into you ✦ [ l.s]

Dos

De camino a su trabajo se detuvo en un Starbucks para comprarse su café favorito. Gracias a la discusión con Sam no pudo tomarse el que preparo en su casa y realmente pensaba que iba a estar de malhumor pero se encontraba bien a pesar de todo.

Las primeras cuatro horas pasaron rápido y cuando menos sintió ya era hora de almorzar. Louis realmente odiaba salir y comer solo pero tampoco quería quedarse dentro del colegio y al ver que no tenía ningún mensaje de su prometido decidió sacar su teléfono y llamó a su mejor amigo.

-Payno, ¿dónde carajo has estado? Me has abandonado estos días- saludó a su amigo antes de dejarlo hablar.

-Louis, hermano. Me alegra que llamaras, he estado terriblemente ocupado estos días- respondió Liam con sinceridad.

-Eso veo, ¿tienes tiempo de ir por unas hamburguesas en 10 minutos?- preguntó mientras recogía unos papeles de su escritorio.

-Claro que si, ¿nos vemos donde siempre?- preguntó su amigo con emoción.

-Sip, hasta luego amigo- colgó la llamada saliendo del aula para comenzar su camino hacia el McDonald's mas cercano.

Cuando llegó pudo ver a su amigo entrando solo unos minutos después que el. Lo saludó con un cálido abrazo y ordenaron su comida para luego sentarse en su mesa de siempre. Comenzaron una amena plática sobre los últimos días mientras esperaban hambrientos. Ambos se conocían desde pequeños gracias a que sus madres eran amigas, cuando Louis entró a la universidad un año antes que su amigo tuvieron que alejarse un poco pero mantenían largas conversaciones por Facetime y se re encontraron unos años después de nuevo en Londres, con trabajos muy diferentes claro esta. Liam era arquitecto, de los mejores de la ciudad.

-¿Cómo van las cosas de la boda?- interrogó con verdadero interés.

-Genial, creo que lo estoy manejando bien para hacerlo solo- dijo el castaño rodando los ojos.

-¿Sam sigue desapareciendo por horas?- se llevó una papa frita a la boca esperando por su respuesta.

-Si, ahora con lo del disco es mucho peor, casi no pasamos tiempo juntos y la verdad me siento ignorado- el mayor hizo un pequeño puchero.

-Ay, la princesa se siente abandonada- se burló el ojimiel imitando su puchero y luego soltando una carcajada.

-Cállate, Payne.- le arrojó una papa frita a la cara y rió. -Oye, por cierto ahora voy a reunirme con el fotógrafo, me llamo esta mañana y si te soy sincero no he dejado de reproducir su voz en mi cabeza-. Era estúpido porque nunca le había pasado algo similar, no era facil para el interesarse por alguien.

-¿Que tiene su voz? Eres un pervertido, enano- bromeó su mejor amigo, riéndose con ganas.

-Ja ja ja que gracioso. Ya en serio, sonaba muy agradable y no se que tiene su voz. Era grave, cálida, sonaba... familiar- se encogió de hombros. Mientras más hablaba más ridículo se sentia.

-Mmm ya, ¿Como se llama?- entrecerró los ojos viendo como su amigo se perdía dentro de sus pensamientos.

-Harry Styles, dicen que es el mejor de Londres.

Liam casi se ahoga con su refresco, comienza a toser furiosamente mientras levanta los brazos y Louis solo se rie de el. Toma una servilleta y limpia el desorden que el otro hizo en la mesa.

-¿Te vas a reunir con Harry Styles?- exclamó aun tosiendo un poco. -Dios, es guapísimo a muerte, si te impresionó su voz espera a tenerlo de frente y definitivamente si, es el mejor. En la compañía hemos trabajado con el.

Louis abre sus ojos ante las palabras de su mejor amigo pues no se había detenido a pensar como lucía ese tal Harry. Después de haberlo escuchado por teléfono le dio una muy buena vibra pero no podía imaginar como se vería físicamente. Su amigo tenía muy buen gusto con los hombres, por lo tanto podía confiar en su palabra.