Capítulo 21

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Madison.

Me encuentro sentada en las escaleras que llevan directo a la terraza, donde los estudiantes no pueden subir, jamás he roto alguna regla, pero ésta vez decido hacerlo, no es como si fuera la peor de todas, quisiera ver la vista desde aquí, el colegio es de tres pisos, me encuentro con una sorpresa estando aquí, es muy bonito, tiene unas macetas con rosas blancas, rojas, también tiene unas hermosas lianas ornamentales, sonrio ante tal vista

Me siento en un pequeño tronco que está en medio de dos pequeños árboles que hay en unas macetas más grandes que las demás, le quito el envoltorio a mi sandwich y le doy un mordisco.

Me coloco un auricular en el oído derecho, dejo que la voz de Shaw Mendes me haga llorar por un momento con la canción in my blod.

Esa canción me duele tanto, dice justo lo correcto, me da justo en el corazón.

In my blod—. Habla una voz a mis espaldas, se de quién se trata.

—Si, ¿Que con eso?—. Suelto con pesadez.

—¡Hey, humor!, ¿Siempre eres tan gruñona?—. Cuestiona con burla—¿Acaso sigues enfadada?.

—No, simplemente... Olvídalo

—Anda dime, eres la única amiga aquí.

—¿Amiga?—. Pregunto con falsa confusión y algo de sarcasmo.

—Si. Amiga, se que me comporté como un idiota. Disculpa.

—No lo sé... Tu comportamiento fue muy raro, no tolero que las personas sean asi de arrogantes.

—Huy, mira quien lo dice.

—Vete a la mierda—. Suelto y luego le muestro el dedo de en medio.

El solo se ríe a carcajadas, su risa es contagiosa y hace que las comisuras de mis labios se eleven. —te odio—. Confieso volcando los ojos.

—Bueno, ya que todo está bien...¿Puedes enseñarme el lugar?... No lo sé, presentame algunas amigas...

—No tendrás problema con ello.

—Lo sé—. Dice quitándome el sándwich.

No le doy mucha importancia, miro hacia el cielo que vuelve a tronar anunciando que volverá a llover. —Mejor volvamos antes de que empiece...

No termino la frase por culpa de la lluvia, trato de correr hacia las escaleras para no mojarme, pero al parecer la idea de Lucas es diferente ya que me toma por un de mis brazos.

—¿A donde vas, Madison?. Quédate, la lluvia es linda—. No suena a burla, su rostro solo refleja una sonrisa, es una invitación.

—No lo creo, pronto quedaremos empapados, hay que bajar...— hablo para que entre en razón pero hace caso omiso.

Lucas simplemente extiende los brazos hacia los lados, con la mirada hacia el cielo, da vueltas y vueltas, disfrutando de cada una de las gotas que empapan su rostro al igual que con su cuerpo.

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