—¿No te vas a defender?— pregunto Rusia aún molesto, pero yo me quedé callado.
Nazi. Mi amor frustrado y visto como mierda por todos. USA luchó tanto para que no estemos juntos que termine apoyando al bando que amenazaba con desaparecerte, ayudando al proceso de matarte. Por tantos años pensé que te había matado, que yo había contribuido a su muerte, o eso es lo que pensaba. Empecé a llorar, tan patético como eso suena.
Nazi y yo teníamos historia, tanta que dolía. Me apoyo, me apoyo y estoy seguro que me hubiera seguido apoyando en lo que sea, pero yo, le di la espalda, me convertí en un traidor y todo porque me deje lavar la cabeza por USA.
—¿Argentina?— ONU se acercó, viendo que estaba llorando, tratando de consolarme seguramente, o tratar de averiguar lo que me pasaba.
Si Nazi estaba así era por mi culpa.
No aguantaba un solo segundo más aquí, quería salir, por eso me di la vuelta para irme, quería irme, y no me importaba dejar una reunión sin culminar, de nuevo.
—¡Hey! Argentina, you can not go well as well as [no puedes irte así como así]— quiso que me quedará Estados Unidos, y estallé.
—¡Déjame ir!— grité enfrentando a todos en esa sala, apreté mis dientes por inercia, aguantando las lágrimas como podía, pero el nudo en mi garganta se hacía más fuerte, me molestaba más, me hacía sentirme débil por cada segundo que siguiera parado en frente de ellos, todos juzgandome porque ame a alguien— por favor...— suplique con la voz rota, haciendo que USA se congelara, su rostro pasmado y hasta dolido— déjame ir.
Empecé a correr lejos de la sala y nada más salí al pasillo me metí en un baño, poniéndome en medio del espejo y un lavamanos, me apoye en el mismo y empecé a llorar, porque me dolía, dolía mucho. Yo sólo quería amarlo, aunque estuviera mal, aunque doliera, aunque me costará, quería apoyarlo, quería quererlo ¿por qué no me dejaron?
—Argie— Inglaterra entro al baño, y me vio llorando, con la cara roja y con las lágrimas mojando mis mejillas, no me importó, no me importó que me viera en ese estado, porque yo solo quería sacarlo todo, quería dejar de sentir.
—Yo lo quería— le confese, con la voz rota— lo quería tanto que dolía, y ustedes me obligaron, tu hijo me obligó— le dije con odio— déjame.
—No— Inglaterra se acercó, me agarró del brazo y me abrazó, con fuerza, haciendo que me sienta peor, haciendo que lloré más fuerte— It's okay to cry… [Está bien llorar]— me aferre a su camisa, haciéndola un puño— it is good sometimes collapsed… [Está bien a veces derrumbarse]— empecé a llorar como un nene de 5 años, pero lo sentía liberador, lo sentía necesario, y sabía que necesitaba aferrarme a alguien para no caer a pedazos.
Quizás esa fue la razón por la que Chile y yo nunca funcionamos, porque yo lo estaba usando para sacar otro clavo y lo que pasó después fue el karma pasándome factura, nada más. Pero dolía, dolía tanto que solo quería caerme a pedazos, buscando luego la forma de reconstruirme, solo y sin ayuda— it's okay [está bien] It's okay, Argie [Está bien, Arge].—¿Por qué estás acá?— le pregunté después de un rato de haber llorado, todavía lloraba, pero ya no era tan escandaloso.
—oh Argie— Inglaterra se separó de mi y apoyo sus palmas en mis mejillas, mirándome con lágrimas que no terminaban de salir— when i saw you lose your humanity, even if it was only for a few seconds, those seconds were the most horrible oficina my life. [cuando te vi perder tu humanidad, aunque fuese sólo por unos segundos, esos segundos fueron los más horribles de mi vida]— me confeso, todavía con lágrimas sin salir que brillaban sobre sus ojos— I could only think "please, he does not, please do not" [Solo podía pensar "por favor, él no, por favor no"].
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Niños malos [#C.H 1] |COMPLETA|
General FictionArgentina casi nunca tenía malas intenciones, casi siempre andaba caliente y todo el tiempo se hacía el paciente. Argentina sabía que nadie era un santo, que el mundo era un espanto y que todos eran malos. Sabía que los países deforman el mundo a su...