16.Amistad y apuestas

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Terminamos el rico desayuno que Hina nos había preparado. Se veía nerviosa y ansiosa por algo pero no sabía el que. Jin dijo que tenía que hablar un momento a solas con mi niño y yo me quede a solas con mi amiga.

- Pillina... ¿qué tienes en la cabeza? - dije cruzandome de brazos frente a ella y sonriendo maliciosamente.

- Jin. Jin está en mi cabeza. Esta buenísimo Celes... no se cuanto aguantaré sin acercarme demasiado a él.

- ¡Lanzada!... Yo con Jimin voy bien... creo.

- ¿Qué paso con él ahi arriba?

Me pensé la respuesta. Yo no era tan atrevida como ella, pero lo que hicimos era de locos. Opté por contarle la verdad.

- ¿Y eso es demasiado para ti?- dijo- apuesto a que no le ves sin camiseta, sin ayuda de Jin claro, antes de que yo acabe con Jin en la cama.

- Apuesta aceptada - contesté.

Estaba cansada de que se creyera que yo no podía hacer nada y que ella era la que destacaba... se iba a enterar. Sonreímos y apretamos las manos. Nadie sabía que nos jugabamos, pero alguna acabaría mal.

Jin y Jimin regresaron. Jimin me miró nervioso y algo avergonzado. Yo también le miré. ¿Le iba a utilizar para ganar a la subnormalita de Hina? Yo le quería... pero apenas nos conociamos. Era puro amor físico, aunque se había portado muy bien conmigo. Quería conocerle más y entonces aprobar mi completo enamoramiento hacia él.

*** 6 P.M ***

- Tengo hambre - saltó Jin mientras veíamos Roommate, un programa donde unían a famosos en una casa y les grababan mientras convivían. Me recordaba bastante a nosotros.

- Toca merienda rica - Dijo Hina - ¿por qué no haces algo Celestia? Eres buena en la cocina.

- Vale - dije y salí en dirección a la cocina.

- Yo voy con ella - oí desde el salón.

Me giré y encontré para mi sorpresa a un chico. Jin.

- Esto... ¿tú?

- Si bueno, a mi también se me da bien la cocina y apenas hemos hablado. Se me ocurrió que era una buena idea estar contigo un rato.

Llegamos y empezamos a hacer unas galletas bastante rápidas que encontramos en un viejo libro de recetas de Hina. Una época quería ser Top Chef pero lo dejó rápido.

- Jimin siente algo por ti - dijo en medio de la preparación - pero no sabe el qué. Deberías conoceros mejor. Esta noche, aprovecha y hablar a solas. Hina y yo tenemos planes.

Había matado 30 pájaros de un tiro. El chaval era increíblemente listo.

- Vale ¡gracias por ayudarme!

- De nada pequeñita - dijo echandome harina a la cara.

- ¡Oye! ¡GUERRA DE HARINA!

A los tres minutos habíamos gastado medio bote y parecíamos fantasmas.

- Esto me recuerda cuando iba a casa de mi abuela. Hacíamos galletas y me contaba cuentos para no tener miedo a los fantasmas.

- Yo tenía miedo a las marionetas. Es perturbador que se muevan con una mano dentro.

Era muy gracioso él. Acabamos hablando de nuestra loca infancia hasta que acabaron de cocinarse las galletitas.

Las llevamos al salón donde Hina y Jimin parecía que también habían hablado.

Cuando se hizo más tarde cenamos unos cuantos fideos chinos ya hechos y Jin e Hina se fueron. No se hacia donde peeo lo que importaba era que estaba a solas con ChimChim y podíamos hablar de cualquier cosa.

Hurracane {BTS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora