Eres mi religión- LG[B]T

Capítulo 4- Ojos de la noche

Ángel apresuraba a su hermana, ya estaban por ser las 12 y sus padres odiaban que estuvieran afuera a esa hora. Max vió como la chica se colocaba triste, por lo que una idea se le vino a la mente y no dudo en decirlo

⎯¿Y si se quedan a dormir? Iremos al mismo colegio, así que podríamos pasar mañana por su casa para buscar sus mochilas y nos vamos al colegio los cuatro.

⎯No podemos, nuestros padres nos castigarían.

⎯Vamos, si quieres Henry puede llamarles para que se queden, ademas así les podemos mostrar la mejo parte de la casa.

⎯No creo que sea...- Ángel fue interrumpido por Sky.

⎯¡Genial! Tenga, este es el numero de papá, y si no contesta, yo hablare con mamá.

⎯¡Excelente!, yo llevaré a tu hermano a que conozca el balcón, los esperamos-. Así como dijo la chica, Henry llamó al padre de los gemelos, mientras que Max se llevó al menor de los hermanos hacia el segundo piso, aunque hablaron un poco en la mudanza, aún se mostraban algo desconfiados, al menos Ángel, pero tenían la suficiente como para estar solos.

⎯Tápate los ojos y espérame aquí-. Le pidió Max, a lo que Ángel obedeció con cierta inseguridad. Escucho los pasos del chico mayor pasear por la habitación, hasta que sintió una mano en su hombro, al principio se asusto, mas aun así se dejo guiar.

⎯Ábrelos y escucha-. Le dijo Max, el chico pudo reconocer que estaba en un balcón, se saco las manos de los ojos para ver el cielo lleno de estrellas, a pesar de que habían algunas casas tapando un poco la vista, la mayor parte estaba despejado y lleno de brillantes estrellas, escuchó una guitarra junto a la voz de Max, su voz era levemente ronca, pero con un tono dulce y relajante. Por un momento, Ángel sintió frió y lo hizo saber tratando de abrazarse a si mismo, pero sin dejar de observar el cielo, Max se dio cuenta de su acción, por lo que dejo la guitarra y busco un polerón.

⎯Ten, hace frío, quizás te quede un poco grande

⎯Seria mejor un abrazo¿no crees?-. Dijo en broma el menor, ya que le pareció un poco cliché ese momento, y estaba por colocarse el poleron, cuando unos brazos pasaron por sobre sus hombros, Max le estaba abrazando como le había pedido de broma.

⎯¿pu...puedes alejarte?-. Le dijo Ángel con un tono entre avergonzado y molesto.

⎯Pensé que preferías esto.

⎯Era una broma, quítate-. El menor empujo a su acompañante, quien se separo con rapidez.

⎯Perdona, me cuesta comprender las bromas, el sarcasmo y la ironía.

⎯¿Qué?¿Es una broma?

⎯No, te acabo de decir que me cuesta entenderla, por lo que tampoco las suelo hacer. Según Henry, siempre he sido así y nunca le dio mayor importancia, después de todo solo somos el y yo-. Explico Max mientras se colocaba a un lado de Ángel, quien le miró un momento con sorpresa, hasta que el mayor desvió su mirada con una sonrisa hacia el cielo nocturno.

Ambos chicos admiraban el esplendor azul y disfrutaban la paz desde aquel balcón ni muy grande ni muy pequeño, era ideal para dos personas.

⎯¿Y tus padres?

⎯Fallecieron.

⎯Oh, lo siento.

⎯Tranquilo, fue hace muchos años, casi ni los recuerdo... ¿y ustedes?

⎯Nosotros vivimos con nuestros padres, son algo.. estrictos y sobre protectores, pero les amamos igual.

⎯Eso es bueno, nada es mejor que amor, confianza y respeto ¿no crees?.

Max miró a Ángel, dándole una sonrisa de confianza, a lo que el menor asintió.

⎯Sí, eso creo. Aunque la verdad no se si tenemos la misma confianza que antes.

⎯¿Por qué lo dices?

⎯Bueno, Sky tiene novio y digamos que no hemos estado tan juntos como antes.

⎯Pero son hermanos, y hasta que ninguno sea vencido por el mal del orgullo, seguirán estando juntos-. Dijo el mayor como si fuera un sabio, lo que tomó por sorpresa al chico menor, ya que pensó que Máx era más inmaduro y torpe de lo que realmente era.