mínima debilidad pero tampoco podía dejarme llevar y portar un reto contra mi alfa, pues el olor que cargaba no sólo era su furia, también llevaba enzima el olor de un amigo, pues junto a su tono de alfa un sutil aroma a cigarrillo viejo se asomaba, el olor de su sangre omega.

¿Qué rayos hisiste enmedio de la ira Vegetta?

No estoy en posición de preguntarle, ya no soy el jerarca.

A pocos metros de cruzar en aquel camino el umbral entre lo desconocido y nuestro poblado Vegetta empezó a meserce suavemente y el olor amargo a cansancio y enfermedad le cubrió cómo si de un embrujo se tratara.

No pude decir nada, solo se que por la posición de su cuerpo y ese suave movimiento mi alfa lleva demaciado tiempo sin un solo decanso.

¿Cuando fue la última vez que dormiste?¿Cuánto tiempo estuve fuera?

Un grito nos sobresalto a todos, un sonido áspero y errarico, algo no proporcionado por nadie que puede hacerse llamar hombre, el dolor de un monstruo personificado en sonido, el rugir de las penurias hicieron que el andar de los equino se volviera impredecible teniendo que controlar hasta el más educado de aquellos caballos.