Capítulo 13

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—Es un nudo de los Celtas —comenté mientras salíamos de la cabaña

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—Es un nudo de los Celtas —comenté mientras salíamos de la cabaña. Si seguía dentro comenzaría a hiperventilar o algo.— Tiene muchos significados así que no podemos estar seguros de que quiere decir y mucho menos de porqué está ahí. Lo único que sé es que me da escalofríos y ya quiero irme.

—Aún así debemos investigar qué significa—proclamó, alzando un poco la voz. Parecía realmente preocupado. — No quiero enterarme por las malas que anda una secta satánica o algo parecido por el pueblo.

Solté algo parecido a una risa, aunque en verdad no tenía energías para ello.

—No creo que sea una secta, pero tampoco creo que sea bueno.

Roy guardó su celular y seguimos caminando hasta que oímos la voz de una chica. Me detuve en el instante en que divisé una cabellera blanca y luego otra rubia.

—¿Qué hacen aquí? —les pregunté una vez estuvieron frente a nosotros. Ellos nos miraron perplejos, como si no esperaran vernos en medio del bosque. Nosotros estábamos igual.

—¿Qué hacen ustedes aquí? Es peligroso. —atacó Alain, muy a la defensiva.

—Lo mismo les digo a ustedes. —Solté algo enojada.

—Soy Dana.—intervino la rubia, guiñando con descaro al castaño.— ¿Cuál es tu nombre, guapo?

—Roy —habló con tono cansino y luego me miró. — Ness, no hay tiempo para esto. Tengo hambre y muchas cosas que hacer.

Antes de que yo hablara, la voz coqueta de la rubia le contestó. Dana se acercó a mi hermano postizo moviendo sus caderas, haciéndole ver salvajemente provocativa.

—Que coincidencia —sonrió hacia mí, con esa sonrisa socarrona que detestaba. Luego volvió a Roy, posando una mano sobre su pecho y lo miró a los ojos. — También tengo hambre. Mucha, mucha hambre.

Alcé una ceja, sus palabras me dieron una sensación desagradable. Bueno, ella era desagradable. Miré enfadada a Alain por no controlar a su hermana y luego interpuse mi brazo entre Roy y la chica, apartándola con algo de fuerza.

Ella me observó con odio pero no dijo nada.

—¿No quieren ir a comer pizza? —preguntó Alain, ignorando la tensión en el ambiente.

Yo lo miré sin entender, era pésimo adaptándose al contexto. Roy que ya estaba incómodo por la descarada insinuación de Dana, me miraba preguntándome quién era ese niño inoportuno.

—No. —solté rápidamente— Estamos en algo, así que si nos disculpan...

—Bien, pero no deberían volver por aquí —advirtió la rubia, cruzándose de brazos. Nadie le hizo caso.

—Nos vemos. —escuché decir a Alain.

Le otorgo una mirada, sin hacer mucho caso a sus palabras y nos fuimos para cruzar el bosque y poder llegar hasta el auto.

Valle de lágrimas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora