Hurracane {BTS}

18.Sing Star

Hina se fue por que estaba "muy cansada". Nos sentamos en el sofá y Jimin me cogió la mano. Jin se quedo mirandonos.

- Que mono eres Jimin - dijo Jin - bueno creo que aqui sobro...

- Si, adiós - dijo Jimin.

- Bueno Jimin no seas malo con él, pero si quieres Jin... ¿por qué no vad con Hina? - propuse.

- Vale... adiós amor, adiós Jimin - soltó Jin provocando. Que idiota es.

Se fue y Jimin me miró. Parecía serio y sorprendido.

- ¿Qué mierdas dice este? ¿Amor? ¿¡Qué habéis hecho en la cocina!?

- Dejalo, es medio bobo ... creía que lo conocías desde hace 8 años - gracias a Jin por ese dato.

- Tú con esa edad amabas el heavy metal... - supuse que se lo contó Hina.

Conocíamos mucho del otro por los demás. Me sentí mal por ello y empezamos a hablar sobre gustos. Averigüe que nació en Busan, tenía un hermano, que no lo demostraba pero ser bajito le afectaba moralmente al igusl que su aguda voz, pero que cantaba muy bien. Me moría de ganar por oirle. Entonces se me ocurrió una gran idea.

- ¿Jugamos al Sing Star? - propuse.

- Vale ... quiero un dueto ¿eh?

Me agaché para encender la wii negra que me regalaron mis primos. Cuando me di la vuelta Jimin estaba mirando a mi... ejem... culo. Se dio cuenta de que le estaba viendo y desvío la vista. Estaba rojísimo y adorable a la vez. Me senté y empecé a jugar. En una de mis canciones favoritas, mientras disfrutaba de la preciosa voz de Jimin. En una de estas me motivé tanto que le tire una Coca-Cola por encima sin querer.

- Lo siento lo siento lo siento... si pudiera ayudarte- dije frotando su camistena con mi manga.

- Espera.

Me apartó delicadamente y se quitó la camiseta. Estaba muy pero que muy bueno.

- Ahora si - dijo cogiéndose por la cintura y me acercó a él. Estabamos tan cerca que nos besamos. Nos sentamos en el sofá, yo encima de él y nos seguimos besando. Estabamos demasiado calientes como para parar en ese momento.

- Jimin - dije entre beso y beso.

- ¿Qué? - Contesto jadeando.

- Te quiero... ha... hazme tuya... - intenté decir entre caricia y beso. Fue la intensidad del momento y estaba completamente colada por él.

Iba a ganar a Hina, e iba a ganar al chico perfecto.

- ¿Estas segura? - dijo Jimin preocupado.

- Por supuesto - contesté.

Seguimos besandonos y empezó a sacarme la camisa. Poco a poco sentí sus dedos tocando delicadamente mi espalda descubierta y yo seguía con su cuerpo de modelo.

Entonces sentí sus manos intentando desabrocharme el sostén y yo le ayude. Sonrió picaramente y siguió besandome. En ese momento ocurrió algo que no nos imaginábamos...