Niños malos [#C.H 1] |COMPLETA|

II

Me había tomado mi tiempo para venir a la ONU, venir a estas reuniones a pesar de ser una de mis obligaciones se me hacían de lo más tediosas.
Suspiré con pesadez viendo la hora en mi reloj y aplaste el cigarrillo pisándole con la suela de mis zapatos, caminando al ascensor que me iba a llevar al piso de la reunión, apreté el botón del piso mientras que con mi mano libre tiraba del nudo de mi corbata, aflojando lo un poco, esto de los trajes no eran lo mío, menos con el frío que hacía, allá hacían unos 35° a sombra y acá me estoy cagando de frío.

—Stop the elevator! [¡Detengan el ascensor!]— ese grito me tomó por sorpresa, haciendo que meta la mano y detenga la puerta que casi se cierra, está se abrió de nuevo y un apresurado USA entró mientras que respiraba agitada mente, este me miró por unos tres segundos y decidió ignorarme.

Nosi, traka palanka amigo, ni quería que me des las gracias total.

Los dos nos quedamos en un muy largo silencio. Mi relación con el gringo estaba dentro de todo bien, éramos socios en varios negocios, además de que era uno de mis clientes más frecuentes, por lo tanto, tenía que tener diplomacia con él.

—¿y qué honda gor? ¿ya no saludas?— pregunté con tranquilidad, pero de inmediato me quise pegar una piña, lo había llamado gordo, USA todavía trataba de dejar atrás su pasado oscuro con la comida rápida, bue igual lo íbamos a llamar gordo puto.

—How are you Argentina? [¿Cómo estás Argentina?]— cuando iba a contestar la puerta se abrió dejando ver el lugar de la reunión haciendo que USA salga como si tuviera un cohete en el culo, y boe, yo no me iba a quedar parado en el ascensor con cara de nabo.

—¡Te doy y no consejos!— me grito el puto de Venezuela desde la otra esquina de la sala, haciendo que varios países que ya estaban ahí se volteen a verme a mí y al muerto de hambre.

—¡¿A cuánto la hora?!— me gritó México.

—¡Cierren el orto manga de culiados! seré puta pero no barata— les grité acercándome con una sonrisa— neaaa se hacía de la burguesía y no tenía ni pa' las facturas— mis compas soltaron una carcajada y yo me les uni.

—Que bueno que te decidieras por venir Argentina— aquella voz me sobresalto.

—¡La concha de la lora!— grite cuando sentí la mano de la ONU apoyarse en mi hombro, dándome la vuelta para encararlo— chabón, alto cagazo aparecerte así de la nada.

—Oh, disculpa, no quise asustarte— le reste importancia con un vago movimiento de manos— pasen todos, tenemos que comenzar con la reunión.

—¿Cómo anda la people?— saludé a todos en general, entrando junto con la ONU, México y Venezuela.

Me iba a sentar donde siempre, al lado de Uruguay, hasta que vi que todos los carteles con los lugares asignados estaban todos mezclados.

—¿Pero qué hizo el mamahuevo de la ONU?— Venezuela también buscaba su lugar por todos lados, al ver que también lo habían cambiado.

—Decidí sentarlos cerca del país con el que tengan más conflictos, tanto a lo largo de la historia como actualmente— dijo alegremente la ONU, yo gritaba internamente.

—Uh wacho, me re jodieron— anuncie en voz alta al ver dónde estaba mi lugar, nada más al lado de EE.UU y Reino Unido.

Pero nooo, no eran los únicos que estaban para ese lado, también estaban: Francia, Alemania, Suiza, Japón, España, Bélgica, Canadá, Italia, Suecia, Irlanda, Rusia, Australia, Noruega, Dinamarca, Chile y Ecuador; nada más y nada menos con todos los que tenía algún conflicto de reclamo o les debía guita. Papa al horno, estos me dejan en boxers con suerte.

—¿Pero cómo me van a poner al lado de ese gringuito culon?— reclamó Venezuela a mi lado.

Pensaba lo mismo, nos mandaron con los barra brava los hijos de puta, suficiente tengo con tener que venir a la cede de la ONU que está en la punta de la mierda para que ahora me hagan tener que compartir espacio con los que ahora me miran con un odio.

—Cuba— dijo con odio México al ver que se sentaba justo al lado de él, también le debía guita a México pero él era piola y no me reclamaba nada.

Aguantando la respiración me fui a sentar en medio del gringo y el inglés, quienes se hicieron a un lado dejando espacio para que me siente.

—¿Cómo está gente linda? ¿todo bien? ¿qué tal el clima?— saludé a todos, se me destapaba la jeta cuando me ponía nervioso, y estaba nervioso.

—Argentine— me di la vuelta para ver a Francia detrás mío, tremenda hembra era pero también era tremenda perra.

Dios, si Italia me escuchará me partiría la jeta, bah, si no es ella es el inglés.

—Si decime.

—je pense que tu me dois quelque chose [me parece que me debes algo]— la francesa y su acento me volaban el bocho.

De nuevo, el inglés te volaría los dientes si te escuchará.

—Ahh mira vos, cualquier día nos sentamos y los discutimos con unos mates, temprano para que no se haga de noche— parecía relajado, hasta tenía el coraje de hacerme el gracioso, pero era porque estaba nervioso, todas estas potencias tenían el poder de borrarme del mapa si no fuese porque la ONU no los dejaba.

La ONU empezó su reunión de mierda y yo trataba de concentrarme en eso, hasta que me empezaron a pesar los párpados, y era porque me estaba relajando, al principio todos esos países me ponían los pelos de punta, pero me fui relajando, porque era Argentina, yo era pecho frío, me la bancaba todas, y me las iba a bancar a cada una de estas potencias si hacía falta.
Me fui encorvando en mi lugar por el sueño que me empezaba a agarrar, hasta que el sueño pudo más y me dormí por una milésima de segundos, y fueron milésimas porque el bocho me rebotó en la mesa por el tremendo cabezazo que me comí.

—La concha de la lora— putee mientras me masajeaba la frente, que era donde había dado el cabezazo a la mesa. Luego note el silencio que se había extendido por toda la sala y como todos se giraban para verme.

Lpm, el micrófono estaba prendido.

Llévame dios, llévame antes de que alguien de acá me mate, o antes que yo me mate.

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Yyyyyyy bue, ya había tardado demasiado Argentina en crear bardo o auto humillarse jsjsjsj.

Les recuerdo que esta historia ya está terminada, por lo tanto no habrá que esperar demasiado para actualizaciones, quizás un capítulo por día.

Sin más que decir les mando un beso grande mis bochas de helado.