Mauro
Ante la pregunta de Valentina, todos los recuerdos se vinieron a mi cabeza al toque y la realidad es que necesito desahogarme con alguien, porque la verdad completa solamente la sé yo. Además ella compartió conmigo cómo se sentía en sus clases de baile, y creo que sería buen momento que sepa lo que guardo.
—Martina fue mi primera novia, esa que deja marca, viste —empiezo contando—. Cuando la conocí yo tenía dieciséis y ella diecinueve, y no miento al decir que era la chica más perfecta de todas por dentro y por fuera, o eso quería aparentar. Era como que cada cosa suya me volaba el bocho, onda me hacía capaz de cumplirle todos los caprichos o antojos que tuviera hasta que eso pasó el límite.
Un sentimiento de tristeza se me viene encima en un instante, pero dejo salir un largo suspiro y sigo. Puedo ver cómo Valentina respeta mis tiempos para hablar escuchando con atención mientras sigue con el mate.
—Hubo un tiempo en que Martina comenzó con la mala junta, el alcohol y otras giladas, y para mi mala suerte me arrastró pidiéndome por favor que no la dejara sola en esa; como un pelotudo pensé que haciendo todo lo que quería iba a seguir conmigo.
—Y caíste, ¿no?
—Sí, lo hacía todo por ella —confieso tragando saliva muy fuerte—. Pero al poco tiempo me entero de que se hablaba con un tipo como veinte años más grande, y eso me dejó hecho pelota. Encima eso fue algo que mis amigos me decían constantemente, pero como el amor que tenía por Martina era re ciego, nunca les había creído hasta que lo vi con mis propios ojos cuando le enviaba mensajes a ese flaco mientras estaba conmigo.
Al contar esa parte de la historia, mis manos empiezan a temblar y la transpiración se adueña de mi cara al instante. Vuelvo a suspirar para calmarme y sigo relatando.
—En fin, fue una relación tóxica que por suerte terminó, pero de la que nunca pude desprender ciertas cosas o pensamientos. Es como que a veces me agarran esos bajones con recuerdos de todas las cosas horribles que me decía Martina —concluyo—. Y después la conocí a Ana pensando que me iba a sacar de ese pozo, pero me hundió cada vez más. Son momentos que quiero borrar de mi cabeza porque me afectan más de lo que creo, y odiaría que me pasara estando con alguien que realmente me haga bien.
De la nada comienzan a mojarse mis ojos con algunas lágrimas, y Valentina sin decir absolutamente nada me abraza fuerte. Yo apoyo mi cabeza en su hombro y de nuevo suspiro bien profundo; realmente necesitaba esto hace años, un abrazo que se sintiera así de sincero era lo que tanto me hacía falta.
—Mauro —dice suave mientras levanto mi cabeza—. Quiero que salgas de esta, quiero que estés bien. Así como vos me fuiste ayudando a soltarme, yo necesito hacer lo mismo con vos. Te lo digo como amiga, en serio.
—Pero no es necesario que lo hagas, no lo tomes como obligación.
—No, para mí no es ninguna obligación —dice firme—. Es más, esto es algo que, en mi opinión, requiere que lo trates con un profesional.
—¿Decís que vaya a un psicólogo? —pregunto incrédulo enarcando una ceja.
Valentina asiente y me mira calmadamente. Creo que me tiene más confianza en esto que yo mismo.
—Sí, y no pienses que es algo de locos. No caigas en ese error —responde señalándome—. Es más que sano, porque tu salud mental también es importante.
—Pero no tengo constancia para nada, menos voy a tener para eso, Valen.
—Pero yo puedo acompañarte a las sesiones todas las veces que necesites para que te sientas seguro, y para que sepas que no estás solo en esto —explica intentando convencerme—. Tampoco te quiero presionar a que lo hagas sí o sí, pero creo que sería adecuado si además te ayuda alguien que sabe de esto más que yo.
Pienso un toque lo que me plantea, y la verdad no estaría tan mal. Nunca fui porque, ahora que lo analizo, nunca tuve la compañía apropiada; pero si ella se ofrece a serlo, entonces podría.
—Bueno, aún no prometo nada —digo atajándome—. Pero en lo que queda de la semana te confirmo qué onda.
Valentina me sonríe contenta con los ojos brillantes y me abraza de nuevo, y esta vez agradezco internamente por poder contar con su apoyo.
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Hola, lectores herrrrmosos!!! Les traigo el capítulo 14 para celebrar que Complementados ya superó las 700 lecturas y real que me parece increíble.
Confieso que este es un capítulo en donde puse mucho sentimiento a la hora de escribirlo, porque quiero dejar un buen mensaje a lo largo de la novela.
Y también, por más que no me lo haya pedido, se lo dedico a @mendesletter porque es una lectora súper fiel ♥
Que lo disfruten muchoooo. Y de paso cuéntenme qué les va pareciendo la historia!!!
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Complementados | Lit Killah
FanfictionElla es una dedicada aprendiz de danza clásica que siempre fue educada para alcanzar la perfección. Él es un buen chico que fue corrompido por la mala junta y que vive sin proyectar nada de su futuro. Ella será el orden que Mauro necesita en su vida...