La boda
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Los siguientes días Pandora se mantuvo alejada de todos o eso fue hasta que Evan empezó a llevarla a todos lados como su trofeo. Siempre estaba callada y las veces que hablaba era para comentar algo con Severus Snape ya que el estaba en el pequeño grupo de Rosier.
La última semana de clases fue horrible para ella, estaba física y mentalmente exhausta, sabía que en esas vacaciones su felicidad terminaría y estaría condenada a una vida que no quería.
Ya en la mansión Selwyn aquella tristeza había aumentado, su madre estaba desesperada por todos los preparativos de la boda, se pasaba los días encerrada en su habitación o recostada en el césped del jardín mirando a las abejas volar de un lado a otro y Lilith parecía aún más interesada en Voldemort y las artes oscuras.
Pandora había tratado de hablar con sus padres intentando hacerlos entrar en razón, pero por más que dijera ellos parecían no prestarle atención y seguían planeando todo. El día de Navidad lo habían pasado en casa de los Rosier, el primogénito de aquella familia les había rogado a los Selwyn dejar que Pandora pasara la noche en la casa y aunque eso les parecía una muy buena idea, la pelirroja termino huyendo de nuevo a la mansión.
Tras unos días, finalmente la boda había llegado. Las estilistas trabajaban en la Hufflepuff y su habitación estaba hecha un caos, la ceremonia sería cerca de la media noche y fue por eso que Pandora estuvo más nerviosa de lo normal.
Su madre supervisaba todo lo que ella hacía y por si fuera poco, le había pedido a un elfo doméstico que la cuidara hasta unas horas antes de la ceremonia. Pandora había visto su vestido pero no se lo había probado y aunque le habían dicho que necesitaba ponérselo por sí había algún detalle que corregir ella se había negado.
La familia Rosier había llegado a la mansión cinco horas antes y se estaban arreglando ahí, lo que causaba más caos en aquel lugar. Lilith se paseaba de un lado a otro intentando acostumbrarse a los tacones tan altos que se había aferrado a usar, el largo vestido color oro llamaba la atención de todos y eso aumentaba la presión de Lilith por poder caminar bien.
Unos minutos antes de la ceremonia todos se encontraban listos, Pandora usaba un extravagante vestido blanco con detalles de oro, era pomposo y muy brilloso; lo acompañaban un par de tacones blancos que dejaban al descubierto los dedos de la joven. Su cabello estaba recogido en un perfecto moño y una pequeña tiara.
—Vendré en 10 minutos por ti— aviso su madre —Más te vale que sonrías
—Si, madre— contestó la pelirroja
Casi después de que su madre cerrará la puerta, una lechuza que Pandora desconocía por completo entró a su habitación y se posó en su tocador. Llevaba una carta en el pico que dejó caer elegantemente antes de volver a salir por la ventana, un tanto extrañada, Pandora abrió el sobre y leyó la carta.
Querida Dora:
Se qué prometí alejarme, pero no podía hacerlo sin antes desearte un buen año nuevo. Espero que te des cuenta de la maravillosa persona que eres y que mereces a un hombre que te respete y te ame.Te quiere,
James PotterEl corazón de Pandora se oprimió en su pecho y supo que lo que hacía no era lo correcto, la única persona con la que quería pasar el resto de su vida era con aquel hombre de gafas. Sabía que sus padres intentarían matarlos pero no lo conseguirían sin antes luchar, Pandora no moriría sin dar pelea.
Se agachó hasta poder mirar debajo de su cama y sacó un pequeño baúl un poco antiguo, había empacado todo lo esencial el día que le anunciaron su matrimonio, le pareció oportuno hacerlo por sí algún día lo necesitará.
Tomó de su tocador su varita y salió hacia el pasillo, su madre caminaba hacia ella elegantemente y tenía un semblante serio.
—¿Pandora que haces?— preguntó —¿Por qué traes ese baúl?
—Me voy, madre— contestó —No me obligaras a casarme y menos con una persona tan vil y repulsiva como Rosier
—No digas estupideces— gruñó su madre entre dientes —Tu matrimonio está arreglado y te casaras esta noche
—Quiero que intentes impedir que me vaya— dijo firmemente —Soy mayor de edad, ya puedo usar la magia
—Pero eres débil y no te atreverías a lastimarme— la reto
—No lo haría por que me mandarían a Azkaban— gruñó —Y yo todavía tengo mucha vida por delante, así que apártate y déjame ir
—¡He dicho que no te iras de aquí!— gritó la mujer —Bajaras, pondrás una sonrisa y te casaras con Evan
—¡No!— gritó Pandora —¡Es una mala persona! ¡Abuso de mi, madre!
—¿Solo por eso te niegas?— preguntó la mujer incrédula
—¿Has dicho "solo por eso"?— jadeo la joven —¿Crees que no fue nada? ¡Me golpeó, abuso de mi y para ti no es nada!— gritó entre lágrimas
—Algún día tendrías sexo— dijo —Los hombres tienen necesidades y tu como su mujer debes cumplirlas aunque no te parezca. El tenía el derecho
—¡El no tienen ningún derecho sobre mi!— gritó —Ni tú tampoco, Margot
—¡Pues verás que si lo tengo!— bramo la mujer —¡Ahora baja y camina hacia el altar!
—¡He dicho que no!— de la punta de su varita salió un haz de luz roja que impacto contra el pecho de su madre.
Margot Selwyn cayó desmayada y Pandora aprovecho para correr, con su baúl y varita en mano empezó a recorrer la mansión en busca del vestíbulo. Todas las personas estaban ahí reunidas y parecían no haber escuchado la discusión de madre e hija que habia acontecido hace unos segundos.
Daryl se dio cuenta de las intenciones de su hija pero ella fue rápida y bloqueo el hechizo, los invitados se apartaron y pronto Lilith y Evan se unieron a la lucha, a pesar de la diferencia en números, Pandora desarmo fácilmente a dos de ellos.
Tomó una pizca de polvos flu y se adentro a la chimenea mientras seguía lanzándose hechizos con su hermana, al final pudo desarmarla y tomó el aire suficiente para gritar
—¡CON LOS POTTER!
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Pᴀɴᴅᴏʀᴀ | j. potter
Hayran KurguLa leyenda cuenta que al abrirse la caja de Pandora todos los males fueron desatados y al cerrarse la esperanza fue lo último que salió de aquel artefacto. Pará Pandora Selwyn esa historia le quedaba como anillo al dedo. Criada bajó los ideales puri...