Se dejó caer en la cama agotado aflojando la corbata blanca que aprisionaba su cuello sin embargo esto no parecía ayudar con el sentimiento de ahogamiento que tenía en el pecho. Su padre y madrastra acababan de ser enterrados y su hermano menor se encerró en su habitación.
MingJue sentía un gran peso sobre los hombros, acababa de cumplir los veintiuno hace una semana, ahora estaba a cargo del negocio familiar y de su hermano de once años ya que su madre se hallaba en el extranjero imposibilitada de viajar en el futuro cercano.
La gran casa que estaba llena de ruido ahora estaba vacía en un silencio abrumado, se sentía pequeño e indefenso un sentir que jamás pensó tener en la vida.
La puerta de su habitación se abrió dejando a entrar a Lan Huan quién cargaba con una bandeja que desprendía un delicioso aroma, MingJue dejó reconfortarse en la suave sonrisa que le fue dedicado por unos segundos, su amigo dejó la bandeja sobre el escritorio y se sentó a su lado mirándole con grandes ojos cansados.
Huan estudiaba medicina lo cuál le dejaba poco tiempo para descansar como era debido, se había acostumbrado a ver las ojeras bajo sus ojos dorados y su piel se mantenía aún más pálida de lo normal, no le gustaba verlo así pero ahora mismo no se sentía con ánimos de reprocharle algo agradeciendo en silencio el apoyo de su amigo en esos momentos a pesar del poco tiempo que disponía.
En silencio apoyó la cabeza en su hombro ocultando el rostro en su cuello, rápidamente una mano se posicionó sobre su cabello comenzando suaves caricias sobre este, apagó su cerebro dejándose llevar por el afecto y que las lágrimas retenidas cayeran finalmente.
- Tranquilo... Yo siempre estaré para ti -murmuró el Lan con aquel tono balsámico que le caracterizaba.
Y por primera vez en tres días sintió que realmente respiraba.
No supo en que momento una tercera persona se unió a ello pero fue cuándo sintió una cálida mano sobre la suya que reparó en la presencia de Meng Yao. Salió de su cómodo escondite para poder mirar al menor.
- Pensé estabas con Huaisang -dijo el mayor de los Nie recordando que Yao estuvo todo el tiempo con su hermano cuándo el no pudo y que lo había seguido a la habitación.
Meng Yao asintió.- Se durmió, vine a verte.
MingJue volvió a recostar la cabeza en el hombro de Huan sin embargo entrelazó su mano con la de Yao. Un gesto silencioso que los tres entendieron más decidieron no hablar de ellos.
•
Pasó un mes, ni el Lan ni el Meng habían regresado a sus respectivos hogares más que para ir por unos cambios de ropa y asistir a sus clases. Ambos Nie estaban agradecidos de esto ya que no se sentían aún capaces de soportar el silencio del hogar.
A veces Lan Huan comentaba cosas que había aprendido a pesar de las caras de asco del menor al imaginar lo que relataba. Otras Meng Yao contaba las anécdotas del día exagerando todo para diversión de todos. Nie MingJue se encargaba de obligar a Huaisang asistir a la escuela y continuará con los estudios a la vez que él se adaptaba al manejo de un casino que no gustaba administrar.
Si los días eran ruidosos las noches eran silenciosas y tortuosas. MingJue se encontró muchas veces dando vueltas en su habitación o revisando documentos, esa noche en particular estaba garabateando en una hoja con la mente en blanco cuándo escuchó que tocaban a la puerta, pensando que sería su hermano pidiendo dormir juntos como hacía a veces solo resopló en respuesta sin moverse del escritorio, en cambio Meng Yao abrió la puerta apoyándose en el marco de brazos cruzados y el ceño fruncido.
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ESCAPE [Sangcheng] (HIATUS)
FanfictionDe un momento a otro la vida les dió un golpe dejando un corazón destrozado y una vida sin destino. Nie Huaisang y Jiang Cheng, dos desconocidos deciden emprender un viaje en medio de su caos interno que los llevará a conocer el mundo más allá de s...