Kakashi casi no durmió por pensar en el remitente de las flores. Para su mala suerte tenía que asistir a una misión, así que de mala gana se despertó, se aseó y salió de su casa.
"Vaya, solo voy media hora tarde" se sorprendió.
La misión era fácil y rápida, así que para el anochecer estaba entrando a Konoha tras haber concluido exitosamente con su deber.
Ahora debía rellenar su reporte e ir a entregarlo, como siempre tomó el formato y ralloneó su nombre, después en un garabato informó: "Todo salió bien. Misión exitosa"Kakashi nunca entregaba un informe decente y en la oficina de recepción todo el mundo lo sabía. Tsunade se lo reprochaba cada que podía pero nada haría cambiar al ninja que copia.
¿O sí?
Se dirigió a la Torre Hokage, estaba por entrar al lugar de entregas cuando escuchó dos voces dentro y sus dotes de ninja no le dejaron perderse la conversación.
— Te estresarías menos si tuvieras un solo trabajo— reconoció la voz de Shizune.
— Tú solo tienes uno y estás peor que yo. Digamos que no eres las más adecuada para decir eso— contestó una voz dulce pero masculina.
"Es Iruka" pensó el peliplata.
— Es porque Lady Tsunade es la Hokage y cómo su asistente debo estar pendiente de todo.
— Hm, en eso tienes razón.
— Deberíamos salir algún día para relajarnos. El trabajo nos explota— se quejó la pelinegra.
— Podemos ir a un bar mañana, deberías invitar a Genma eh— se burló el chunin.
— ¡Cállate!
Su conversación fue interrumpida por el jōnin peliplata que ingresaba a la oficina.
— Hola Iruka, hola Shizune— saludó.
— Ho- hola Kakashi— contestó nerviosamente el moreno.
— Hey Kakashi, ¿te gustaría venir mañana al bar con nosotros? Puedes decirle a Gai, Asuma y Kurenai— sugirió la mujer.
— Claro, ¿a qué hora?
— A las diez.
— Mmm, mañana saldré tarde de aquí, supongo que los alcanzaré allá— dijo Iruka mientras que con el dedo se sacaba un mechón de cabello de la coleta.
Kakashi se perdió en los movimientos del menor, aquellos cabellos marrones cayendo de manera despreocupada en la cara hermosa de Iruka eran difíciles de pasar por alto.
"¿Qué diablos piensas Kakashi?" se regañó.
— Bien, entonces los veo mañana— se despidió el Hatake y prácticamente salió huyendo.
¿Qué fue eso?
Miró su mano percatándose que olvidó entregar el informe.
— Tsk.
¿Desde cuando se ponía nervioso con alguien? Conocía a Iruka, y podría decirse que eran amigos, aunque el moreno siempre era tímido, se sonrojaba todo el tiempo, e incluso a veces lo evitaba. Pero también había ocasiones en las que pasaban un buen rato hablando y se sentía bien.
Quizás no eran íntimos amigos pero tampoco desconocidos.Aún así, eso no explicaba su repentino nerviosismo ante la belleza del más joven. Siempre consideró que Iruka era quizás el hombre más bonito en la aldea, pero jamás le había afectado ese hecho.
"Seguro es el sueño" se dijo a sí mismo y se dirigió a cenar algo.
Aún en Ichiraku sus ideas iban de la flores misteriosas a la cara bonita de Iruka. Lo mismo una y otra vez.
Llegó a su hogar, se quitó los zapatos y aquel chaleco verde.
Dejó el informe en la mesa y entonces lo miró.¿Valía la pena?
Recordó que Iruka había mencionado que al día siguiente estaría trabajando en la oficina de recepción. Así que si Kakashi entregaba el reporte durante su turno, probablemente el lo recibiría.
"Me da un poco de pena que vea mi caligrafía"
El peliplata se sentó, tomó una pluma y una hoja vacía. Rellenó de nuevo el formato, esta vez con letra legible y especificando que había ocurrido en la misión.
Suponiendo que su esfuerzo había sido suficiente, dejó la hoja en el comedor y se fue a dormir.
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Una flor en mi libro
FanficAquella peonia blanca misteriosa que apareció en el libro del Hatake ¿tendría algún significado?