10.Sorpresas

97 4 1
                                    

Nos fuimos todos a ponernos el pijama. Llegué a mi habitación, me tumbé en la cama y miré a Hina.

- ¿No es increíble? Ese chico es preciosisimo - dije con la mirada perdida en el techo.

- La pequeñaja se enamoro - me agarraba de la cara como si yo tuviera dos años, y en realidad solo me sacaba uno.

- Si si ¡SI! Estoy loca por él. Me encanta y nos lo habéis hecho pasar taaan mal. Malditos, ya os lo devolvere.

- Hahaha sigue soñando pequeña, bueno me voy a vestir.

Cogí mi pijama de Stitch (si soy muy infantil) que me quedaba enorme y fui a arreglarme al baño. Justo antes de salir Hina ya casi se había dormido.

Entre al baño como quien no quiere la cosa y levante la cabeza. Mierda, mierda y más mierda. Jimin acaba de salir de la ducha y solo tenía una toalla cubriendo un poco su cuerpo. Era tan estúpida que ni siquiera llamé, no estaba acostumbrada a visitas. Me puse rojísima y me tape la cara con las manos. Salí del baño corriendo y gritando que lo sentía. Al salir, me sente en el suelo y comencé a llorar. Era jodidamente estúpida.

De repente noté una mano sobre mi hombro y una vocecita que decia: "eh, no pasa nada, son cosas que pasan".

- Si claro, todos los días - dije bruscamente girandome para ver quien era. Casi me muero al ver a Jimin a mi lado, con la toallita, arrodillado en el suelo para estar a mi altura. Rompí a llorar otra vez y a repetir que lo sentía y que esa no era mi intención hasta que algo me hizo callar. Un beso, pero no forzado como el anterior. Era un beso cálido, dulce y tranquilo. Él puso sus manos en mis caderas y yo en su pelo húmedo, revolviendolo adorablemente. Estuvimos asi hasta que se nos acabo el aire, nos miramos a los ojos y nos sentamos abrazados, yo poniendo mi cabeza en su hombro y el dandome un besito en mi cabezita multicolor.

Hurracane {BTS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora