Demonio de Fuego [Fargexby] Omegaverse

30: El pasado

Lolito

Años atras

– !cazador distráelo! – ordenó mi líder al galope de los caballos.

El viento golpeó mi traje negro, gire mi vista observando la figura del caballero blanco que nos seguía de cerca. El hombre decapito sin problemas a una de las nuestras y al tener un animal como ese nos alcanzaría sin problema.

Pero yo nunca tuve miedo a la muerte, y eso mi líder lo sabía, mi yegua relincho asustada cuando tire de su arnés pera que diera la vuelta.

Siempre supe que tarde o temprano mi líder me ordenaría una misión suicida, pero nunca imagine que sería contra un solo hombre.

Me gire y la larga espada de mi oponente fue directo a mi ojo derecho, dirigiendo la afilada punta entre los huecos de mi yelmo.

Apenas pude mover la cabeza y mi cuerpo hacía atrás evadiendo la mordida mortal de aquella punta de metal, el desbalance de mi cuerpo sobre el caballo fue tan abrumadora que caí de espaldas sobre el lodo y la nieve perdiendo el yelmo en el proceso.

El hombre de experimentada arma siguió el galope aún en búsqueda de aniquilar al pequeño grupo de mi manada creyendo que me había dado muerte.

Abrí la ballesta que siempre llevó conmigo y en un rápido movimiento apunte al hombre.

Cualquier inepto apuntaría a la espalda de su enemigo, pero siempre se olvidan que también llevan armadura en esa parte, lo mejor es disparar al caballo y con algo de suerte el caballero se torcer a él cuello al caer o al ser aplastado por su propio corcel.

Y así lo hize, dos disparos certeros y seguidos contra el animal fueron suficientes para desembocarle y hacer que tumbara a su jinete.

Estas muerto, no te levantes, estás muerto, no te levantes, moriste por la caída, no te levantes, y como signo de mi próxima e eminente muerte el blanco caballero se levantó.

Dispare otro par de mortales flechas, esta vez directo contra el hombre que se me aproximaba. Haciendo uso de su escudo evitó mis letales proyectiles hasta que estuvo lo suficientemente cerca.

– ¿que creen que hacen en mis territorios? – hablo el hombre mientras seguía con su postura amenazante.

– llenar nuestros bolsillos de dinero que haremos con el sangre pura que aquí habita – le provoque, mientras más tiempo lo distraía más oportunidad le daba a la manada de escapar.