❍ Prólogo.

3.5K 283 56
                                    

—Es simple, serás la asistente del jefe, atenderás cada llamada y acatarás todas sus órdenes, no importa la hora ni el día, no le interesará que estarás haciendo en ese momento, ¿Entendido?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Es simple, serás la asistente del jefe, atenderás cada llamada y acatarás todas sus órdenes, no importa la hora ni el día, no le interesará que estarás haciendo en ese momento, ¿Entendido?

Las palabras del hombre de gabardina con capucha blanca, con una máscara de la peste negra eran más que firmes, concisas y claras para la persona que estaba sentada frente a los once hombres presentes dentro de la habitación.

Un castaño de ojos miel tan brillantes y aburridos se posaron en ella, inclinó un poco su espalda delicadamente hasta reposar sus codos sobre sus rodillas, juntando sus manos cubiertas por guantes de color blanco, mientras que ella, tragó saliva sintiendo la tensión en la habitación.

Por sus pensamientos pasó el momento de desesperación de buscar trabajo, era cierto, éste mundo estaba ensimismado en los héroes y personas con dones increíbles y todos rechazaban su currículum vitae por un único motivo: No tiene una particularidad.

Su mirada recorrió lentamente a cada persona de pie tras aquél joven increíblemente aseado con su particular máscara roja en forma de pico, entendió el simbolismo de la peste negra, pudo pensar por un momento que quizá se sentían o creían ser curanderos; su mirada llegó hasta él, fijando sus ojos castaños en el agridulce miel de su mirada como buscando respuesta de por qué estaba entregando su alma al Shie Hassaikai, en especial a su líder, Chisaki Kai.

—Keiko, ¿Has entendido? —Preguntó una vez más el hombre de gabardina blanca con capucha.

—¡Te están haciendo una pregunta, maldita mocosa! —Exclamó un pequeño sujeto, su agudo grito la había hecho enderezarse en su asiento— ¡¿Qué no sabes quiénes somos?! ¡Somos la Yakuza, no nos subestimes, idiota!

—S-sí... He entendido Chrono-san... —Habló finalmente, su cuerpo recto y su intimidado ser no le permitían ser más audible, sentía ahogarse ante el miedo que tenía— Pero, ¿E-está usted seguro que yo sea... Su a-asistente? —Preguntó en una tenue y diminuta llama de valor hacia el castaño, quien no había quitado su aburrida mirada sobre ella.

—Dame una razón por la que no me seas útil, dependiendo de tu respuesta, decidiré si matarte o no. —Habló el castaño, retirando parte del guante de su mano derecha.

𝗔𝗦𝗜𝗦𝗧𝗘𝗡𝗧𝗘 | 𝐨𝐯𝐞𝐫𝐡𝐚𝐮𝐥 ;; 𝐜𝐡𝐢𝐬𝐚𝐤𝐢 𝐤𝐚𝐢.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora