Encuadra, enfoca y dispara / JungShin / CNBLUE

Capítulo 22

Deseé que el reloj no avanzara, estaba sentada en el mueble, llevaba una blusa blanca, unos zapatos bajos, un jean y mi abrigo, no había podido contestarle a Shin, ella me iba a casar la mentira, yo lo sabía.

-el timbre sonó-

Respiré hondo y caminé hasta la puerta, miré mi reflejo en la perilla para finalmente girarlo.

Hola –dijo Jung Shin-

Llevaba una rosa roja en sus manos, estaba muy bien arreglado, no pude evitar sonreír, él era perfecto.

Toma –dijo con una sonrisa-

Gracias –le dije luego de recibirla-

Me sentí mal, cuando se acercó para besarme, yo quería hacerlo, quería aventarme a sus brazos y no soltarlo nunca pero la culpa venía y me hacía reaccionar.

Creo que mejor nos vamos –le dije alejándome de él-

Lo siento –se sujetó la cintura y bajó la mirada-

Tomamos el ascensor, los dos estuvimos callados en todo el rato, la mentira iba a salir en cualquier momento, no me dejaba vivir, ni sentirme bien a su lado.

El corazón se me hizo cuadritos cuando Jung Shin me tomó de la mano y entrelazó sus dedos con los míos.

He esperado mucho tiempo para hacer esto –dijo-

Me miró dulcemente y solo atiné a sonreírle.

Perdóname –dije en mi interior-

Un auto negro nos esperaba en el frontis de mi edificio.

Ya puedo conducir –dijo alzando la mano-

Solo sonreí de manera sincera y subí al auto.

En todo el camino estuve callada, contesté con la cabeza, asintiendo y negando.

Lo siento –dije en mi interior cada que lo veía sonreír-

¿Cómo iba a reaccionar si se enteraba? ¿Qué iba a decirle?

¡Falsa!, yo era tal igual a esas chicas de las calles que vendían su cuerpo, yo no había cambiado, yo aún seguía queriendo de manera enfermiza a Jong Hyun y eso era lo que me perjudicaba, su sombra iba a vivir en mí de por vida, yo nunca iba a ser feliz eso estaba claro, era el ser más despreciable, me sentía así, cada que Jung Shin me miraba y sonreía.

Yo quería congelar su sonrisa y verlo así siempre.

Bajemos –dijo cuando abrió la puerta-

Por alguna razón el lugar se me hizo conocido y claro que lo era.

Era el mismo lugar al que había ido tantas veces con Jong Hyun, recordaba la canción de coldplay y la primera vez que me besó, todos esos recuerdos que ahora me parecían insanos y ridículos vinieron como balas a mi cabeza, que patética me sentí.

La pasta que sirven aquí es buenísima –dijo Jung Shin con una sonrisa-

Me despertó de toda esa pesadilla por un momento, verlo sonreír era como ver la flor de loto en pleno pantano, quería llorar y largarme de una buena vez sin siquiera romperle el corazón.

De seguro –dije-

Cuando entramos me sentí como en ese día, nerviosa, pero esta vez no era porque la compañía me daba esa sensación si no porque ocultaba el secreto de mi vida, podía decir que ese secreto haría detonar la bomba más grande del mundo, era como la explosión de la bomba atómica.

Él sin la mínima pizca de la mentira caminó hasta la mesa más cercana y apartó el asiento educadamente para mí, definitivamente esas eran una de las cosas que yo iba a extrañar de él.