Encuadra, enfoca y dispara / JungShin / CNBLUE

Capítulo 4

Este la tomó de la mano, los dos estaban vestidos muy bien, llevaban lentes oscuros y se sonreían mientras se hablaban, intente no parecer afectada y miré hacia otro lado pero mi vista iba hacia ellos. ¿Qué hacían en el centro de Seúl?, comía despacio para poder verlo y es que yo quería correr atrás de él, lo miraba una y otra vez hasta que el giró la cabeza y sentí que me miró

Bajé la mirada hacia mi plato y continúe comiendo despacio, alcé la mirada, cosa que fue fatal.

La estaba besando, sostenía la cabeza de ella fuerte mientras la besaba, la gente los empezó a mirar y no pude aguantar, tomé mi bolso y salí de ahí, corrí hasta alejarme de ellos, necesitaba no verlos, me dolía en el alma lo que había visto, luego de correr por casi cuatro cuadras me cansé y empecé a respirar agitada mientras contenía mis lágrimas, me coloqué bien el bolso y caminé para no llorar en casa, sabía que ahí sí o sí lloraría peor que magdalena, llegué a la plazuela de siempre y empecé a llorar antes de llegar al asiento, me tapé la cara mientras lo hacía y trataba de no hacer ruido, sostenía mi bolso con algo de fuerza, pero no podía… sentía que iba a morir en ese momento, miré el suelo con las manos a cada lado de mi rostro.

¿Hye Sun? –Dijeron a mi lado-

Mal momento para que llegase, era Lee Jung Shin.

Vete –dije mientras giraba mi rostro para que no me viera-

¿Por qué estas llorando? –dijo preocupado-

No me molestes y vete –le dije sollozando-

Solo quiero ayudarte –dijo-

Ayudas más yéndote, vete –le grité-

Vi su sombra a mi lado, seguía sentado a mi lado con su cámara.

Te dije que te vayas –le dije girando la cabeza-

Me sujetó la mano y me acercó a él.

¿Qué haces? –Dije enojada-

Con la otra mano sacó un pañuelo y lo colocó en mi nariz.

Estás sangrando –me miró sorprendido-

Me toqué la nariz y efectivamente estaba sangrando.

Déjame llevarte al hospital –dijo él- esto es peligroso.

Déjame tranquila –dije viéndolo-

Se levantó del asiento y extendió su mano-

Es tu salud, vamos –dijo-

Creí haberte dicho que…

Me tomó de la mano y me jalo con fuerza, me levanté y casi a rastras me llevó en un taxi al hospital, en el camino me mantuve callada.

Déjame ver –se acercó a mí-

Lo observé en silencio, mientras me miraba, sus manos delgadas, largas y suaves tocaron el pañuelo que llevaba en la nariz, bajamos del auto hacia emergencias, me cogió de la mano y caminamos a la velocidad de la luz, mi coleta se movía mientras caminábamos rápido.

Señorita, necesito ayuda –dijo en recepción aun sujetándome de la mano-

¿Qué ocurre? –dijo ella-

Me miró para luego explicarle lo que había pasado, me revisaron y me derivaron a hacerme muchos exámenes, estaba preocupada por mi salud, recibí unos pinchazos ya para terminar y salir, eran las 8:00 de la noche cuando salí, caminé despacio y lo encontré a Jung Shin sentado mirando su celular una y otra vez.

¿Por qué sigues aquí? –le dije algo extrañada-

¿Quería saber cómo te fue? –Dijo él levantándose del asiento-