Kakashi llegó a su hogar después de dejar a Iruka en su casa. Sin embargo no podía dormir, un sentimiento cálido se instaló en su pecho, un sentimiento agradable.
— Iruka.
Giró su rostro hasta su mesita de noche, donde había colocado aquella peonia en un florero. Diario le cambiaba el agua, y leyó que ponerle unos cubos de hielo a la misma iba a hacer que viviera un par de días más.
Suspiró. Aún no sabía quién le había regalado la flor, pero una parte de él quería que fuera Iruka.
— ¿Podría ser? El huele a vainilla.
"Pero ni siquiera sé si es gay"
"Iruka es tímido, ese es otro punto a favor"
"¿Pero por qué se enamoraría de mi?"
Frustrado se giró en la cama y se obligó a dormir.
Los rayos de sol se hicieron presentes en la piel de Hatake interrumpiendo su sueño.
Sábado. Realmente no hacía nada especial. Se aseó, limpió su casa y entonces una idea descabellada le invadió.
— ¿Qué estará haciendo Iruka ahora?
El castaño le había rechazado porque tenía el día ocupado pero ¿que sería? ¿y sí andaba de novio? ¿y sí está con alguien más?
"Estaría bien que lo supiera, así no me hago ideas que no son"
"Pero eso significa espiarlo"
"No debes espiar a Iruka, es inmoral e irrespetuoso"
"¿Pero que estará haciendo?"
"Una miradita y me regreso, lo juro"
Después de un debate interno sobre lo que debería hacer, ganó la curiosidad.
Ni siquiera se molestó en colocarse el chaleco, salió de su hogar únicamente con la chaqueta y el pantalón azul de su uniforme ninja.
Kakashi se dirigió al edificio de Iruka, frente a este había un árbol, así que trepó en el y se sentó en una de las ramas.
"Creo que aquí no podrá verme"
Espero diez minutos, que luego fueron veinte, después treinta, hasta que la puerta del edificio se abrió y el profesor salió.
Traía puesto el uniforme, en su espalda colgaba una mochila y además llevaba una canasta en la mano.
Espero a que comenzara a avanzar para seguirle, el jōnin se escabulló por arbustos, árboles y tejados, hasta que Iruka entró a un edificio que hizo que el corazón de Kakashi se estrujara."Orfanato de Konoha"
Se bajó del árbol y rodeó el lugar hasta que encontró una ventana donde se pudo meter, salió de aquel cuarto para estar en el pasillo, cerca de la recepción.
No podía ver a Iruka pero percibía su olor y su chakra, además de otro aroma más. Puso toda su concentración en intentar escuchar la conversación entre el chūnin y la otra persona.— La semana pasada no pude venir, así que les hice unas galletas a los niños para compensarlos— dijo Iruka.
— Qué bien, la última vez se desanimaron un poco, seguramente hoy estarán muy felices por verlo.
— Voy a pasar, entonces.
— Adelante Iruka.
Kakashi se ocultó al ver al castaño entrar al pasillo.
"Por favor que no entre a este cuarto" pensó el peliplata.
El chūnin siguió avanzando hasta entrar a otra habitación. El ninja que copia salió por la ventana y de nuevo estaba fuera del edificio. Se agachó para observar ventana por ventana. Hasta que miró a través de un vidrio a un grupo de niños de cinco años quizás sentados en el suelo mientras un sonriente Iruka les repartía galletas.
"Qué lindo es"
— Bueno niños, el día de hoy vamos a continuar con la lectura del cuento.
— ¡Sí!— exclamaron felices.
Iruka se colocó tras un pequeño telón y con dos marionetas comenzó a contar una historia. Los niños lo observaban con verdadera intriga, ¿el príncipe iba a derrotar al dragón?
Hasta el mismo Kakashi tenía curiosidad pero decidió que era mejor volver a su casa. Sin que nadie lo notase se retiró, con una sonrisa escondida tras la máscara.
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Una flor en mi libro
Fiksi PenggemarAquella peonia blanca misteriosa que apareció en el libro del Hatake ¿tendría algún significado?