Capítulo 18: Da ba dee, da ba die.

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30 años antes...

Nos miramos los unos a los otros, alzando cada uno su cerveza con miradas un tanto tristes, la música de fondo del bar era tenue y nos relajaba un poco. Gwen fue la primera en hablar cuando tosió llamando la atención de mis hermanos y la mía.

—A quitar esas caras tristes, a mamá no le hubiera gustado que estemos con esta cara de velorio en su cumpleaños así que felices cincuenta y nueve mami. —miró hacia el techo.

—Felices cincuenta y nueve. —seguí yo.

—De seguro ahora estarías contenta embriagándote con nosotros. —sonrió Alan.

Juju empezó a llorar, Erin le abrazó.

—Julie —le miró con pena Gwen—lamentablemente la muerte forma parte de la vida, hoy debemos festejar, nada de llanto.

Tori asintió algo apenada, con su mano libre tomo la mano de Alan con cierta lástima y entonces brindamos.

Me concentré en mirar cada una de nuestras manos llevando a chocar nuestros vasos, cada uno ahora llevaba en el dorso de su manos un tatuaje pequeño con el nombre de mamá, fue idea de Alan y de paso teníamos algo más que no uniría como hermanos para siempre.

Y yo, estaba encantada por llevar mi segundo tatuaje y con algo tan significativo.

Tras aquel brindis volvimos a nuestros lugares, yo me dediqué a terminar el cuenco de patatas fritas que había y Juju secaba sus lágrimas e intentaba sonreír.

—Ya, no llores más —le espetó Gwen— te necesito entera para el sábado.

—Creí que se iban a Aspen la semana que viene. —dijo Erin, ahora mirando fijamente su celular.

—No, no sé donde tienes la cabeza hermanita que mi aniversario es mañana.

—A veces me dan ganas de tener esposo para que me regale un viaje de aniversario. —sonreí.

—Tu no aguantarías estar tantos años con un solo hombre. —bromeó Alan.

—Nadie pidió tu opinión. —le miré a mi hermano.

—¿Los niños se quedan con Mimi?—indagó Tori.

—No, yo debo entrar más temprano al trabajo y no puedo llevarlos a la escuela así que se encargará Juju que ahora su jefe la deja entrar un poco más tarde. —mire inquisitivamente a mi hermana.

Juju se ruborizó y terminó la cerveza de un sólo sorbo bajo la mirada de mis hermanos, luego sonrió.

—Sí, me encargaré bien de ellos.

—¿Y cuándo vuelven? —pregunté.

—El viernes próximo, planeo descansar todo lo que pueda, los hijos son agotadores yo no entiendo cómo mamá ha elegido tener seis hijos cuando yo apenas puedo con dos.

Erin se levantó repentinamente de su asiento, su celular ahora iba a sus bolsillos cuando ella torpemente tardo en guardarlo en su pantalón, sólo con mirarla me di cuenta que ella no estaba bien, se veía realmente afectada.

—Voy al baño. — se limitó a decir para luego marcharse.

—Yo tambien. — me levanté.

Seguí sus pasos algo apresurados, logré alcanzarla cuando entramos al baño vacío.

Aquellos ojos tan azules que tenía se inundaron de lágrimas, no dijo nada tan solo me abrazó fuerte y comenzó a llorar como si hubiese vivido el momento más triste de su vida.

Segunda Opción [TERMINADA]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora