22. THE ORDER OF THE PHOENIX

5K 516 110
                                    

La Orden del Fénix ▬▬▬▬▬▬

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La Orden del Fénix
 ▬▬▬▬▬▬

6 abril 1978

Pandora sonreía mientras veía las invitaciones de su boda ser terminadas, faltaba muy poco para que caminará al altar y estaba totalmente emocionada. James estaba recargado en la mesa con varios pasteles a su alrededor, su paladar ya no tenía ninguna preferencia por ninguno pero Sirius parecía encantado con tanta comida. 

—Como padrino, te dejaré escoger el pastel de mi boda— murmuró James en un quejido

Me husta el de tejiopelo ojo— dijo con la boca llena

—¡El de terciopelo rojo será!— dijo James tachando en el pergamino 

Pandora rió levemente y besó a su prometido, quien ante eso sonrió. El quejido que Sirius estaba por soltar fue interrumpido por un picoteo en su ventana, la pelirroja se levantó de su asiento y caminó hacia la ventana, el búho entró rápidamente y dejó tres cartas en la mesa antes de volver a salir volando. 

—Creí que ya nos habían entregado los resultados de los ÉXTASIS— dijo James confundido 

—No creo que sea para eso— murmuró Pandora abriendo lentamente la carta 

El comedor quedó en silencio mientras los tres leían su carta, al parecer a todos les había llegado la invitación a una reunión con su antiguo director de escuela; la carta les decía que podían llegar a Hogwarts por medio de polvos flu y que una vez en la escuela hablarían de un tema un poco más delicado. 

—¿Creen que sea por lo de Rosier?— preguntó la pelirroja con miedo

—Pues hay que averiguarlo— respondió James entrelazando su mano con la de ella 

El trío se dirigió hacia la chimenea y uno por uno fueron desapareciendo, llegaron a la oficina de la profesora McGonagall quien ni siquiera se inmuto al verlos ahí. 

—El profesor Dumbledore los espera en su oficina— los tres asintieron lentamente —Creo que los tres saben perfectamente cómo llegar 

—Un placer volver a verte, Minnie— dijo James dedicándole una cálida sonrisa

—¿Es un nuevo sombrero?— preguntó Sirius —Combina perfecto con ese vestido... 

—Salgan de aquí, idiotas— los reprendió Pandora empujandolos levemente —Discúlpelos, Minerva

—La contraseña es «caldero de chocolate»— dijo la mujer  

Tras una última mirada a su ex profesora salieron de aquella oficina, como eran vacaciones de Semana Santa el castillo se encontraba casi desierto, pues ante las guerra los alumnos preferían volver a sus casas a estar con su familia.  Caminaron por los pasillos hasta llegar a la gárgola que custodia la oficina, dijeron la contraseña y esta se aparto, los tres se adentraron confundidos al ver que no eran los únicos a los que había citado; Morfeo, Lily, Marlene, Mary, Remus, Peter y los Longbottom estaban ahí. 

—Perfecto— dijo el anciano —Lamento si arruiné los planes que tenían para el día de hoy, pero me temo que necesito de sus fuerzas. Como sabrán, hay un mago tenebroso que amenaza tanto a nuestro mundo, como al mundo muggle y necesito de su ayuda para derrotarlo

—¿Usted se refiere a...?

—Voldemort, por supuesto— interrumpió a Frank

—Eso es imposible— dijo Mary —Quien-usted-sabe es muy poderoso. ¿Cómo podríamos derrotarlo entre doce personas?

Dumbledore sonrió —Sería llevarlos a su muerte— admitió —Pero afortunadamente, si deciden unirse a la Orden serán doce personas más que luchen contra el

—Disculpe, profesor— dijo Pandora —¿Qué quiere decir con «unirnos a la Orden»?

—La Orden del Fénix es una organización secreta que estoy formando para luchar contra Voldemort, es arriesgado... Sí— dijo al ver la cara de incredulidad de Mary y Marlene —Pero no seremos los únicos luchando, hay varios miembros del Ministerio de Magia y personas dispuestas a arriesgarse

—¿Nos está pidiendo que arriesguemos nuestras vidas, profesor?— preguntó Peter

—Eso temo— contestó —Y en vista de que podrían morir, dejemos las formalidades. Se que es muy riesgoso y se que les pido mucho, pero es una lucha que no podremos evitar y preferiría que ganemos

—¿Tenemos que decidirlo ahora?— preguntó Lily mirando de reojo a Morfeo 

—Preferiría que tomaran la decisión rápidamente, pero entiendo que tienen que pensarlo— sonrió 

—Profe... Dumbledore— habló Remus tras una mirada del director —¿Podría unirme ante mi condición?

—Los reuní a ustedes porque son unas brujas y magos muy poderosos— habló —Sin importar por lo que hayan pasado, así que si Remus, eres bienvenido 

—Entonces estoy dentro— dijo el hombre lobo 

—Nosotros también— dijo Alice tomando de la mano a su esposo

—Yo también— dijo Sirius 

—Y yo— murmuró Peter 

—Igual— habló Marlene 

—Lo lamento, pero yo no— dijo Mary 

—No hay problema— dijo Dumbledore dedicándole una sonrisa —Entenderas que necesito que guaredes este secreto

—Nosotros necesitamos platicarlo— dijo Morfeo mirando a Lily 

Pandora se giró hacia James quien miraba con angustia a sus amigos, tomó con delicadeza su mano y le asintió con la cabeza; el azabache le sonrió con alivio y se giró hacia Dumbledore para asentir con la cabeza. Media hora más tarde se encontraban en su casa,  la pelirroja notaba como las manos de James temblaban un poco. 

—¿Te arrepentiste de unirte a la Orden?— preguntó 

—No es eso— contestó —Siento que te pongo en peligro y no quiero que nada malo te pase

—Nada malo me pasara, cariño— lo tranquilizó 

—¿Y por que estas tan segura de eso?— volvió a preguntar, esta vez con un tono de voz más elevado 

—Por que tu siempre me cuidas— contestó tranquilamente 

—¿Y si me matan? ¿Quién te cuidará?— gruño —Quiero vivir cien años contigo y si alguno de los dos muere... No debí dejar que entraras a eso

—No necesito tu permiso, James Potter— dijo Pandora con enojo

—¡SI MUERES MI MUNDO SE ACABARÍA!— gritó —Pandora tu eres mi vida entera y si muero sabré que fue por mi culpa

—¡YO DECIDÍ UNIRME!— gritó de vuelta —¿Crees que no pensé en nosotros? ¿Cómo planeas vivir cien años si Voldemort llega al poder?

—¡El ya esta en el poder!

—No, aun no— gruñó —Mientras la Orden exista y haya alguien que se oponga a él, jamás estará en el poder

—No quiero que seas tú— murmuró James sentándose en la cama y llevándose las manos a la cara intentando controlar algunas lágrimas que ya habían empezado a caer 

—Entonces seamos ambos— dijo ella sentándose a un lado de el —Luchemos por nuestro futuro

Pandora acunó la cara de James en sus manos y limpió sus lagrimas sin importarle las de ella. Sus labios se unieron en un suave y lento beso con sabor a sal. 















Pᴀɴᴅᴏʀᴀ | j. potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora