La chica de los mil demonios.

Universidad.

Bien, ya he pagado mis dos primeros años de universidad, no se si aguante tanto, pero esperemos que si. No tengo ni idea de que quiero ejercer, pero necesito algo que de dinero, quiero ayudar a mi hermano, y para poder ganar dinero en esta ciudad hay que ser universitario, así que es lo que me toca. Empiezo en dos días, debo ponerme al día rápido, tendré como un mes de atraso. Pensemos positivo.....

Dos días después:

CR: Demonio!!! - esta vez no fueron los camiones los que me despertaron, sino el grito de mi hermano. - Arriba!!! Hoy empiezas! - Mierda casi lo olvido!

Me levanté de golpe y corrí hacia el baño.

CR: Hey! Más despacio, puedes golpearte el dedo chiquito!

EL: Cállate!

Me duché y salí lo más rápido que podía.

EL: Qué se supone que usan las chicas de la universidad!? - dije para mi misma revolviendo la ropa que tengo.

CR: Solo vístete como siempre. O sea, eres tú, la chica de los mil demonios, así debes ser en la uní.

EL: Debo parecer normal!

CR: Eres normal L! - se cruzó de brazos, lo ignoré y saqué una franela carmelita claro, es lo único normal que tengo. Unos jeans negros ajustados, son los únicos que tengo que no están ripiados. Mi chaqueta no puede faltar nunca y mis botas.

EL: Qué tal estoy? - dije parándome enfrente de mi idiota hermano.

CR: Perfecta como siempre. - mis oídos hicieron caso omiso a sus palabras.

EL: Debería peinarme? - volteé para encontrarme con el espejo.

CR: Me haz escuchado!? - no le respondí. -, Aish! Solo se tú misma. Me voy, suerte en tu primer día. - se retiró.

Recogí mi morado cabello en una coleta, y dejé unos mechones caer en mi cara.
Salí y monté en Sasha para dirigirme a la universidad. 20 minutos más tarde llegué a mi tan deseado destino. Dejé a Sasha en el parqueo donde solo habían bonitos autos.
Metí las manos en los bolsillos de mi chaqueta y me dirigí hacia los pasillos para buscar mi casillero y mi horario de clases. Luego de recoger todo lo necesario para sobrevivir aquí, me dispuse a encontrar el salón A-2, pero este lugar es tan grande que veo todas las letras del abecedario menos la A. Todos los chicos del pasillo me miraban algo raro pero le resté importancia y seguí en busca de la maldita A. Me acerqué a un chico, al parecer el guapetón de la escuela, rubio y con una sudadera al parecer del equipo de fútbol estaba arrecostado al segundo casillero amarillo conversando con otro trigueño igual de guapo, acaso todos aquí son guapos!

EL: Hola? - los dos centraron su atención en mi, Ok, esto es incómodo. - Podrían decirme donde queda el salón A-2. - trato de ser lo más educada posible.

?: Nos hablas a nosotros? - No! De seguro le hablo al casillero.

EL: Tengo algún problema en la mirada? Claro que les hablo. Pero si no pueden decirme ok. - volteé para irme.

?: Eres nueva no? - respiré hondo y volteé, mi mirada debe ser angelical.

EL: Si. - sonreí falsamente.

?: Se nota. - rieron. - Eres bonita. - se acercó el rubio y me tocó el cabello. Retrocedía a medida que él se acercaba. - Quieres ser mi "para una noche"? Estás muy buena! - me alcanzó y me tomó de las caderas. Pero quien se cree!?

EL: Te parezco bonita? - sonreí lo más falsamente que pueda existir. El asintió con esa sonrisa egocéntrica y arrogante. - Veamos si esto te parece bonito. - levanté mi rodilla contra su entrepierna y él se dobló de dolor e hizo una mueca. - Creo que te metiste con la chica equivocada, vuélveme a tocar y te dejo sin huevos. - el trigueño a un lado solo se burlaba de él. Yo decidí seguir mi camino ya que el timbre acababa de sonar.
Perfecto, primer día y ya voy tarde.

Después de dar vueltas por este laberinto al fin encuentro el salón A-2.

EL: Lamento llegar tarde. - dije refiriéndome al profesor, tenía la mirada abajo para parecer avergonzada y que no me regañaran.

?: Señorita Wildy, su primer día y ya llega tarde. -esa voz tan familiar.

Levanté la mirada y me encontré con...... Antonio.... Pero qué carajos hace aquí!? Solo lo pensé, es un profesor. No puedo hacer nada mal....

AN: No puede pasar, por llegar tarde tendrá sus consecuencias. Espere afuera.

No pasa nada, respira Elena, respira, solo fue hoy, le pides disculpas a tu estúpido profesor y todo estará bien.....

Luego de 30 minutos de espera, sale mi adorado profesor. Por qué tenía que ser él!!? No podía ser Donald Trump!?

AN: Señorita Wildy? - me levanté para quedar enfrente de él. - Espero que tengas una buena explicación.

EL: Sí la tengo! Verá, es que, esta escuela es inmensa y entonces le pregunté a un chico guapo a ver donde estaba el salón A-2, y entonces el chico intentó tocarme y le di una patada en sus cosas, y luego sonó el timbre y ya estaba tarde... Lo siento mucho profesor. - respiré, casi me quedo sin aire.

AN: Demasiado larga para mi gusto. Al parecer usted no sabe de las reglas de este lugar. No pensé volverme a encontrar con la endemoniada.

EL: Es mi profesor, no debería hablarme así.

AN: Soy el dueño de este lugar, así que hablo como yo quiera. Y me vas a pagar haber arruinado mi traje favorito.

EL: No fue suficiente con la policía?

AN: Por favor. - rió. - El oficial Rodrick te quiere mucho como para castigarte. De eso me encargaré yo. Primeramente, ese aspecto no es digno de mi institución.

EL: A qué te refieres?

AN: Trátame de usted. Debes usar colores claros en la parte de arriba de la vestimenta. - mi cara cambió.

EL: No tengo ropa así, y no tengo como comprármela, todo el dinero que gané lo gasté en su barata universidad. - ironía.

AN: Ese no es mi problema, y segundo, tu color de pelo, debe ser normal.

EL: Pero qué dices!!!? Si he visto a todos los estudiante venir como les da la gana, el pelo de cualquier color!

AN: Te dije que te castigaría, si no lo haces podría provocar tu expulsión y perderías todo el dinero. - su sonrisa me molesta.

EL: No lo haré.

AN: Es la primera advertencia. Ya vas tarde a tu segunda clase. - sonrió de lado y se retiró.

EL: Idiota. - susurré.

Uff, su primer día fue la ostia!! Por qué Antonio debe estar en todas partes!!?
Díganme que tal!!??
Muakis!!!! Los sarangheo! ( los amo)