Capítulo 21: Cerillo.

63 8 69
                                    


Estoy maravillada por la sonrisa que Martin tiene conmigo en este momento, tiene los dientes tan parejos que su dentista debe estar orgulloso de él.

Lo besé con delicadeza y luego lo abracé para sentir sus brazos alrededor de mí, estamos sudados de tanto sexo, cansados pero aún así no somos capaces de soltarnos en ningún momento.

Tomé su rostro en mis manos, miré sus largas pestañas por encima de sus ojos cafés oscuros, casi negros.

—Creo que tienes los ojos más profundos que vi en mi vida. —le dije.

—¿Por qué?

—No sé, son tan negros. —besé su mejilla.

—Los tuyos son mejores. ¿De quién heredaste? Hoy los tienes un poco más oscuros.

Se levantó dejándome a un lado, se vistió solamente con sus boxers y yo tomé su camiseta para ponérmela, salio de la habitación y corrí en pequeños pasitos para seguirlo.

—De mi padre —le contesté llegando a la cocina—. Mi abuela tenía ojos verdes pero él salió con ojos miel como yo, luego todos mis hermanos tienen azules por mamá.

—Así que eres la adoptada de la familia. —abrió la nevera.

Se bebió la botella de un litro tan rápido, parecía que no tomó en años. Inclinó la botella hasta arriba para quitar la última gota, noté como sus costillas aparecieron.

—Has bajado mucho de peso.

—Sí. —se limitó a contestar cerrando la nevera.

—No estas comiendo bien —afirmé— y me preocupa.

—Estoy bien —se acercó para tomar mi cintura—, estoy comiendo.

—¿Entonces por que estás tan flaco? Se te notan los huesos.

—No seas exagerada.

—No estoy exagerando. ¿Realmente te estás cuidando? —inquerí.

—Estoy comiendo lo normal y sigo yendo al gimnasio, no sé qué pasa.

—¿Por qué no vas al doctor?

—No tengo tiempo. —me soltó caminando hacia la sala, se tiró al sofá.

—¿Me prometes que irás al doctor?

—Lo prometo. —acarició a Max cuando se le subió encima.

Me está ignorando, tendré que ser más firme la próxima vez, quizás esté estresado este último tiempo nos hemos estado viendo poco. No quiero parecer una novia tóxica insoportable.

Pues, no soy su novia…. no somos nada.

Todavía...

Volví a la habitación, recogí mi ropa y me di una ducha rápida. Guardé todas mis cosas y una vez lista volví a la sala, él seguía en el mismo lugar, mirando televisión y Max ahora dormido sobre él.

—Tengo que irme, Constance, la hermana de Chris me espera.

—Dame un minuto y te llevo. —se levantó, Max se bajó.

—No eres mi chofer —arrugué mi cara—. Descansa.

—¿Cuándo te veo de nuevo?

—Quizás el fin de semana —acomodé mi bolso en mis hombros y lo besé—adios.

Bien, debo correr al otro lado de la cuidad porque Constance quiere verme.

Sí, eso es lo que Juju me dijo ayer antes de irse con Chris, ahora prácticamente vive con él, nunca está en casa.

Segunda Opción [TERMINADA]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora