Ella

Capítulo 30

Amelia

Tenía que ir al departamento, algunos papeles importantes de la universidad se me habían quedado allí y tenía que entregarlos mañana. Sobre mi decisión, joder, no sabía ni qué hacer, por más que pensaba no llegaba a ni una sola solución y eso me estaba desesperando. Daniel no iba a estar en el departamento ya que Javier tenía que hablar con él y era la oportunidad perfecta para ir. Llegué al departamento, me dirigí a la habitación y busqué cómo condenada los papeles. 

- Deben de estar por aquí - Suspiré cansada - ¿A dónde demonios están?

Los había encontrado por fin en un cajón, gracias al cielo, estaba empezando a desesperarme. Entonces escuché un ruido gigante en la cocina, me asusté, iba a ir para allá a ver pero recibí un mensaje.

Anónimo: Disfruta de los pocos momentos de vida qué tienes Amelia Romero

Un miedo me invadió, esto tenía que ser una jodida broma. De repente olí un olor totalmente desagradable, mierda, era humo. Salí de la habitación y el departamento se estaba incendiando. 

- ¡MIERDA! - Tosí por el humo - ¡¿POR QUÉ COJONES LOS ROCIADORES NO FUNCIONAN?!

Los rociadores del departamento no funcionaban, maldita sea, iba a acabar quemada. Me dirigí a la cocina para sacar agua, saqué de la llave y lo tiré al fuego. Eso no ayudó, joder, estaba decidida en irme. Me acerqué a la puerta del departamento pero la habían cerrado, entonces recordé el mensaje, por dios. Me acerqué a la cocina para buscar más agua pero sé me cayeron los papeles, dejé mi mochila en el mesón, me agaché pero antes de pararme el refrigerador se estaba cayendo, no tuve tiempo de alejarme y cayó encima de mis rodillas. 

- ¡AYÚDENME POR FAVOR! - Empecé a toser nuevamente por el fuego - ¡AYÚDENME! 

Nadie me estaba escuchando, mierda, apuesto qué todos ya estaban afuera. No quería morir, no así, no quemada, así que saqué mi celular por si acaso. Gracias al cielo, mi celular estaba en la mochila, afortunadamente los tirantes de la mochila eran lo suficientemente largos, pude alcanzar uno, tire de el y la mochila cayó al suelo. Saqué mi celular de la mochila, llamé a mi papá y me contestó a los pocos segundos.

- Hola princesa - Sonreí al escuchar su voz por lo menos una última vez - ¿Cómo estás?

- Papá, el departamento se esta incendiando y los rociadores no funcionan - Escuché su respiración cortarse - Sé cayó el refrigerador, no tuve mucho tiempo y cayó encima de mis rodillas 

- No puede ser, no, no, princesa - Mi sonrisa se desvaneció y las lágrimas empezaron a surgir - No p...

- Si no salgo viva, quiero qué escuches lo que te tengo que decir papá, por lo menos una última vez - Escuché qué estaba empezando a llorar y mis lágrimas cayeron por mis mejillas - Eres el mejor papá qué pude haber pedido, me alegra tanto haber tenido un papá cómo tú, gracias por haberme apoyado todos estos año, por tu comprensión, eres mi inspiración, te amo papá, jamás lo olvides...

- Princesa, yo te amo más que a nada en esta vida, no me digas eso por favor, tú vas a poder salir de allí, ahora mismo estoy pidiendo un avión - Estaba desesperado - No pierdas la fe, mierda, soy un pésimo papá, todo...

- No, no lo eres papá, sé qué has tenido mucho trabajo desde que tengo memoria pero siempre has estado conmigo para todo, hasta en mis peores momentos - Más lágrimas caían por mis mejillas - Te amo papá, al igual que a mis abuelos, Dorothy, mis mejores amigas y...

La llamada se cortó, mierda, se me había acabado la batería. La televisión se cayó y el fuego sé estaba expandiendo. Empecé a recordar recuerdos de toda la gente que había conocido, las repase cómo si todo hubiera pasado en un día, estaba perdiendo la fe cuando alguien tiró la puerta. Entonces, alguien se me acercó rápidamente, era Daniel.