Encuadra, enfoca y dispara / JungShin / CNBLUE

Capítulo 21

Abrí los ojos con cierto fastidio, la luz me incomodaba horrores, en ese momento solo desee que la luz no fuera parte de la creación, renegué y me quejé para finalmente sentarme con algo de pereza.

Sentí que algo cayó a mi pierna luego de que me sentara y luego sentí “frío”.

Con horror giré mi cabeza y lo vi, en ese momento me tapé la boca y deseé no haber hecho nada de lo que luego me arrepintiera, tenía el torso desnudo y el cabello hecho marañas, fue ahí cuando me di cuenta de que yo había cometido el peor error de todos, yo… me había acostado con Jong Hyun luego de que me pidiese matrimonio.

Mi cerebro solo recodaba hasta el momento en el que me negué y luego solo recuerdo haber sentido incomodidad y cierto dolor.

Mis ojos empezaron a aguarse y solo atiné a salir de la cama y correr desnuda hasta el baño para luego encerrarme.

Esto no es cierto –me dije luego de mirarme al espejo-

Me dolía la entrepierna y la cabeza, me senté en el piso a pensar e intentar calmarme, algo me tenía que decir que yo no me había acostado con él, toda yo se negaba a creer

La puerta sonó y en ese momento supe que Jong Hyun estaba del otro lado.

Hye Sun –tocó- ¿Estás bien?

Tomé la toalla que estaba ahí y la enredé en mi cuerpo, yo tenía que saber que había pasado.

Abrí la puerta y el retrocedió sorprendido.

¿Qué ha pasado? –le dije enojada-

Estás pálida –me dijo luego de agarrarme el rostro-

Dime que ha pasado –susurré para luego echarme a llorar-

Te he hecho daño ¿verdad? –dijo-

¿Qué pasó anoche? –le dije entre lágrimas-

Nos es obvio –dijo acercándose-

No Jong Hyun –le dije- esto no está bien.

Si no estuviera bien entonces no hubiese pasado –se acercó y me miró a  los ojos- Hye Sun has aceptado casarte conmigo –levantó mi barbilla y prácticamente me obligó a mirarlo- Esto se siente como la primera vez, aún recuerdo la cama con pétalos y las velitas.

Sentí algo de emoción cuando lo mencionó y me miró como solo el sabía hacerlo.

Me siento mal –le dije-

¿Quieres que vaya por una pastilla?-me dijo-

No –le dije- solo quiero bañarme y estar sola.

Está bien, supongo que estás cansada –me dijo abrazándome por detrás-

Si –contesté indignada- yo solo quiero reposar –le dije-

Por cierto –dijo luego de tomar su ropa- llamó Sam… creo que así se llama –dijo desconcertado- pregunto si ibas a ir a trabajar.

¿Qué le dijiste? –le dije-

Pues que al parecer no, porque estabas enferma –le dije-

Renegué y luego me senté en la cama.

Te dejo –se acercó- por favor bebe mucha agua para que no te deshidrates –dijo Jong Hyun-

Esta bien –dije luego de bajar la mirada-

Escuché que la puerta se cerró y me puse a llorar (otra vez), me sentía la mujer más idiota del mundo, me sentí aún peor cuando miré mi móvil.

Jung Shin había llamado, Shin también lo había hecho en cuatro oportunidades, pero ninguna fue contestada porque de seguro estaba durmiendo.

Caminé hasta el baño y abrí la regadera en su máxima potencia.

Me sentí pecadora, ese era el momento exacto para que me mandaran a decapitar, no tenía perdón, luego de bañarme y restregarme todo el cuerpo decidí cambiarme, me puse ropa cómoda, caminé hasta la cocina y cometí otro error.

No Hye Sun –dijo mi lado consciente-

En mis manos yacía una bolsa con asaduras fritas.

En mi desesperación por sentirme mejor y por olvidar lo que había ocurrido, la abrí e ingerí un buen puñado de estas, terminé tirada en el piso comiendo la bolsa completa.

“Mentirosa” “Traidora” y una serie de calificativos se formaron en mi cabeza, solo deseé no haber nacido.

Me tiré en el mueble a mirar televisión mientras lloraba, que mal me sentía.

Cerré los ojos por un instante, imaginando la reacción de todos al enterarse de que Jong Hyun había dormido conmigo, noté incomodidad cuando mis manos rozaron mi rostro, el estúpido anillo reposaba en mi dedo anular.

Te odio –grité-

Mi móvil vibró mientras lloraba.

“Jung Shin” decía en la pantalla, temí que encontrara mentira en mi voz, con la poca reputación que me quedaba contesté.

Ho-Hola –dije-

¿Hye Sun? –Dijo él- no has ido a trabajar y quería saber si hoy… podrás salir conmigo.

¿Hoy? –dije nerviosa-

¿Tan pronto se había hecho sábado?-pensé-

Creo que lo has olvidado –dijo él, noté decepción en su voz-

No –dije de inmediato- te parece si… ¿vienes por mi?-le dije-

Está bien –lo escuché reír-

Nos vemos luego –le dije-

Adiós –dijo-

¿Qué iba a hacer? ¿Cómo iba a maquillar mi mentira?