Capítulo 11

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Espera –me tomó Shin del brazo- ¿A dónde vas? –me miró extraña-

Quiero ir a tomar aire –le dije-

Voy a ir a verlos saliendo del trabajo, ¿Quieres ir conmigo?-me miró-

De acuerdo –le dije-

Las manos me temblaban y estaba ansiosa por saber sobre su salud, me mordí las uñas mientras redactaba con total rapidez para poder terminar antes, Shin estaba en la oficina del jefe buscando algunos papeles que le habían encomendado.

La camioneta está hecha un desastre –entró diciendo Sam-

¿Cómo están ellos? –dije de inmediato-

Hanna tiene el brazo raspado y Jung Shin tiene un arañón en la cara, los brazos raspados y la muñeca fracturada –me miró preocupado-

Me sentí apenada por sus lesiones, estaba preocupada… ¡claro! Porque Jung Shin era mi amigo.

Iremos a verlos luego de que acabe nuestro turno –miró su reloj- que por cierto acaba en media hora.

¡Vaya! Al menos no tenía que esperar mucho, miré el reloj del computador cerca de 10 minutos, se me hacía eterno esperar, ¿Por qué me preocupaba tanto?, cuando por fin llegó Shin supe que era hora de irnos. Tomamos nuestras cosas y salimos de un alto del edificio directo a la lujosa camioneta de Sam.

Te veo muy nerviosa –dijo Sam-

Estoy bien –agregué mientras miraba mi móvil-

No tenía ni una llamada, ni un mensaje, ¡Que tonta! Si Jung Shin ni siquiera tenía mi número ¿Qué me pasa?... estuve mirando por las lunas polarizadas la calle, solo quería llegar al hospital, estaba nerviosa... era como si me fuera a casar… los minutos fueron más que eternos y el tiempo se pasó lento, quería buscar el botón de reproducir rápido en mi vida y en realidad no lo hallaba.

Estás conduciendo muy lento -atiné a decir a Sam-

Los dos giraron a verme, Shin que estaba en el asiento del copiloto y Sam que estaba estacionado por el semáforo en rojo.

¿Qué? –dije-

¿Estás preocupada por Jung Shin?-dijo eufórica mi mejor amiga-

So-Son nuestros amigos –grité-

A otro perro con ese hueso –me señaló con su dedo acusador Sam-

Me quedé callada mirando el interior de mi bolso, me sentí tonta… ¿Por qué me sentía así? Me volvía  preguntar, era una sensación rara y extraña, era como subir la montaña rusa y querer bajarla… pero en este caso... ¿Jung Shin era mi montaña? Y…

Señorita “conduces muy lento” –dijo Sam-

Giré la cabeza para verlo sosteniendo la puerta, habíamos llegado al hospital.

Salí de la camioneta y salté al asfalto por lo alto que era… di unos pasos y ya estaba dentro del hospital.

El director dijo que ellos estaban en el tercer piso –dijo Sam-

Vayamos en el ascensor –señaló Shin las puertas plateadas que se abrían-

Caminamos hasta el ascensor y fui yo la que presionó el botón número tres.

¿Estas apurada por ver a Jung Shin? –dijo Shin riendo-

No –dije nerviosa- son nuestros amigos y estoy preocupada por ambos.

El ascensor iba lento, lo sentí así, era como pasar por un túnel sin salida, estaba golpeando mi tacón con el piso alfombrado, mirando el suelo cuando las puertas se abrieron, era libre.

Para mi mala o buena suerte, la verdad que en ese momento dudé, Jong Hyun estaba frente a nosotros esperando supuse el ascensor.

Hola –gritó Sam-

Hola –dijo viéndonos-

En ese momento estaba entre la espada y la pared, Jong Hyun mi amor de toda la vida estaba frente a mí, mientras que a unos pasos se encontraba Jung Shin, mi amigo… ¿Mi amigo? Si eso era.

Vayamos a ver a Jung Shin –dijo Shin-

Su mano pasó de estar en su bolso a la mía, me jaló y dejó a Sam detrás de nosotros, la mirada de Jong Hyun me siguió, yo solo lo seguí hasta cierto punto para luego girar y encontrar la placa de la habitación.

Se supone que aquí están los chicos, aunque no sé si aquí –señaló la placa que decía 102 y la otra que estaba al lado que decía 103-

Di un paso y abrí por instinto la 102, siempre me habían gustado los números pares, para mi suerte y alivio, ahí estaba Lee Jung Shin.

Hola –dijo con una sonrisa-

Era como regresar a la vida, una sensación de tranquilidad me invadió cuando vi su perfecta sonrisa, tenía un parche en el lado izquierdo, para ser exacta sobre su mejilla.

Aquí está –dijo Shin-

La miré extrañada y avergonzada.

Estuvo desesperada por venir –dijo Shin-

Obviamente le hablaba a Jung Shin, quien sonrió y me miró.

No es cierto, estaba preocupada por los dos –aclaré-

Los dejo –habló Shin- debo ir a ver a Hanna.

Salió casi corriendo de la habitación, dejándome sola con Jung Shin.

Gracias por venir –me miró- ya me siento mejor.

Miré su mano que estaba vendada, no parecía una fractura como había comunicado Sam.

Tu mano –la señalé un tanto nerviosa-

Solo me doblé la muñeca, me arañé la cara y me raspé los codos –sonrió- no es nada que no pueda soportar –sonrió ampliamente-

En ese momento lo admiraba, aún después de haber sufrido un accidente él estaba feliz.

Quiero pedirte un favor –dijo intentado sentarse-

Lo noté incómodo cuando apoyó su muñeca por  lo que tuve que acercarme a ayudarlo.

Dime –le dije casi a su lado-

¿Puedes… ayudarme, verás… no puedo mover mi mano y necesito ir a mi departamento, necesito lavarme los dientes y lavarme la cara… también debo cocinar y…

Está bien –le dije- para eso estamos los amigos –le sonreí-

Noté un cambio en su expresión… ¿Lo había dejado en la friendzone?, por último ni siquiera era la friendzone, llevábamos poco de conocernos y ya era bastante mi preocupación por su salud, mientras peleaba con mis diablos internos no noté cuando Jung Shin me estaba mirando.

Es la primera vez que te veo con ese color –sonrió y señaló mi saco de paño azul marino-

Es nuevo –agregué-

Te queda muy bien –sonrió-

Shin entró.

Encuadra, enfoca y dispara / JungShin / CNBLUE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora