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Narra Elena:

Mis ojos me pesaban, estaba mareada, al parecer me había quedado dormida, ¿cómo dormir en esta situación? Debió ser un desmayo.
Hice un intento en vano de levantarme, mis manos estaban atadas, una sensación asquerosa recorría mi cuerpo.
Luego de unos segundos caí en cuenta de que estaba en mi habitación, sobre mi cama, atada de manos y pies.

EL: ¿Pero qué? - dije para mi misma.

Y es entonces cuando recuerdo la situación en la que me encontraba, el señor que se aprovechaba de mi cuando era niña estaba aquí, y estaba a punto de hacer quién sabe que conmigo.
Necesito hacer algo, salir de aquí....
¿Pero cómo?

EL: Mierda. - el asco me llenaba, al verme en ropa interior, ¿qué me hizo?

No podía pensar en lo que me haya hecho o no en estos momentos, tengo que pensar cómo salir de aquí.
El agarre de mis manos era con cordones de zapatos. Wow, qué creativo.
Comencé a moverme, principalmete mis muñecas, para tratar de suavizar el agarre, no será difícil ya que son cordones, es poco inteligente.
Logré safar una de mis manos con la que pude desamarrar el otro agarre.
Y así fue mucho más fácil soltarme de los pies y levantarme lo más rápido que pudiera.

EL: Piensa, Elena. - pienso en una salida fácil de mi habitación sin que termine reventada contra el suelo, son muchos metros de altura.
Me miré, la poca ropa que me cubría, pero no era momento de vestirse, solo quería salir con vida de aquí. Quién sabe de lo que es capaz este enfermo.
Se me encendió el bombillo entre tanta frustración y sonreí un poco al recordar las veces que salté al balcón de Antonio para.... Ustedes saben para qué.
Siempre me dejaba la puerta pegada, para que entrara sin problemas, aunque ya prácticamente vivía con él, sabía que nadie más entraría que no fuera yo.
Decidida me dirigí a la puerta de mi balcón, pero estaba cerrada, jamás la cierro. Revisé el picaporte pero estaba cerrado con llaves, y las muy cabronas no aparecían.

EL: Joder. - mis ojos se cristalizaron nuevamente, estoy jodida.

Debe haberle hecho algo a Antonio para que no haya llegado aún....
Mi celular.... Di un brinco de victoria al verlo sobre el suelo encima de la ropa que llevaba puesta.
Lo cogí lo más rápido que pude y lo primero que se me ocurrió fue llamar a la policía, de nada servía llamar a Antonio, si no había llegado es que algo ha pasado, y Carlos debe estar muy lejos, no llegaría a tiempo jamás.

Llamada saliente.
EL: ¿Rodrick?
RD: Oh, Elena, que bueno escucharte.
EL: Te necesito.
RD: ¿En qué problema te metiste ahora?
EL: En uno bien grande, por favor, estoy en mi apartamento encerrada con un tipo que me quiere...
Fin de la llamada.

X: Hija de puta. - sentí un fuerte golpe en mi cachete izquierdo, tanto así que tuve que apoyarme en la cama para no caer.
El celular me había sido arrebatado de mis manos y ahora sangre salía de mi nariz.

X: Deberías estar atada a esa cama, esperando por mi.

EL: Si crees que todo te será tan fácil, estás equivocado. - hubo una carcajada por su parte y eso me hizo molestarme aún más. Va a conocer quien es de verdad la chica de los mil demonios. - Aunque pensándolo bien...

X: ¿Qué? - preguntó con desesperación.

EL: No estás tan mal.

X: A mi no me vas a engañar.

EL: Ya no soy esa niña a la que violabas, ahora soy una mujer. He hecho muchas cosas. - lo miré pícaramente, obviamente todo es parte de un drama.

X: Estás recapacitando.

EL: Si, los años te vienen muy bien. - comencé a acercarme a él, y a llevarlo hasta la cama. Aún no tengo un plan en mente, pero debo pensar en algo para ganar tiempo.

X: Oh si. Que bueno que te das cuenta de a quien le perteneces. - que asco, yo jamás le he pertenecido a nadie.

EL: ¿Cómo no me di cuenta antes? Que barba más perfecta. - sonrío como si le gustara escuchar eso. Qué estúpido, no puedo creer que esta fue la persona que eligió mi madre para compartir su vida y que sea el padre de sus hijos.

Una vez en la cama me subí encima de él, para impedirle la vista a nada más que fuera yo.

EL: Eres tan sexy. - las náuseas me llenaban.

La única idea que se me ocurría era entretenerlo hasta qur un milagro sucediera , así que comencé a besar su cuello, aunque el asco me ganara, el simple echo de pensar que este hombre se aprovechaba de una niña de 7 años, que ya me ha tocado, que se llevó lo más lindo que tiene un niño que es la inocencia, me hace querer matarlo.....
Levanté la mirada sin dejar de besarlo buscando una alternativa más inteligente.. Lo que se me ocurrió tal vez no fue la mejor idea....

Tres horas después:
En la comisaría:
10:14 pm:

RD: ¿Sabes que estás en problemas, y esta vez no puedo ayudarte? - asentí con lágrimas en mis ojos, tragué en seco. - Ayy Elena. - se pasó la mano por la cara en frustración. - Tal vez podamos demostrar que fue un error y te rebajen la condena.

EL: No. - mi tono de voz sonó desafiante. - Yo pagaré por lo que pasó. Solo lamentaré una cosa, y es que no lo veré más....

RD: Pero él estará bien. ¿Por qué no lo verías más? - preguntó curioso.

EL: No puedo hacerle esto, no quiero que sufra más por mi causa. Lléveme a mi nueva vida. - estiré mis manos para que me colocaran las esposas.

Tengo que pagar por esto, tal vez no sea fácil, pero.... Lo haré.

RD: Te ayudaré siempre que lo necesites, la vida en la cárcel no es fácil. - me puso las esposas delicadamente.

EL: Estaré bien. - le di una sonrisa entre lágrimas.

RD: Se que lo estarás, pero igual no dejaré que pases por esto sola.

EL: Ojalá tu hubieras sido mi padre y no él.

RD: Ya lo soy, sin que lo sepas, lo soy. Un padre no es el que solo pone la semillita. Sino el que la cuida constantemente para que crezca feliz.

EL: Gracias Rodrick.

RD: De nada. Anda, te llevaré a una linda mansión. - dijo irónicamente.

Hasta aquí mis amigos!! Creo que ya va tomando forma esto!! Gracias por leerme!!!! ❤😘

La chica de los mil demonios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora