Encuadra, enfoca y dispara / JungShin / CNBLUE

Capítulo 18

Me sentí bien entre sus brazos, era como encontrar el abrigo que necesitaba.

Come que se enfría –dije riendo-

Me soltó para luego invitarme a entrar.

Su casa estaba hecha un total y completo desastre, apagué la cocina y limpié su desastre mientras comía muy a gusto su ramen y algunos postres que compré.

Esto sabe bien –dijo aún con los ojos cerrados-

Mi instinto protector de amiga, porque eso era, me había llevado hasta ahí… lo miré reír mientras comía los postres y eso me agradó, era como haber cumplido mi misión.

Que bueno que te gustó –dije-

El pastel de arándanos es mi favorito –sonrió-

Se levantó de golpe y me abrazó con una mano, giró al cabeza y sin querer nuestras miradas se chocaron, estábamos tan cerca que podía mirar sus labios.

Se acercó un poco y queriendo y no queriendo me alejé.

Suspiró y luego frunció el ceño.

Creo que hemos empezado todo de cero y creo que estoy haciendo las cosas bien –colocó su mano sana en la cintura, como para darle énfasis a lo que iba a decir.

¿No crees que merezca más cariño? –Entrecerró los ojos-

¿Quieres que lave los platos? –dije nerviosa-

Empecé a recogerlos al mismo tiempo que él esperaba su respuesta, caminé con estos hasta la cocina y los deposite en el fregadero, remangue mi polo de mangas largas y justo cuando iba a meter las manos al fregadero las cogió como pudo y me obligó a mirarlo.

Responde –susurró-

Creo que eso debemos hablarlo en otro momento –dijo ella-

Siempre evades el tema –dijo serio- ¿Estás enojada por lo que pasó con Hanna?

Solo atiné a parpadear sin dejar de mirar sus ojos.

Hanna me contó sobre la ruptura con Jong Hyun, aún lo ama con todo el corazón, él terminó con su relación luego de que salieran de la clínica, eso fue todo –se explicó- no me interesa Hanna a mi me interesas tu –gritó- no sé en qué idioma te lo tengo que decir –me miró- Hye Sun estoy enamorado de ti.

Eso era lo que mis oídos querían escuchar, me acerqué y lo besé tan fuerte que sentí que había muerto, los ojos los cerré fuerte como si alguien me hubiese dicho que me los iban a robar, mis manos ahora lo rodeaban por el cuello, era la escena perfecta, su mano me rodeó mientras que la otra la mantuvo al lado de su cuerpo.

Me gustas –susurré en sus labios-

Giró mi cuerpo y me estampó contra la pared, mi mano lo rodeó por la cintura y sin querer toqué su piel, era como haber dado en el punto ya que sentí su lengua jugar con la mía.

Esto estaba censurado para mi canal mental.

No me alejé cuando metió su mano por debajo de mi playera, supe que él me deseaba tanto como yo a él.

No creo que hoy no –dijo luego de morder mi labio-

Pude recuperar el aliento y nos miramos como dos chiquillos enamorados.

Perdón –dijo luego con una sonrisa- fui muy precoz.

No importa –dije riendo-

Me abrazó fuerte y besó mi cabello.

Era como encontrar mi lugar, caminamos así hasta la sala y nos sentamos en el mueble… no sabía la respuesta a mi pregunta en ese momento ¿Qué significaba ese momento?, ni la menor idea pero lo que sí sabía era que yo amaba estar entre sus brazos y que me gustaba verlo sonreír, estaba sobre mí en el mueble mientras reía viendo “Tom y Jerry”, mi mano fue lentamente hacia su cabellera y mis dedos se introdujeron entre sus cabellos, masajeé su cuero cabelludo hasta que lo escuché respirar de manera pesada.

Jung Shin –le dije-

No me iba a responder pues estaba dormido, tenía una mano colgando y el rostro entre mis pechos.

Niño –le susurré mientras lo miraba-

Subí la manta que estaba por sus rodillas hasta su cuello e intenté salir lentamente, su mano sana me presionó contra su cuerpo en un abrazo.

Basta Jung, tengo que irme –le susurré-

No –dijo con voz somnolienta-

Mañana debo ir a trabajar –dije-

Quédate a dormir, no vayas –dijo-

No Jung Shin –le rogué-

Quédate. ¿Quién me va a hacer el desayuno? –gruñó-

Puedes ir a mi departamento –le dije-

Para que si ya estás aquí –me miró con los ojos entrecerrados-

Basta –le dije-

No hagas bulla que quiero dormir –dijo para luego girar-

Era obvio que lso dos no cabíamos en su pequeño mueble por lo que caímos con el siguiente giro.

Mi mano –se quejó-

Jung Shin –le dije nerviosa-

Pude ver sus gestos y supe que su mano estaba más que mal.

Vamos al hospital –me intenté levantar-

No –se sentó-

No seas bobo vamos –le dije-

Se me va a pasar si te quedas conmigo –me miró con una sonrisa-

Basta –dije entre risas-

Me abrazó y nos acostó en el suelo.

Basta Jung…

No pude terminar su nombre porque cogió mi cabeza entre sus manos y me besó, Jung Shin sabía cómo hacerme sentir bien.