Ucrania me besaba, de forma suave, pero sin dejar de ser pasional, era un chape lento que me estaba volando el mambo, había pasión y lujuria, no me molestaba para nada aquello, después de todo Ucrania había prometido demasiado cuando me chamuyo en la cocina.
Ucrania me tiro a la cama con algo de violencia, no me molestó. Él se sacó la camisa, con brusquedad y sin perder tiempo, se sacó la corbata que tenía y con el torso desnudo empezó a gatear para llegar a mi, lo que me pareció lo más caliente que pudo hacer, haciendo que este jadeando de la expectación, Ucrania me besó de nuevo, con ferocidad mientras yo pasaba mis manos por su nuca, pero el dirigió sus manos a las mías y las quito de ahí, las puso sobre mi cabeza y haciendo un nudo rápido las ató a la cabecera de la cama, luego paso a besarme el cuello, descendiendo hasta mi pecho mientras que sus manos divagaban por mi cadera hasta llegar a mi entrepierna, tocándome haciendo que arquearse la espalda, Ucrania se separó de mi y se sentó sobre sus rodillas haciendo que me quejará porque se haya separado, pero luego sonrió y de un movimiento brusco me saco el jean que todavía tenía puesto, sacándome el boxer en el proceso, empezó a estimularme masturbándome haciendo que retorciera, quería tocarlo, sentía la tremenda necesito de tocarlo, pero sabía que atado de manos no iba a poder hacer mucho. Ucrania sabía lo que hacía, luego, cuando mi pene estaba complemente erecto metió un dedo en mi interior haciendo que gima retorciéndome bajo su atenta mirada, pasó a meter otro dedo mientras que yo apretaba mis nalgas, arqueando aún más mi espalda.
—U-Ucrania— gemí su nombre sintiendo mi rostro sonrojado, vi como Ucrania abrió los ojos y se abalanzaba hacía mí, le gustaba que gima su nombre.
Pasó a sacarse el pantalón moviendo sus dedos haciendo que gima de manera más audible, luego beso mi pecho ascendiendo hasta terminar en mis labios una vez más.
—Por favor— gemí haciendo nuestros labios se separaron, y es que ya no podía seguir con el juego previo, quería que entre de una jodida vez.
Ucrania sonrió y casi de inmediato se introdujo en mi dándome una estocada profunda, placentera y salvaje haciendo que gima su nombre sobre sus labios, más embestidas le seguían, haciendo que la cabecera dela cama golpee una y otra y otra vez contra la pared.
—Más rápido— pedí sintiendo las caricias de Ucrania por todo mi cuerpo, mis brazos, mis caderas y mis piernas, me trababa con cuidado y brusquedad.
Ucrania aceleró su ritmo mientras deseaba y gemía conmigo, mientras yo luchaba por liberar mis manos y poder tocarlo de una maldita vez.
Los músculos de mi estómago bajo se contrajeron y una oleada de placer me recorrió todo el cuerpo terminando en un orgasmo, disparando mi semen a mi estómago como a de Ucrania, Ucrania también se vino soltando un gemido, luego prosiguió a sonreirme mientras desataba mis manos, haciendo que yo me siente en la cama y ambos nos miremos con una sonrisa, eso había estado jodidamente bien.
—No he terminado contigo—murmuro mientras que su mirada se oscurecía.
—Amo tu energía— le dije sonriendo también gateando para sentarse en su regazo y volver a comenzar, pero está vez, yo lo iba a atar a la cabecera de la cama.
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Me desperté levemente desorientado, sin saber dónde estaba o con quién, y tarde unos 5 segundos en recetear mi cerebro para darme cuenta que estaba en el territorio de Ucrania, con él desnudo todavía en la cama, ni idea qué hora era, pero estaba sudado y me hacía algo de calor, por eso, decidí pararme de la cama sin hacer ruido y dirigirme al baño de la habitación.Cogimos así que dudo que me diga algo por usar el baño.
Me bañé de forma veloz, poniéndome la ropa que había usado ayer, una camisa azul francia, unos jeans negros y mis zapatillas, casi siempre vestía así para algún evento fuera de mi país, pero en mi territorio andaba como un croto.
Me peine el pelo con los dedos y me enjuague la boca buscando entre los bolsillos de mi ropa mi celular, dispuesto a pedir que me saquen de acá y me lleven a mi territorio, sin ofender a Ucrania pero no podía quedarme hasta que se le ocurra despertar.
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Niños malos [#C.H 1] |COMPLETA|
Narrativa generaleArgentina casi nunca tenía malas intenciones, casi siempre andaba caliente y todo el tiempo se hacía el paciente. Argentina sabía que nadie era un santo, que el mundo era un espanto y que todos eran malos. Sabía que los países deforman el mundo a su...