into you ✦ [ l.s]

Uno

Los rayos del sol comenzaron a colarse entre las cortinas de la habitación, dándole justo en la cara haciendo que rodara hacia el otro lado. Al girarse notó que su novio no dormía junto a él y eso lo hizo sentarse de golpe. Se dió cuenta que se había quedado dormido con la ropa puesta, esperando por Sam, otra vez.

Cuando estaba por levantarse escuchó la puerta principal ser abierta y luego cerrada con mucho cuidado como si temieran hacer mucho ruido. Segundos después observó como su prometido se dirigía hacia la habitación con pasos sigilosos y cuando divisó al castaño abrió los ojos con impresión.

-Amor, pensé que seguías dormido. No quería despertarte, lo siento- el rubio se sentó a la orilla de la cama y tomó las manos de Louis para besarle los nudillos.

Louis retiró las manos rápidamente y se levantó de golpe de la cama para luego dirigirse hacia la cocina. Comenzó a prepararse su café de siempre tratando de ignorar los pasos detrás de el.

-¿Estás molesto?- preguntó con inseguridad el más alto.

-Otra vez me quedé esperándote, otra vez me dormí solito, otra vez no me avisaste que no venías a la casa. No es primera vez, Sam- claramente Louis estaba molesto.

-Lo sé, lo sé. Perdón bebé pero ya sabes que cuando estoy en el estudio pierdo la noción del tiempo y quiero terminar el disco lo antes posible. Solo, perdón- se acercó al castaño y le rodeó la cintura desde atrás tratando de girarlo.

Louis estaba feliz por su novio, realmente lo estaba porque ya no trabaja en el colegio. Una disquera lo había contactado y ahora estaba a punto de lanzar su primer disco. Era genial pero a veces lo extrañaba, muchísimo. Parecía que su relación había pasado a segundo plano, Sam pasaba mucho tiempo en el estudio o en reuniones, entre semana no podían salir mucho porque Louis tenía que despertarse temprano, no tenían sexo hace semanas y eso lo tenía de malhumor.

-Entiendo, en serio que si pero te necesito presente. Debo resolver muchas cosas sobre la boda, ¿podrías ayudarme con eso?- cedió y dejó que su novio lo girara hasta quedar viéndose fijamente.

Sam asintió frenéticamente mientras se acercaba a los labios del mas pequeño y comenzaba a besarlo despacio. Sus manos se posaron sobre su espalda baja y lo pegó mas a su cuerpo. Louis ahogó un pequeño jadeo y enredó sus manos en el cabello rubio.

-Amor, llegarás tarde a clases- el rubio rompió el beso y se alejó para poder respirar.

-A la mierda, no voy a quedarme con las ga- la voz de Louis fue interrumpida por el sonido de su teléfono, indicando que alguien le llamaba.

Maldijo y se giró para buscar el aparato, lo tomó pero no reconoció el número. Aún así contestó con el ceño fruncido y su novio riéndose de su expresión.

-¿Hola?

-Buenos dias, habla Harry, Harry Styles- el otro lado de la linea reveló una voz tan masculina, cálida.

-¿Quién?- dijo el castaño aún mas confundido, no conocía a nadie con ese nombre pero le sonaba. Trató de hacer memoria y cuando el otro chico comenzó a hablar, recordó. -¡Oh si, el fotógrafo! Perdón, no soy muy bueno por las mañanas- rió un poco avergonzado.

-No se preocupe. Le llamaba porque mi asistente me dijo que quería contratar nuestros servicios y quería saber que día le queda bien para reunirnos y hablar sobre los diferentes paquetes- la voz de Harry sonaba tranquila, amigable y eso le gustó al mayor.

-Oh, si claro. Tengo clase hasta las 3:00pm pero podriamos quedar en la cafeteria del centro a eso de las 3:45 hoy, si le parece bien- dijo rápidamente.

-Está perfecto a esa hora, señor...?- interrogó el hombre al otro lado de la línea .

-Tomlinson- respondió entre risas. - Pero por favor, no me digas señor, llámame Louis.

-Bueno, Louis. Ya quedamos, nos vemos mas tarde- dijo el fotógrafo sonriendo aunque nadie pudiera verlo.

-Hasta mas tarde, Harry. Adiós- el castaño sonrió de vuelta y colgó.

Se giró y notó que su novio ya no estaba en la cocina. Rodó los ojos, cruzó el pasillo y se adentró a la habitación hasta que finalmente escuchó el sonido de la regadera y pensó en meterse a bañar con Sam pero increíblemente el pensamiento se fue tan rápido como llegó y en lugar de eso se dirigió hacia el closet comenzando a sacar la ropa que usaría ese día.

El sonido de la regadera cesó y supo que había llegado su turno. El rubio salió del baño y se dirigió también al closet, regalándole una sonrisa a su novio.

-Voy a reunirme con el fotógrafo ahora en la tarde, me mostrará todo para el día de la boda- comentó el castaño mientras tomaba su toalla antes de encaminarse a la otra habitación.

-Claro bebé, que todo salga bien- el mas alto le dió un suave beso en los labios.

-Podríamos hablarlo en la cena, ¿quieres?- preguntó el más bajo.

-Cuenta con ello- le guiñó el ojo y comenzó a vestirse.

Louis se giró y se metió a la ducha pensando en la reunión que tendría en la tarde con Harry. Su nombre seguía resonando en su cabeza y cómo su voz lo hizo sentir tranquilo. Supuso que eso era bueno, sería una pesadilla no lograr entenderse y no poder trabajar bien.

Porque solamente era por eso, ¿verdad? No había ninguna otra razón por la que no dejara de reproducir su voz dentro de su cabeza o su pequeña risa, o como había pronunciado su nombre.

Mientras el castaño terminaba su baño y daba rienda suelta a sus pensamientos, el músico metía su ropa del día anterior en una bolsa de tela para llevarla a la lavandería; guardó todo y salió del departamento sin despedirse.

Louis salió del cuarto de baño y se dispuso a vestirse. Iba a preguntarle a su prometido si quería algo de desayunar pero él ya no estaba. No le extrañaba, últimamente hacía eso seguido. Así que solo resopló y le dió otro vistazo a su ropa, cambiando de opinión rápidamente sin razón.

Se puso unos jeans negros ajustados que hacían resaltar sus curvas, una camiseta negra y sobre esta se puso una sudadera Adidas color verde y sus tenis. Agradecía internamente que el director no juzgara su forma de vestir mientras su trabajo fuera impecable, cuando fue contratado ya tenía varios tatuajes y el director nunca lo juzgó, solo pedía que fuera bueno en su trabajo. Era genial, no muchos pensaban como él.

Se perfumó, tomó su mochila y sus llaves antes de cerrar la puerta y comenzar su dia. Increíblemente el que Sam se fuera sin despedirse no lo puso de malhumor como solía hacerlo y trato de no asociarlo con la acogedora voz que resonaba dentro de su cabecita.

Aquí el primer capítulo, espero que de verdad lo disfruten. Cualquier error pueden hacérmelo saber C:

Gracias por leer! Cuídense y tomen mucha agua.

All the love
Dani.