20: Never say never

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Un poco más tarde nos fuimos de Sing.
Aunque estaba encantada con el lugar y queria quedarme a vivir allí, Vee dijo que aun había un lugar al que quería llevarme.
Estaba bastante curiosa sobre ello pero confiaba en Vee y sabía que sería genial.
Ella dijo que no quedaba muy lejos de alli asi que decidimos caminar.
El clima era agradable, pero se sentía aun más genial cuando estabas  con la persona indicada.
— ¿Te sientes comoda viviendo sola en tu departamento? —preguntó Vee mientras paseabamos.
Lo pensé por un momento.
— Sinceramente creo que me he acostumbrado a la soledad, asi que no me molesta tanto —dije con sinceridad. Ella solo asintió—. ¿Y tu?
Vee sonrió tristemente.
— No tengo un lugar al que llamar hogar, ni siquiera mi departamento. Es bastante grande asi que se siente muy solitario —Vee miró a la nada por un momento, perdida en sus pensamientos. Después de unos minutos al fin sonrió—. Pero se siente divertido cuando mi sobrina va a casa. Ahí es cuando amo mi lugar.
Eso me hizo reír.
— Lo imagino. Tu sobrina es  encantadora —sonreí—. Se parecen bastante.
— Eso dicen algunos —dijo ella con orgullo—. Creo que tenemos el mismo caracter. Y ella es y será un dolor de cabeza para mi hermano, asi como lo fui yo cuando era más joven.
— ¿Era bastante unidos? —pregunté sonriendo. Vee hizo una mueca y note al instante lo que habia dicho—. Lo siento...
Hablar sobre su sobrina era algo, pero hablar sobre su hermano y recordar ciertas cosas  debian ser dolorosas para ella.
  Y aun asi habia soltado eso sin pensarlo.
Me golpee internamente por causar esa mueca triste en su rostro.
Vee no contestó por un momento y estaba a punto de volver a pedirle disculpas cuando habló.
— A decír verdad, una de las razones por las que entiendo a Chris es porque me recuerda a como era mi hermano conmigo —Vee suspiró un poco—. Mi madre era un pogo rigida, aun más conmigo. Debía ser una dama y nunca encajé en ese concepto. Asi que vivia castigada por cualquier cosa, pero Ethan... él siempre me ayudaba. Iba a mi cuarto cuando estaba castigada y pasaba el tiempo conmigo para que no me aburriera.
— Eso es muy tierno —comenté, mirandola de reojo.
No podia saber si estaba tranquila o triste por hablar de esas cosas, pero parecía querer seguir y no iba a impedirlo.
— Sí que lo era —sonrió—. También me protegía de los niños que me molestaban, y eramos bastante unidos a medida que fuimos creciendo. Aun asi...
Vee cerró los ojos y no pude aguantarlo más.
— Vee —tomé su brazo para que se detuviera—. No necesitas contar estas cosas si no quieres. Sé que duele.
Vee sonrió tristemente.
— Ya no duele tanto, solo me da nostalgia —ella miró sus manos—. Sé que una de las razones por las que mi hermano se alejó y no estuvo de acuerdo cuando dije quien era, fue porque le daba miedo. Él sabía que no podía protegerme de algo asi, de la discriminación que recibiría. Y no estaba de acuerdo con que aun asi decidiera aceptarlo.
— Si lo extrañas, ¿por qué no lo intentas? Habla con él.
Vee negó con la cabeza.
— No, aunque sea como dije también sé que mi madre jamas lo permitiria. Apoyarme seria ir en contra de mi madre y mi hermano jamas ha hecho algo que la enfadara.
— Tu hermano es un adulto —me quejé.
— Aun asi, prefiero no destruir lo que son —Vee me miró y sonrió—. Ahora sí que no quiero seguír con este tema.
— Mejor sigamos nuestro camino.
Le sonreí y comencé a  caminar.
Me puse un poco triste por todo eso. De alguna manera ambas no teniamos a nuestros hermanos y nos hacian mucha falta.
Quizás fue que todo lo que habiamos hablado aun daba vueltas en mi cabeza que no habia visto el auto que se acercaba cuando estaba por cruzar la calle.
— ¡Emma!
Vee me tomó del brazo y tiró contra ella. La fuerza con la que tiró de mi hizo que ambas nos tambalearamos y calleramos al suelo.
Estaba tan confundida que lo unico que oia era la bocina del conductor furioso.
Varias imagenes pasaron por mi cabeza en ese momento.
Vi una luz, senti una sacudida, un golpe y algo goteando de mi frente. Luego todo era ruidoso y silencioso a la vez.
Como si todo pasara rapido a mi al rededor pero yo estuviera en camara lenta.
Habian tres pequeñas luces parpadeando y se sentia calido.
Calido y familiar.
Si tan solo diera algunos pasos podria unirme a esas luces y sentirme tranquila.
Unas manos me sacudieron por los hombros, poniendo mis pies en la tierra volví a la realidad y enfoqué mi vista.
Vee tomaba mi rostro con la manos mientras me hablaba.
Ambas estabamos sentadas en el suelo y me costaba entender por qué estaba allí.
— Em, hablame —rogó Vee, llena de preocupación.
Parpadee un par de veces pero seguia un poco desorientada.
— ¿Qué? —fue lo unico que logré decír.
Miré a Vee un poco confundida.
— Dios. ¿Estas bien? —asentí en silencio pero aun seguía confundida.
¿Qué habia sido todo eso?
— ¿Que pasó?
Vee me miró por un momento antes de suspirar.
— Tu... estabas por cruzar la calle y no viste el auto que se  acercaba. Te empujé y ambas caimos al suelo pero tu... —ella dudó un momento antes de seguír—. Estabas como ida. Te estaba hablando pero no contestabas y tenias la mirada perdida. Creo que estabas en shock.
— Lo siento —murmuré, comprendiendo.
Ese pequeño momento me había recordado el accidente y el estres hizo que perdiera el razonamiento por un momento.
— ¿Por que dices eso? —Vee dio un largo suspiro—. Dios, me asustaste muchisimo. Primero pensé que te iban a chocar y luego que te habia dado un ataque o algo.
— No, solo. Lo siento, yo... —froté mi frente, tratando de calmarme.
— Creeme que lo sé, asi que no necesitas decir nada —me tranquilizó—. ¿Puedes levantarte?
Masajee un poco mis piernas. Se sentian un poco debiles.
— Creo que tiemblan un poco.
— Dejame ayudarte. Apoyate en mi —Vee rodeó mi cintura y ayudó a levantarme. Me mantuvo fuertemente agarrada cargando todo mi peso en ella—. Deberiamos volver.
— ¿Que? No, solo dame un momento y estare bien —me lamenté.
Vee solo sonrió.
— Fue un buen día, Em. Pero ahora deberias descansar un poco —Vee me llevó con ella de regreso al auto. No habiamos caminado mucho asi que no estaba muy lejos.
Aun me encontraba un poco desorientada asi que agradecia que me sujetara por la cintura.
Pero de alguna forma se sentia muy... intimo. Como si fueramos una pareja acaramelada dando un paseo.
Sacudí mi cabeza intentando borrar esa imagen.
— ¿Estas mareada? ¿Voy más lento? —preguntó Vee algo preocupada.
Negué con la cabeza e intenté sonreír.
— No, solo estoy reaccionando de a poco —suspiré con frustración—. Siento arruinarlo. Siempre miro a los lados pero esta vez me distraje.
— No arruinaste nada, tranquila —Vee intentó sonreír pero todavía parecia preocupada—. Ademas esto me da una excusa  para verte otra vez. Tenemos un destino pendiente.
— Podria matarme la curiosidad, ¿sabes? —me quejé.
Vee  no parecia querer decirme donde iriamos.
— Una razon mas por la cual debemos salir otra vez. Pronto —sonrió.
Tenerla cerca, sonriendo de esa manera... no era algo bueno.
Llegamos rapido al auto por lo que me liberé de su agarré.
Vee abrió la puerta para mi y la cerró cuando me puse el cinturon.
Ella subió rapidamente y me miró un poco preocupada.
— ¿Estas bien para volver a casa? ¿Quieres esperar un poco más o...?
— Siempre que no vayas muy rapido, estaré bien —intenté sonreír, aunque agarraba mis piernas con fuerza. Y ella lo notó.
Aun estaba nerviosa por lo que habia pasado. Y tener que subir a un auto despues de eso...
Aun asi era la unica forma de volver a casa y podía soportarlo.
Vee seguia mirandome preocupada, sin saber si arrancar o no el auto.
— Tengo una idea —ella tomó su telefono rapidamente y conectó unos audifonos.
Se acercó a mi y puso uno en cada oido.
— ¿Que haces? —pregunté nerviosa.
Aunque no sabia si era porque no sabia lo que estaba haciendo o porque la tenia demasiado cerca.
Vee simplemente sonrió y puso su telefono en mis manos.
— Dale play y cierra los ojos —Vee encendió el auto, haciendo que saltara un poco—. La musica, Em. Concentrate solo en la musica.
Suspiré y le di play a la lista de reproducción.
Sentí que el auto se movia pero no abrí los ojos y me dediqué a escuchar las bonitas canciones.
The Fray sonó todo el camino hasta mi departamento.
Aunque eran canciones melancolicas, tambien eran tranquilas y relajantes. Terminé perdida en la musica hasta que llegamos a casa.
Vee apagó el auto en el espacio de estacionamiento frente a mi departamente.
Aun seguia concentrada en la musica asi que tomó mi mano para traerme a la realidad.
La mire parpadeando un poco.
— ¿Ya llegamos? —pregunté confundida.
Vee sonrió.
— Sí, ya estamos aquí.
Le sonreí y entregué su telefono.
— Gracias, me ayudó mucho.
— La musica es bastante terapeutica. Y The Fray aun más,  aunque sus canciones puedan ser tristes.
— Pero tambien son relajantes. Me gustó mucho, gracias.
Vee me dijo que esperara y bajó del auto para abrirme la puerta.
  Fue una buena suerte que se encontrara frente a  mi porque cuando intenté pararme sola, mi cabeza dio vueltas y casi caigo al suelo.
Vee me agarró rapidamente.
— ¿Estas mareada?
— Un poco, creo que es porque estuve mucho con los ojos cerrados —froté mis ojos para enfocarlos un poco pero seguía un poco desorientada—. Estoy bien.
— No mientas —Vee me agarró aun mas fuerte de la cintura, con miedo a que me caiga.
No podía levantar la cabeza porque sabía que me iba a encontrar demasiado cerca de su mirada.
Quizás eso me ponia peor que un simple susto.
— Tranquila, Vee. Solo es el shock por el susto que me di. Esta pasando de a poco —sonreí e intenté  alejarme—. No te preocupes, puedo sola.
Vee miró hacia el edificio por un momento.
— Hm, siento que te caeras si te dejo ir sola —ella dudó por un momento—. No quiero cruzar los limites pero... ¿puedo acompañarte hasta tu piso?
La miré sin comprender.
— ¿Qué?
— No me malinterpretes, solo... —frotó su cuello un poco apenada—, nada raro. Solo que no creo que puedas subir las escaleras tu sola y puedes marearte en el ascensor. Solo dejame ayudarte. Te dejaré allí y luego me iré.
Dudé por un momento.
No es que fuera algo malo que ella me acompañara. Solo que... sí, me ponia un poco nerviosa.
Pero habia algo que no podia negar y es que seguia un poco desorientada por lo que habia sucedido.
No sabia si podia llegar sola hasta arriba. Tampoco estaba segura si Chris estaba en su departamento o en el mio.
— No quiero ser una carga —murmuré, sintiendome un poco mal.
Ya sentia que habia areuinado el dia y aun asi ella debia cargarme hasta mi departamento.
Vee dudó por un momento antes de levantar la mano y ponerla sobre mi mejilla.
— Me preocupo por tí.
Simplemente esas palabras hicieron que me rinda.
Podia ver la sinceridad en sus ojos, de que realmente estaba preocupada y no estaria tranquila hasta que estuviera "a salvo" en mi departamento.
— Esta bien, vamos —dije al final, porque ya no podia negarme.
Ella sonrió satisfecha.
Rodeó mi cintura con un brazo y me sostuvo firme.
— Vamos, sostente de mi. Jamas te dejaré caer.

You, my favorite photograph (Pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora