La chica de los mil demonios.

Fin.

1 mes después:

AG: Buenos días cuñada!! - la voz tan suave de Angeline es la primera que oigo en el día.

EL: Ahh, es muy temprano. - dije al mirar mi reloj y ver que solo eran las 7 de la mañana.

AG: Hoy es el día! ¿Cómo no estás emocionada? Pues deberías.

EL: Joder, es hoy. - me levanté de golpe y caminé de un lado a otro sin saber a donde ir, estoy demasiado nerviosa como para pensar.

AG: Tranquila L, todo estará bien. Ahora vamos a prepararte. - me tomó del brazo y me guío hacia donde se supone que me transformaran de la vagabunda a la futura reina.

Flashback:

AN: Aún no los abras. - me vendó los ojos y me trajo quien sabe a donde. - Espera. - me llevaba de la mano guiándome. - Espera y - hizo una pausa, me soltó la mano y sentí que se alejó un poco. - Ya.

  Retiré la venda de mis ojos, y pestañeé varias veces para tratar de adaptar mi vista a la luz del lugar.
  Mis ojos recorrieron la preciosa estancia a la que me había traído, conozco muy bien este lugar. Es el lago al que me trajo una vez a un picnic, pero de noche es mucho más bonito, además de las luces que le puso al lugar, todo se ve tan lindo. Antonio no estaba en el campo de mi vista.

AN: Ahora, voltea. - sentí su voz detrás de mi y obedecí.

  Mis ojos se cristalizaron y por inercia mis manos fueron a mi boca formando una expresión de sorpresa al verlo arrodillado frente a mi con una cajita en sus manos que guardaba un anillo.

AN: No te me emociones, pero - sonrió. - ¿Te quieres casar conmigo? - un mar de emociones me desbordaba y por ese instante olvidé todo, mi vida era perfecta, no necesito pensar la respuesta.

EL: No te me emociones pero, sí.

Se levantó, me puso el anillo y me besó, cerré mis ojos para sentirlo más, esa sensación única que él provoca en mi con solo un beso o una caricia.

Fin del Flashback.

(.....)
Me perdí al mirarme en el espejo. ¿Esa soy yo? ¿La chica ruda de cabello morado? ¿A la que nadie le dice que hacer?
  Pues esa chica aprendió a amar, esa chica ya no teme a enamorarse ni a llorar, porque sabe que todas las personas deben hacerlo y no es porque sean débiles, sino porque es parte de la vida.
  Y allí estaba yo, con un vestido de bodas blanco de los hombros hasta los tobillos, jamás me he vestido así, pero me veo tan bonita.
  Me peinaron, ahora si parezco persona(jejeje).

AG: Vamos a escoger los zapatos.

EL: No, ya los escogí. - le di una sonrisa de maldad.

AG: ¿Qué? ¿Cuando? ¿Qué zapatos? - levanté ligeramente mi vestido dejando ver mi calzado. - ¿Unos converse?! Estás loca. - rió.

EL: Es cuestión de comodidad, si no los traigo entonces se estaría casando otra Elena no yo. - sonreímos.

(.....)
  Estoy a punto de salir al inmenso pasillo de la iglesia, agarrada del brazo con Carlos.

CR: Hey, tranquila demonio. Es solo una boda. - creo que se me nota demasiado.

EL: Es algo nuevo para mi. ¿Y si algo sale mal?

CR: Tranquila L, todo estará bien. - asentí y suspiré.

  La música comenzó a sonar avisándome que ya era hora de salir.
  Tomé el ramo de flores y salimos por el pasillo que me llevaría a manos de mi futuro esposo.
   Está tan guapo, con su traje negro y un corbatín del mismo color, perfectamente peinado hacia atrás y una enorme sonrisa en su perfecto rostro.
   A los lados están los invitados, aunque no son muchos, para mi son más que suficiente.
  Ya en manos de Antonio, Carlos se retira para sentarse con Angeline.

(....)

EL: Sí quiero.

  Los aplausos desbordaban el lugar.

PD: Entonces los declaro marido y mujer, puede besar a la novia. - dijo el padre y Antonio me tomó de la cintura para besarme suavemente.

Me agarré a su brazo y comenzamos a caminar por el pasillo.

AN: Deberías estar más alta por los tacones. - dijo extrañado.

EL: Pues.. - levanté mi vestido dejándole ver mis Converses. Sonrió.

AN: Por eso es que te amo, por ser tu siempre.

EL: Nah, yo te amo más.

AN: No yo!

Y esta fue mi historia, la de una chica sin propósitos en la vida, solo pensaba en sí misma y en su hermano. Una chica que pensaba que enamorarse era de débiles. Ya ven las vueltas que da la vida.... Gracias por acompañarme hasta el final de mi historia, soy Elena Wildy, La chica de los mil demonios.

                                      Fin....

Waaa, voy a llorar, Elena se nos casó y se me acabó el libro!! Gracias a todos los que llegaron aquí, me encanta que me lean y me apoyen. Los amooo kiomis.