Demonio de Fuego [Fargexby] Omegaverse

22: Los Primeros Héroes

Alexby

Quizás era mala idea permitir que el hombre fuera detrás mío, con cada paso que daba entre aquel extraño camino subterráneo sentía la eminente amenaza que la bestia me causaba.

Aunque sabía que mi miedo no era más que mero instinto, si me quisiera muerto o de cena ya estaría más que en el otro mundo.

No daba con la respuesta correcta, el hombre no me lastimaba, era como si se asegurará de mantenerme dócil a su persona, pero, tampoco me buscaba de esa otra forma que yo pensaba, de quererme para crías la noche anterior me habría montado.

Por no decir que me coloco el extraño collar, pasó mis dedos tocando el grueso cuero que rodea mi cuello, he escuchado en algunas culturas las omega usan el collar para evitar ser mordidas por algún desdichado. Tampoco tiene sentido, si me quiere como pareja lo primero haría sería marcarme, pero ahora está cosa se lo impediría.

- ¿te lastima? - me saco de mis pensamientos.

- no, sólo que nunca e usado uno antes - mentí.

- si esta muy apretado dímelo, puedo desajustarlo un poco -

- te dije que estoy bien - gruñí molesto.

- eres un gruñón - ¿tu crees? Mejor ya no le respondí. - ¿cómo está tu pierna? -

- de puta madre - rengueaba un poco, ya no dolía como los primeros días de mi herida platina pero mi movilidad estaba siendo afectada.

- Talvez debería cargarte - se acercó a mí dispuesto ha hacer aquello que me dijo.

- Ni se te ocurra, yo puedo solo, he tenido días peores -

- peor que tener la amenaza de perder una pierda, donde casi mueres por el frío y teniendo a un asesino detrás tuyo, ah, casi lo olvidaba, perdido enmedio de un bosque que quiere matarte desde que pusiste un pie dentro, seguro, es algo fácil de superar -

El silencio se volvió público entusiasta del hombre, parecía orgulloso de tener la razón frente a sus palabras.

El largo pasadizo parecía no tener fondo, sabía que no era una cueva natural por las piedras perfectamente cortadas que se alcanzaban a divisar momentáneamente entre la tierra y el musgo. La luz amarillenta y rojiza de la antorcha me permitían ver lo suficiente para no resbalar en la fría piedra, a su vez el fuego en la misma daba una sensación agradable de calor.

Mi mente me jugo contra mía, pues recordé las caricias, los besos y... Lo demás que el hombre había hecho sobre mi para salvarme ante él clima, me sonrojo con la idea, si no me hubiera desmayado en ese momento mi habría unido al hombre de una forma... Trague saliva con la idea, me había entregado a él y este me aceptó.

Acoso ¿empezaba a sentir algo? ¿Porque?

- Fargan, ayer, tu... - ¿sentiste lo mismo? No tengo el valor de preguntar.