—Buenos días, príncipe.
Harry murmuró apenas escucho que Draco iba entrando en pasos silenciosos a la cocina, el rubio no pudo ni volverse a su “nuevo cuarto” para no quedar en ridículo.
Simplemente tuvo que soltar un silencioso suspiro.
—¿Qué hora es? —miró como este le echaba más leña al horno de piedra para seguir cociendo lo que parecía ser el almuerzo.
—El sol está en un punto meridiano, deben ser las 10 de la mañana.
—Ah...
—¿Acaso duermes hasta muy tarde? Yo llevo despierto desde las cinco de la madrugada.
Bien, él en el territorio de los cielos despertaba cuando se le pegara la gana.
Pero obvio no diría eso, así que bajó la mirada tratando de buscar una simple excusa que le ayudara a salir de ese apuro. Pero Harry creyó que era pena lo que le estaba mostrando.
—Iré a la aldea, puedes ir conmigo y así veremos si alguien te conoce en Gryffindor.
—Si.
—Si no, tampoco tengo inconvenientes de qué te cuide por un tiempo hasta que recuperes la memoria.
—Mh.
—Podríamos ver a Hermione, de todos los libros que ella lee, alguno de esos debe servir para algo. Mientras tanto debes comer algo porque no te compraré nada. ¿Tienes hambre?
—Mh.
Harry dejó de echarle fuego a la leña para verle, había cierto tono de diversión en su rostro.
—¿Te ha comido la lengua el ratón? Ayer hablando como un viejo y hoy respondiendo con monosílabos.
—No se que decirte, no tengo idea de lo que pueda responder —su tono de voz fue demasiado directa, el otro en lugar de enojarse solo había reído— ¿De que te ríes?
—Nada, solo pareces como un gato salvaje.
¿Eso era un halago o algo así?
Harry sirvió la comida en dos platos, parecía que se había esforzado muy bien en tratar de la mejor manera a su invitado, porque la comida vaya que olía demasiado bien.
Llevaba varios días sin haber comido algo, pero respecto a eso no le preocupaba, había practicado desde muy pequeño el no comer durante días para cuándo pasasen cosas difíciles. Así que recibir un poco de comida era bien recibido para Draco.
Ambos comieron en silencio, aún respondiendo vagamente a algunas preguntas que el contrario le hacía.
Solo pudo entender que Harry había crecido como un huérfano, que el solo había aprendido magia y el solo había forjado su espada que siempre llevaba con él a todos lados. Al convertirse en cazador, fue que su vida comenzó a mejorar al recibir el pago de las recompensas por cada demonio que mataba, no era fácil para el pero siempre daba lo mejor. Además, prefería vivir en lo más profundo del bosque antes de vivir en la aldea donde no tendría más ventajas de poder entender a la naturaleza y los demonios de esta. Y que por eso la cabaña por fuera lucía tan aterradora, así nadie se atrevía a tocar la puerta.
Después de comer algo ambos habían salido rumbo hacia la aldea.
¡Era sorprendente todo lo que podía encontrar!
Habías tantas cosas, la gente usaba muchas técnicas de método de transporte, carretas, caballos o burros. Incluso hasta propia gente que jalaba de esas carretillas para llevar a las personas que se sentían superiores y solo iban disfrutando del paisaje.
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El pecado de un villano; [ Harco ]
FanfictionEn toda su vida Draco supo que podría tener las cosas con facilidad. Ha cumplido los 20 años y tiene que hacerse un nombre en el mundo mortal para que sea alabado, así que desciende al mundo de los humanos para poder "hacer cosas buenas" pero jamás...