ESCAPE [Sangcheng] (HIATUS)

Capítulo VII

Dos días pasaron con extrema rapidez, en los que ambos tragaron su orgullo y reportaron con ambas familias rogando a los Dioses que no fueran a buscarlos (aunque esto era más probable de parte del hermano de Huaisang). Por lo general se la pasaron viendo películas y comiendo, de vez en cuándo se quedaban en silencio en el balcón mirando a la playa y riéndose si veían algo que lo ameritaba.

Eran los dos días más tranquilos que había tenido Jiang Cheng en su vida, incluso se sentía mucho más recuperado y con más ánimos de enojarse por lo que fuera. Parecía tener un don para fruncir el ceño y amenazar con romper las piernas del contrario por cualquier cosa que le molestase aunque fuera lo más mínimo sin embargo Huaisang le respondía con una sonrisa notoriamente acostumbrado a tratar con gente de fuerte temperamento.

Sin embargo Huaisang no estaba de buen humor ese día, en lo absoluto, cuándo se percató de la fecha sus ánimos cayeron en picada. Se supone que ese día cumplía 3 años con su ex novia, habían planeado la boda para una semana antes y así pasar el aniversario en su luna de miel programada para ser en Australia. Por supuesto que a estas alturas ya se había dedicado a investigar dónde estaba ella, y claro que estaba en Australia divirtiéndose como nunca con su nuevo novio.

— Maldita perra —se cruzó de brazos hundiéndose en el sofá bajo la mirada sorprendida de Jiang.— No solo me abandona, si no que lo hace con alguien ¡Para gastarse mi dinero del pasaje! ¿Sabes lo que me costó conseguir un buen vuelo y buen hotel? ¡Sólo para que ella lo usara con otro!

— ¿Te duele que te haya dejado por otro o... Que usara tu dinero? —preguntó con cautela luego de un rato.

— Que usara mi dinero —contestó sin vacilar para luego mirarlo.— Nuestra relación iba decayendo desde hace un tiempo antes de la boda. Pero no queríamos separarnos porque era lo mejor.

— ¿Para quién?

Se encogió de hombros y se volvió a acomodar subiendo las piernas para cruzarlas.— Fue mi única novia, al principio ella me gustaba tanto que hacía todo lo que quisiera pero con el tiempo me di cuenta que yo era el único que hacía cosas... No estoy seguro si ella siquiera sabía a que me dedicaba —suspiró y jugó con un mechón aún húmedo de su cabello.— Ella fue la que me propuso matrimonio, ciertamente creí que me quería porque pasar por mi hermano es una misión suicida —rió.— Estaba tan feliz mientras hacíamos todos los preparativos, fueron los mejores días a su lado pero bueno, ya sabes cómo acabó todo.

Hubo un silencio después de eso, Cheng quería hacer varios comentarios pero se los tragó como pocas veces hacía y esperó pacientemente hasta que el otro continuará, y lo hizo. Huaisang dijo: — Estos días me estuve cuestionando si realmente la quería a ella o la idea que tenía de lo que era.

— ¿Y? ¿Llegaste a una respuesta?

— Necesito emborracharme para saberlo —dijo con una sonrisa levantándose del sofá.— Vamos a salir, debe haber un buen lugar dónde beber por aquí

Por un momento Jiang pensó que esa seria una mala idea, todas las veces que salía para beber regresaba a casa sin saber cómo y su madre le terminaba gritando en medio de su resaca a las nueve de la mañana, claro que ahora no tenía una madre que le sermoneara ni una casa a la que llegar. Por lo que aceptó sin mucho esfuerzo.

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El reloj marcaba las ocho cuándo escuchó a Huaisang alegar con algo en su habitación, su curiosidad lo llevó a dejar de procrastinar sobre la cama y se levantó para ir a ver que pasaba, la puerta de la habitación estaba abierta y pudo ver un tocador dónde el chico estaba sentado mirando su reflejo derrotado. Tocó la puerta y se miraron a través del espejo.