😘😘

147 12 0
                                    

  Luego de un maravilloso picnic, en el mejor lugar de la tierra y con el chico más guapo del mundo, ya estoy de vuelta en casa, pero la diferencia es notable, ya Antonio no es el chico insoportable que atormentaba mi vida y que no soportaba ver en ningún lugar, ahora es ¡mi novio! Se siente tan raro decir eso, osea decirlo yo!

AN: ¿Qué tal la pasaste? - me saca de mis pensamientos el chico más lindo de este mundo.

EL: Super bien. - le sonreí y el me dio una sonrisa de vuelta.

AN: ¿Y bien? ¿Qué hacemos ahora? - se me encendió el bombillo.

EL: Pues en las pelis las parejas hacen todo tipo de cosas. - me miró pervertidamente. - Cosas lindas, pervertido.

AN: No dije nada, pero si hablas de lo que estoy pensando, eso es lindo. - le golpeé el hombro. - Auch, sigues golpeando a tu novio. - se quejó.

EL: Hablo de ver pelis mientras comemos algo.

AN: ¿Cocinarás tu? - lo miré confundida, la cocina no es lo mío.

EL: Puedo intentarlo. - me encogí de hombros.

AN: ¿No sabes cocinar? - me habló con tono sorprendido. Negué. - Dios!! No estás lista para casarte.

EL: ¿Quién dice que me casaré? - se acercó y me abrazó por detrás.

AN: Te casarás conmigo. - afirmó susurrando en mi oído, eso hizo que me erizafa completamente. Me separé de él por el contacto, esto se iba a descontrolar.

EL: Voy a cocinar algo. - dije cambiando de tema para relajar la tensión.

AN: Pero si no sabes cocinar.

EL: Lo intentaré. - le saqué la lengua y él se burló.

  Me dirigí a la cocina a revisar que había, creo que Carlos no ha llenado la nevera.
  Al abrirla estaba repleta, había comida para escoger, me quedé muy sorprendida.

AN: Solo me encargo de que no te falte nada. - entró a la cocina asustándome, se arrecostó al marco de la puerta, cruzando sus fuertes brazos sobre su pecho, se había cambiado de ropa, andaba con una camiseta que dejaba ver sus marcados músculos.

EL: Estás haciendo demasiado.

AN: Espero tu comida. - sonrió y salió del lugar.

  Suspiré, y tomé unos huevos de la nevera, unas tostadas, eso sería fácil. Me gustaría hacer unas palomitas, pero creo que las quemaría.
  Encendí el fogón y puse la sartén para freír los huevos. Rompí los mismos y los dejé caer en la sartén.

EL: Esto no debe ser tan difícil. - hablé sola.

  Los moví de un lado a otro, mientras los panes se tostaban.
  Me recosté en la meseta mientras se hacían las cosas.

EL: Uff, creo que esto se me da bien. - me acomodé el cabello relajada.

  Luego de varios minutos.

EL: Hey! No, no, no!! Espera, no te quemes! - estoy segura de que parezco una loca tratando de resolver el problema que se me presentó por hacerme la chef.

  Las tostadas se habían pasado de tostadas, ahora eran quemadas. Los huevos se tornaron de color negro en menos de nada. Saqué mi churro de huevo, y mis negros panes y los acomodé en un plato.

EL: Debe saber bien. - lo miré con asco.

AN: ¿Qué pasa, está todo bien? - entró Tony asustado.

EL: Lo siento. - me encogí de hombros y él negó varias veces.

AN: En serio pensé que sabías hacer huevos al menos. - se burló.

  Me apartó de la cocina y se puso el delantal, dios se ve tan sexy.

AN: Deja de mirarme a mi, y atiende, espero que aprendas rápido.

  Tomó tres huevos nuevamente y preparó la sartén, todo lo hacía con una agilidad increíble.

AN: No tienes apuro, una cosa a la vez, primero los huevos. - me explicaba, ojalá mi mente estuviera concentrada en lo que él decía, pero mis oídos bloqueaban cada palabra, ya que estaba concentrada en cada facción de su cuerpo.
   Vi que tomó dos panes más y los puso en la tostadora luego de que los huevos estuvieron hechos.
  Para mi solo fueron cinco minutos, en serio es rápido.

AN: Ya está. - me sonrió, y yo estaba como idiota arrecostada en la meseta, con mis brazos sobre ella sosteniendo mi cara. - ¿Escuchaste algo de lo que te dije?

EL: ¿Eh? ¿Qué? - reaccioné, pestañeando varias veces para concentrarme en lo que estaba diciendo esta vez. Él sonrió.

AN: No aprendiste nada. Se que tu profesor es demasiado sexy pero debes aprender a lidiar con eso. - me guiñó un ojo.

EL: Que creído eres. - le di la espalda. - Deberías hacer las palomitas también,  que si las hago yo comemos palomitas rostisadas. - salí de la cocina para ir al sillón del living para elegir la peli.

Diez minutos después:

En serio es rápido, entra por la puerta del living, con sus manos llenas, en una el plato con las tostadas y los huevos ya acomodados, y en la otra el tazón de palomitas. Los colocó encima de la mesita y volvió a la cocina.
  En pocos segundos volvió con dos vasos con una bebida para cada uno.

AN: Ya, creo que me va a tocar hacer de mujer y hombre en esta relación. - sonrió.

EL: Prometo aprender. - le sonreí de vuelta.

Se sentó a mi lado y pasó su brazo por encima de mi hombro.

AN: Y bien, ¿que peli veremos?

EL: Hmm. - busqué en la lista que tenía. - De terror!. - hizo una mueca.

AN: No me gustan esas películas. - hizo puchero mirándome.

EL: Bien, escoge tu. - le extendí el mando y el lo tomó.

AN: Vamos a ver una peli romántica. - afirmó, no soy fan de esas películas pero solo por esta vez aceptaré. - Esta es mi película favorita.

  Seleccionó la película, A dos metros de ti. Jamás había escuchado hablar de ella, así que veremos.

AN: Si no lloras al menos una vez, eres una persona insensible.

EL: No lloraré. - hice una mueca de superioridad.

AN: Veremos. - se acomodó nuevamente y nos dispusimos a ver la dichosa película.

10 minutos después:

EL: ¿Tengo que llorar en la parte que me entero que tiene FQ? - pregunté curiosa, si es triste que una persona sepa que tiene los días contados, pero es una película, aún no veo la necesidad de llorar.

AN: Shh, silencio. - me susurró y yo me crucé de brazos para seguir viéndola.

30 minutos después:

Las lágrimas brotaban de mis ojos como si estuviera cortando cebolla, no es justo, no merecía morir, era un buen chico.
Antonio acariciaba mi cabeza y se burlaba de mi llanto. Acaba de morir el mejor amigo de la protagonista y estoy llorando como si hubiera sido hermano mío, era una persona tan buena. Me sentí aún peor cuando ella dijo: "Es mi mejor amigo y nunca pude abrazarlo". Me volteé hacia Antonio con mis ojos llenos de lágrimas y lo abracé, él se quedó sorprendido por un segundo pero luego correspondió al abrazo.

AN: Yo no me voy a ir. - me susurró. - No sabía que esta peli iba a causar este efecto en ti. - nos separamos y me sonrió. - Eres muy sensible.

EL: No.. - sollocé. - No... No lo soy.

AN: Que si.. - me hizo cosquillas.

EL: Ya! - reí. - Sigamos viendo la peli, ellos tienen que acabar juntos o no dejaré de llorar en una semana. - él me miró serio, como afirmando que no terminarán juntos.

Seguimos viendo la peli....

La chica de los mil demonios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora