3: ¿Y estos son nuestros policías?

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—Arriba dormilona.—Escuchó la voz de Sam, mientras daba palmadas.

Inna se enderezó entre gruñidos. Miró el móvil con los ojos entrecerrados. Viernes, las 13:28. Había dormido más de 24 horas; algo que en realidad era normal, pues no había parado en toda la semana.

Cuando llegó al hospital con Horacio y le trataron, tuvo que asistir a varias operaciones y coser muchas heridas. Los Santos era una ciudad llena de delincuencia, era normal para ella tener como mínimo una operación al día. Una locura.

—¿Estás mejor?—le preguntó su amiga sentándose a su lado. Llevaba ropa de deporte, algo raro en ella, pues Sam no era precisamente activa. Inna asintió y, utilizando una almohada como respaldo, se sentó mientras bostezaba—. Siento molestarte pero, ¿puedes llevarme a un sitio? Jane y Sarah están trabajando y tengo demasiada prisa como para llamar a un taxi.

—Sí, claro. ¿Dónde vas?—quiso saber Inna entre bostezos. Se levantó de la cama y observó a su amiga. Llevaba un top deportivo, una sudadera desabrochada y unos leggings, toda de negro. En el hombro derecho sostenía una mochila —también negra— que Inna no había visto en su vida.

—Voy a correr un poco, he quedado con un amigo en hacer algo de deporte. Flipas, ¿eh?—le contestó su amiga entre risas. Inna sonrió.

—¿Tú haciendo deporte? Me tendrás que mandar una foto para que me lo crea.

Entre bromas, comenzó a vestirse. Se puso unos vaqueros y una sudadera simple, y se miró en el espejo. Estaba hecha un desastre. Se lavó la cara y se peinó un poco el pelo, aunque tampoco se quedó mejor. Al final acabó haciéndose una coleta.

—Coge el casco.—le dijo a su amiga.

Y unos minutos más tarde, ya estaban yendo al norte, donde le había indicado su amiga. Inna conocía bastante bien la ciudad, al trabajar en Emergencias se había recorrido todo Los Santos, hasta las montañas. Es por eso por lo que le extrañó el lugar que Sam y su amigo habían escogido para hacer deporte; era demasiado alejado y lleno de rocas.

—Ve con cuidado, por aquí suelen haber mafias—le advirtió Inna una vez llegaron. Se sentía muy incómoda—. ¿Quieres que me quede contigo hasta que venga tu amigo?

—Qué va tía, tranquila. Él está al caer.

El móvil de Sam comenzó a sonar.

—¿Emilio? Sí, aquí estoy. Vale, ahora nos vemos—Colgó y miró a su amiga con una sonrisa—. Ya puedes irte, ¡gracias por traerme! No hace falta que vengas a por mí después, cuando acabemos vamos a ir a tomar algo y seguramente vuelva tarde.

—Eh... de nada.—Inna arrancó la moto. Menudo plan más raro. Se puso el casco y con un movimiento de mano se despidió de su amiga y fue rumbo al apartamento. Tenía pensado pasarse el día viendo Netflix y durmiendo. No tenía trabajo hasta el lunes, necesitaba aprovechar ese tiempo de descanso terminándose la última temporada de Gossip Girl.

Pero claro, el mundo nunca le dejaba descansar.

Por el camino se encontró con un grupo de gente dando gritos. Teniendo en cuenta su experiencia, supo que de un momento a otro se iba a formar una pelea. El grupo estaba en torno un coche que estaba siendo arrastrado con una grúa. Inna aparcó la moto al lado de una tienda cercana y fue corriendo al grupo.

—¿Se puede saber qué está pasando?—quiso saber ella mientras se hacía un hueco en el grupo. Pudo ver a Gustabo y a Horacio discutir acaloradamente con un hombre.

—¡Sois unos corruptos!—les gritó el hombre.

—¡Y tú no sabes conducir, inútil!—le respondió Gustabo con furia en sus ojos. Horacio estaba detrás, se le veía enfadado, pero estaba intentando calmar a su amigo.

Opia (Jack Conway) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora