Willy
Suspire profundamente, mis cuerpo esta apoyado en mis manos las cuales usan un mueble como base para no caer.
Levantó mi vista quedando frente a frente al espejo, en aquel reflejo noto mi cansado rostro, largar cicatrices recorren uno de mis ojos, el cual está prácticamente ciego, otras profundas pero más cortas heridas antiguas recorren todo mi rostro dando lujo de detalles sobre guerras pasadas.
Estaba soñando, ese que me devolvía la mirada en aquella vieja superficie pulida era similar a mi pero no igual, en sus ojos podía ver los rastros de un asesino.
En su grisácea cabellera llevaba una gran corona de plata con mil piedras preciosas en tonos rojos y blancos.
No estaba en mi habitación, el lugar estaba lleno de colores oscuros y carmines, pocos verdes se asomaban luchando por un poco de atención en aquel elegante lugar.
Mi ser portaba una armadura ligera de tonos negros junto a una gruesa capa roja, mi apariencia sin duda era la de un rey que escondía su corazón bajo el metal oscuro, posicionando la experiencia y audacia frente al fantasioso sentimiento romantizado.
Quise hablar, quería comunicarme con ese espejismo de mi que mi mente se había inventado, intentaba conocerás sobre ese rey que a su corta edad se veía tan acabado, pero no podía, sería imposible conversar con esa imitación mía. Una copia de mi ser la cual parecía haber librado mil batallas y cientos de guerras, un hombre que tenía el semblante de un verdugo sin gobernante ni leyes.
– deberías dejar de pensar aunque sea un momento en la guerra su alteza – una voz habló, conocía ese tono pero no podía distinguir de dónde.
Me gire, o más bien, mi suplente se giro, dejándome ver aquella figura recargado en el marco de una puerta antigua de madera. Aquel hombre no dejaba ver su rostro, pues la luz que entraba por la puerta le daba en contra de su figura, volviéndose una gran mancha negra producto de la iluminación. Lo único que podía distinguir era que al igual que yo portaba una armadura. Pero esta era de tonos más brillantes que la mía.
El lugar grande y lúgubre tenía un aspecto antiguo. Pero todo se veía en un extraño buen estado, como si el tiempo simplemente se había congelado sobre los objetos.
– A ti no te enseñaron que no puedes irrumpir en la habitación de la realeza a menos que te llamen o bien sea una emergencia – hable, mi voz salió cansada, rasposa por años de discursos y palabrería en la mesa de mis guerras. ¿Como sabía cuando empezó a fallarme la voz? Supongo que es cosa de sueños.
– Mi reina, solo quería saber que su bienestar estaba intacto, estamos en la peor etapa que la historia de la vida a visto, no sería de extrañar que los enemigos mandes asesinos por su cabeza – intento explicarse aquel hombre de voz conocida.
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Demonio de Fuego [Fargexby] Omegaverse
Fiksi PenggemarUn extraño alfa llegó a karmaland, el poderío del mismo no se hizo esperar, aterrorizado a todo el poblado, ni el más ferdiente guerrero amatista quería provocar a esa problemática bestia. Alexby el omega que habitaba en las montañas quedaría comple...