Capítulo 26

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Amelia

Estaba en la biblioteca esperando a dos personas más para un trabajo, a la profesora Eleonor se le ocurrió en el otro momento agregar algo más para el trabajo y la verdad estaba harta de estar esperando. Me fui de la biblioteca y me encontré con George.

- Hola George - Sonrió - ¿Cómo estás?

- Muy bien preciosa - Sonreí - ¿Y tú?

- Feliz, me encantó el auto que me vendiste, es el amor de mi vida - Reí - Gracias nuevamente por habérmelo vendido 

- ¿Es cómodo? - Asintió - Ah, es un placer, es que no tenía otra persona que se lo vendiera 

- Menos mal porque mi auto es una autentica belleza - Asentí - Bueno, adiós 

George sé fue para su sala, la verdad es que me alegraba por él, siempre quizo el auto de Daniel y me alegra que por fin lo haya conseguido. Estaba en los pasillos cuando Javier se cruzó en mí camino.

- Hola Javier - Sonreí - ¿Cómo estás?

- Amelia, necesito contarte algo importante, es urgente - Estaba furioso - Pero necesitas saberlo 

- ¿Qué cosa? - Empezó a jugar con sus dedos - Dime por favor, me estás preocupando 

- Es algo sobre Daniel, algo que no te a contado y encuentro sumamente injusto qué no lo sepas - Alcé una ceja - Te lo tengo que decir 

- Dime - Me miro fijamente y dejó de jugar con sus dedos - Soy toda oídos 

- Cuándo Daniel tenía quince años, estaba pasando por un período que todo le importaba una mierda, incluso el colegio y empezó a vender cosas - Lo mire confundido - No cosas cualquieras, sino drogas 

¿Qué carajos? No, tenía que haber escuchado mal, Daniel no pudo vender drogas. 

- ¿Q-qué? - Asintió - No, eso es imposible

- Es la verdad, la vendía en el colegio y se las vendía a otras personas - Las lágrimas empezaron a surgir - Una vez, le vendió a alguien de catorce años, no me acuerdo su nombre, la cosa es que Daniel le vendió y él chico tomó más de la cuenta llevándolo hasta la muerte 

Eso no podía ser cierto, él está estudiando medicina, no sería capaz de hacer eso. 

- ¿Q-qué clase de drogas vendía Javier? - Suspiró - Necesito saberlo 

- Marihuana, cocaína, éxtasis y más - Las lágrimas bajaban sin control por mis mejillas - Hasta él mismo se drogaba con algunas de ellas 

No me lo podía creer, él me había jurado qué cuando lo encontré consumiendo había sido su primera vez pero me había mentido. 

- ¿Cómo las conseguía? - Me limpié las lágrimas - Porque no creo que él sólo pudiera conseguirlas 

- Por unos pandilleros, ellos le pasaban la droga y él las vendía - Empecé a dar pequeñas vueltas - Cuándo lo descubrí, quemé toda la droga y a él le di una muy buena paliza, mi papá jamás se había enterado de esto 

Javier se puso de piedra, me di la vuelta y Daniel nos estaba mirando. Al verme él se quedó parado mientras yo, lo estaba viendo. Sé acercó a mí y me alejé de él, gracias al cielo Javier lo agarró y pude escuchar que me estaba gritando mientras sé estaba librando de él. Cuándo me estaba yendo, me encontré con George.

- George - Me miro preocupado - ¿Me podrías llevar a mi departamento?

- Claro preciosa - Suspiré aliviada - ¿Estás bien?

EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora