Opia (Jack Conway) ✔

18: La boda de Willy Rock

—Está un poco feo que te deje plantada, ¿no?

—No me está dejando plantada, Sarah.

El fin de semana había llegado, y con él la boda de Willy Rock. Inna apenas habló con Leónidas desde su expulsión del CNP, el chico estaba demasiado cabreado con el mundo y se veía a leguas que quería estar solo. Aún así, Inna le dijo aquella mañana por WhatsApp que iba a ir a la boda de Willy, y le preguntó si iba a ir a recogerla. Pero Leónidas no le respondió.

—Te dijo de ir juntos a la boda y ahora no te responde.—señaló Sarah.

Las chicas se encontraban en la habitación de Inna, ésta estaba probándose varios vestidos. Ahora llevaba puesto un bonito vestido azul cielo que le había dejado Sarah.

—Seguramente tenga el móvil sin batería, le suele pasar. Pero no me preocupa, seguro que nos veremos allí.—dijo Inna mientras se miraba en el espejo.

—Este te queda muy bien, hace juego con tus ojos.

—Gracias—Inna sonrió—, ¿Estás segura de que no quieres venir? No creo que Willy tenga problema.

—Segura. Además, creo que voy a quedar con Greco esta noche.

Inna se abalanzó hacia su amiga y se sentó a su lado—: ¡Sí anda! ¡¿Y qué vais a hacer?!

—Tranquila, tranquila—dijo Sarah soltando una pequeña risa. Se puso colorada—, No lo sabemos todavía, estamos pensando en ir al cine.

—Estoy flipando. Cuando salgáis de la peli me avisas si vais a ir a casa o no, no me apetece pillaros en mitad del...

Fue interrumpida por un golpe por parte de Sarah, que había cogido un cojín.

—¡Ay!

—¡No digas esas cosas!—gritó la castaña intentando parecer enfadada, aunque su sonrisa demostraba todo lo contrario. Sus mejillas estaban tan rojas como su camiseta.

—Mira, dejemos el tema, no quiero que acabes convertida en un tomate—dijo Inna mientras se levantaba. Sarah le dio otro golpe con el cojín, y ambas rieron—. ¿Qué hora es?

—Las seis.

—Debo arreglarme ya, la boda es a las siete.

—Te dejo tranquila, ya me contarás qué tal. ¡Y mándame fotos!

—Tú también.

Con una última sonrisa, Sarah salió de la habitación. Por suerte para Inna, ya se había duchado, así que sólo tenía que arreglarse e ir a la iglesia.

Como llevaba mucho tiempo sin arreglarse, decidió trabajárselo un poco más aquel día. Cogió el rizador de pelo que Sarah le había dejado y —siguiendo un tutorial de YouTube, porque ella no tenía ni idea— comenzó a hacer varios tirabuzones en su pelo. Cuando se quedó satisfecha, cogió su neceser.

A ella siempre le gustó el maquillaje, pero nunca tenía tiempo para arreglarse. Los días en el hospital eran muy ajetreados, empezaba muy pronto y cuando acababa estaba tan cansada que no tenía ganas de salir.

Por eso mismo estaba contenta, aquel día podía usar todas las sombras que quisiera. Cogió unos tonos plateados, y algunos más oscuros para hacer un eyeliner. Después se puso base, corrector y colorete. Finalizó el maquillaje con un poco de gloss en los labios.