Capítulo 6

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Amelia

Estaba desayunando, comiendo mis cereales con leche mientras las palabras de Daniel retumbaban en mi cabeza.

      Tú me perteneces al igual que yo a ti, nadie jamás podría cambiar eso entre los dos 

Deje la cuchara enojada, a la mierda. Era impresionante en como insistía en lo mismo, yo no le pertenezco, en ese momento llegaron mis abuelos.

- Hola Amelia - Sonrió mi abuela - ¿Cómo has amanecido?

- Tengo que hablar con ambos - Me miraron asombrados - ¿Se puede saber por qué han apoyado a Daniel?

Estaban callados, estaba harta de esta situación. ¿Por qué lo apoyan? Alguna explicación le habrá dado el idiota.

- Ehhh Amelia - Dijo mi abuelo y alcé una ceja - Él solamente quiere recuperarte 

- ¡A LA MIERDA! - Mi abuela se sobresalto - Primero, me secuestra en un auto. Segundo, interrumpe la parte final de mi comercial. ¿Me va a faltar algo más?

- Él no te secuestro - Reí sarcásticamente - Y sé que hizo mal en interrumpir la última parte 

- Si me secuestro, me llevó en contra de mi voluntad abuelo - Me miro fijamente - Y lo del comercial, repetimos las escenas toda la tarde para ver cuál era la mejor

- Ese muchacho te ama Amelia - Dijo mi abuela - Si lo escucharas 

- ¿Y qué me va a decir? - Mi abuela me miro preocupada - ¿Qué se folló a la zorra de Fátima a mis espaldas?

- Controla tú lenguaje - Dijo mi abuelo, puse los ojos en blanco - ¿Te crees que él vino desde los Estados Unidos hasta aquí para venir a contarte de su aventura con esa muchacha?

- Pues si abuelo - Puso los ojos en blanco - Mejor me voy, tengo cosas que hacer con mi padrino, je les aime 

Deje mi plato en el lavadero y me fui de mi casa. Salí del edificio y Adrien me estaba esperando.

- Bonjour - Sonreí - ¿Cómo amaneciste?

- Bien - Sonrió - ¿Y tú?

- Con una borrachera enorme - Reí - Y eso que tú eres más fiestera que yo 

- Eso es mentira - Alzó una ceja - Bueno, tal vez

- ¿Qué tal si vamos a una discoteca? - Lo mire fijamente - Por favor

- No lo sé - Puso una carita triste - Está bien pero mañana, hoy voy a hablar con mis amigas por videollamada 

- Excelente - Sonrió - Lo haremos cómo siempre, yo te voy a buscar e ir a dejar

- Es tu obligación - Río - Es mentira pero si, yo no tengo una licencia para conducir 

- Deberías tenerla - Negué - Algún día vas a tener que conducir  

- Jamás - Mire fijamente a Adrien - ¿Qué tal si vamos en bicicleta a la oficina de mi padrino?

- ¿En bicicleta? - Asentí - Yo no sé mucho andar y lo sabes 

- Por favor Adrien - Puse una carita triste - Además andar en bicicleta reduce el riesgo de que tengas un infarto cardíaco hasta un cincuenta porciento 

- Vaya vaya, está bien, le haré caso a usted doctora - Reí - ¿Y cómo las vamos a tener?

- Cómo lo hacíamos cuándo éramos chicos, alquilandolas - Alzó una ceja - Adrien, son solo unas cuántas monedas

- Pero Amelia - Alcé una ceja - No tengo dinero

- Yo tengo, no te preocupes - Suspiré - Nos va a hacer bien andar en bicicleta Adrien

EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora