Me despierto con el sonido de algo que golpea contra la pared, rápidamente me levando de mi cama para averiguar qué fue lo que provocó el sonido, abro la puerta de mi habitación con mucha cautela, quien sabe tal vez se han entrado en la casa, camino silenciosamente por el pasillo cuando escucho la voz de mi padre que trata todo lo que puede para no gritar pero es un intento fallido, logro escuchar claramente lo que dice...
— Estuviste a punto de contarle sobre ese hombre, ¡Yo soy su padre!, No ese hombre. Y no estoy listo para perderla, nunca lo estuve.
Mi corazón se acelera y el florero que llevaba en las manos se me cae, ni siquiera logro percatar cuando una rebelde lágrima escapa de mis ojos seguida de otra y luego otra, literalmente puedo sentir como si me ahogara, es una sensación extraña, jamás me había sentido así, caigo al suelo dramáticamente , es como si mi cuerpo no me respondiera, y la voz de mi padre, de Maximiliano, retumba en mi cabeza "No estoy listo para perderla, nunca lo estuve"
— Hija espera — .dice mi madre mientras corre tras de mí.
Ni siquiera he sabido en que momento he empezado a correr y cuando reacciono estoy en la puerta de la casa de Simón, tocando con mucha insistencia.
Mi madre intenta tocarme pero me aparto.
—No, no te acerques mamá, me has mentido, me has ocultado algo muy importante, ¡Vete!...Ahora no estoy lista para hablar, escuché... claramente lo que ha dicho— pronuncio en un sollozo y siento como cientos de lágrimas caen por mis mejillas. — He escuchado perfectamente.
— ¿Mad? ¿Que ha pasado?—.Dice Simón mientras se frota los ojos soñolientos.
—¿Puedo pasar porfavor?—.digo y la voz se me quiebra
—Mad ¿Estás llorando?— .Simón se frota los ojos una vez más y por fin ve la escena que tiene frente a él.
— Cariño, por favor vuelve a casa y lo hablaremos, ¿Si?—. Insiste, en serio, no quiero escucharla en este momento.
— Mamá porfavor déjame sola, luego hablamos,¡ Por favor!—. Le pido y es más un sollozo que palabras bien dichas. Ella asiente con la cabeza, mira a Simón le hace un gesto y se va.
Sin más palabras abrazo a Simón tanto como puedo y el trata de tranquilizarme, subimos por las escaleras de su casa en dirección a su habitación y nos encontramos con su mamá.
— ¿Que pasa hijo?,¿Maddy estás bien?. — hay rastro de confusión en su rostro, pero ahora solo quiero asimilar lo que acabo de escuchar y no tengo cabeza para explicarle las cosas a la madre de Simón.
— Mamá, Mad se quedará aquí está noche ¿Si?, Te prometo que mañana hablaremos—. Ella asiente y entramos en su habitación.
— ¿Quieres hablar sobre ello, Mad?. —. Pregunta mientras me acaricia la mejilla, puedo notar la confusión en sus ojos.
— No, solo quiero dormir —. Lo abrazo y ambos nos acostamos en su pequeña cama, me limpia las lágrima que descienden por mis mejillas, mientras me dice que todo estará bien, me recuesto sobre su pecho y puedo sentir como late su corazón.
Ni siquiera he conseguido pegar los ojos para poder dormir, ¿Cómo han podido ocultarme algo así?. Mi padre, jamás ha tenido un comportamiento diferente, solo me ha dado amor y felicidad, pero mi madre me ha ocultado la verdad de quien es mi padre, de porque se fue, estoy segura de que es el hombre del cual me habló hace tan sólo unas horas y tal vez, solo tal vez, si mi padre no nos hubiese interrumpido, me lo hubiera dicho.
No tengo ni idea de cómo habría reaccionado, tal vez mucho peor que esto, pero por ahora, estar así con Simón, me ha tranquilizado, saber que tengo su apoyo y comprension es muy reconfortante.
Siento que apenas había pegado los ojos, cuando la voz de Simón me despierta, mientras habla con su madre.
— No mamá, dejaré que siga durmiendo, a penas se ha dormido. — dice mientras camina por la habitación.
Es cierto, solo pensaba en la conversación que tengo pendiente con mi madre, que ni siquiera tuve en cuenta a que hora amaneció.
— Está bien hijo Entonces...
— Tranquila, Señora Vertes—. La interrumpo. — De hecho me iré a casa para alistarme e ir a la escuela, gracias por dejarme pasar la noche aquí—.Digo y siento un nudo en la garganta al recordar el suceso de anoche.
—¡¿QUÉ?!... No. Tú tienes que descansar, apenas y te has dormido hace una hora, Mad, por favor quédate—. Dice en un tono de súplica y con el ceño fruncido.
— Escucha a mi hijo Maddy, te ves cansada... Y por favor llámame Sofía ¿Sí?. — yo asiento a su pedido y me dedica una sonrisa antes de salir de la habitación.
— Gracias por dejar que me quedara contigo anoche, Simón. Pero iré a la escuela, estaré bien. — Le prometo al afligido castaño, le doy un casto beso, el me abraza y después de unos segundos asiente ante mi decisión.
Cuando llegó a la puerta de mi casa, me detengo a tomar aire . Agarro el pestillo de la puerta y entro en la ella, voy directamente hacia la escalera y los pasos de mi madre que ascienden detrás de mi hace que vaya más deprisa y antes de que pueda abrir la puerta de mi habitación me toma del brazo y me mira a los ojos.
— Tengo respuesta a todas tus preguntas, cariño, pero por favor necesitamos hablar, estoy segura de que cuando te lo cuente, entenderás todo y...
— ¿Donde está papá?—. La interrumpo.
— Se ha ido al trabajo, me ha pedido que te recuerde cuánto te ama—. La mirada de mi madre es sincera y cargada de angustia por saber qué es lo que diré respecto a éste tema.
— Mamá, hablaremos. Pero ahora quiero ir a la escuela, deja que despeje mi mente ¿Sí? —. Digo encogiéndome de hombros, asiente y me deja sola en mi habitación. Ni siquiera tengo energías para arreglarme, Simón me está esperando, así que solo lavo mis dientes y me visto con mi uniforme, salgo corriendo de la casa hecha un desastre, Simón me coloca el casco y monto en la motocicleta.
Cuando llegamos al parking de la escuela, me tomo un momento para arreglar mi cabello en un moño, Simón me observa con una sonrisa en los labios y luego me agarra de la cintura y me abraza.
— Estaré bien, no te preocupes, te contaré todo en el primer descanso ¿Ok? —. Anuncio poniendo la mejor sonrisa que puedo ofrecerle.
— De acuerdo, pero come esto antes —. Saca una manzana de su mochila y yo le doy un mordisco enfrente de el para que se tranquilice.
En realidad no estoy bien, pero no quiero preocuparlo, solo quiero ordenar todo, porque en este momento mi cabeza está hecha un lío, y para ser sincera no es algo que me agrade.
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¿POR QUÉ?
RandomLa vida no siempre es como nos la esperamos, aún cuando damos lo mejor de nosotros mismos para que nos trate con un poco de delicadeza... ¿Por qué? es lo que me pregunto a diario, antes de comenzar mi día. Y en algunos momentos no obtengo respuesta...