capítulo 20- Algo mejor

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La caminata hacía el paradero de autobuses fue calmada, al menos para Henry, ya que Max pensaba en el mensaje que su crush le había enviado. Lo que menos quería era tener que fingir al verle, menos en frente de sus amigos quienes le conocían tan bien como él a ellos, pero esa había sido la decisión de Angel y él debía aceptarla, porque eso era amar ¿cierto? Respetar las decisiones de la otra persona.

-¿¡Maxito?!¿¡ERES TU MAXITO?!-. Preguntó el más bajo entre los 4 chicos, sin siquiera molestarse en dejar los bolsos con cuidado, corrió a los brazos del nombrado.

-Ri...cky me ahogas-. Dijo el pobre Max tratando de volver a llenar sus pulmones.

-ups, lo siento, me emocione, ¡8 meses es muchisimo!-El chico llamado Ricky se separó para ahora abrazar al mayor de los hermanos, Henry.

Los otros tres chicos se les tiraron apenas dejaron las mochilas en el suelo, mientras que Ricky reía al ver el escándalo que hicieron. A pesar de que Ricky y Maurice tuvieran la misma edad, el segundo era mucho más alto por lo que aparentaba tener la edad de Henry y sus amigos.

-Imbéciles, los están matando, miren al pobre de Max, ya ni tiene aire-. Dijo Ricky riendo por la cara de ambos hermanos que eran aplastados, los mayores del grupo se levantaron para ayudar a ambos chicos y Maurice se encargo de ir a por las mochilas que quedaron en el suelo.

-¿Y bien? ¿Cómo les ha ido?

-Eso deberíamos preguntar nosotros, ¿es verdad lo de este pueblo?-preguntó Sebastián, uno de los mayores, en una voz más baja.

-Si, tranquilo Seba, aquí nadie lo sabe-. Respondió Henry. Max tosió llamando la atención de los chicos y su hermano comprendió lo que quería decir.

- Bueno, hay alguien que lo sabe, pero por deicision de Max, tranquilos, solo él lo sabe, nadie más.

- Y ¿Quién es?

-Vendrá a...a la casa, allí lo conocerán-. Respondió el menor de los hermanos para recibir una mirada de confusión, a lo que Max solo ignoró para seguir caminando.

La caminata que comenzó siendo alegre, terminó en un silencio incómodo, por suerte llegaron a la casa antes de volver a algún tema incómodo para los amigos. En la puerta de la casa estaban Sky y Angel, la chica apenas vio a los hermanos Orland corrió para abrazarles, quiénes le recibieron alegremente. Angel, por el contrario, se acercó calmadamente para saludar a quiénes estaban detrás mirando como Henry y Max eran aplastados.

-Soy Angel, ella es mi hermana Sky, somos amigos de los hermanos Orland.

-Hm... Soy Seba, el es Agus y ellos son Maurice y Ricky. Somos los mejores amigos de Max y Henry, un gusto conocerles.

-Hm, deberíamos entrar, vamos Sky-. Angel caminó hacia la puerta esperando a que Henry abriera la puerta, pero tanto Max como sus amigos les quedaron viendo.

-Es él ¿Cierto?

-Cállense, entremos-. Dijo Max serio, lo que sorprendió a los otros 4 chicos. Aunque los amigos lo habían dicho de broma y el chico lo entendió, no pudo evitar sentir rabia ante la acusación dicha, por lo que en vez de ponerse nervioso como solía hacer, termino contestando de forma fría.

Angel y Henry fueron los primeros en entrar, seguidos de SKy y Max con el resto del grupo, los amigos de los Orland se quedaron impresionado por la casa, estaba muy bien decorada, dos guitarras en el living, un sofá cama en frente de una tele y el suelo era de madera, al ver como  Max y Sky se quitaban los zapatos al entrar, imitaron la acción para continuar admirando el lugar.

-Chicos ¿ Van a querer algo para comer? Les hemos hecho atún con mayonesa, tacos primavera, morrón relleno, camarones con salsa verde y un poco de carne al jugo para Seba y Ricky,  ¡ Siéntense, adelante!

-Vaya Henry, esto se ve delicioso... ¿Lo hizo esta bella dama, verdad?-. Pregunto Ricky refiriéndose a Sky mientras le sonreía, a lo que la chica no pudo evitar el sonrojarse para reír. Angel vio las intenciones del chico, por lo que habló algo apresurado

-Me alegro que hayan llegado bien, pero nosotros ya almorzamos y debemos irnos a casa. SKy, vayámonos, recuerda que Dave te estará esperando en su cita de noche- Dijo Angel evidentemente haciéndole entender al otro chico que su hermana ya tiene pareja. Sky estaba por reclamar cuando Max habló vorazmente hacia el chico de los gemelos.

-¡Si ella quiere quedarse, que se quede! tu puedes irte tranquilo, nosotros la iremos a dejar después de comer.

-¿Qué?

-Ya oíste, Sky querida ¿ Quieres quedarte? Si es así, puedes hacerlo sin problemas, aquí te daremos acojo y podríamos llamar a Dave para que también venga ¿ que te parece?

-Ella vendrá conmigo y punto.

-Yo no quiero ir a casa, Angel-. Habló por fin la chica, mirando desafiante y algo molesta a su hermano. Max vio como ambos hermanos estaban mirándose con molestia, se dio cuenta del gran problema que había comenzado, por lo que rápidamente se acerco y se coloco entre medio de ambos.

-Si van a discutir, que sea en su casa, están en casa ajena y preferiría estar cómodo en mi casa.

-¡Esto es tu maldita culpa, Max! ¿¡Sabes que?! ¡Esta bien, si quieres quedarte SKy, quédate, pero luego no andes llorando de que te dejo sola! Me largo-. Fueron las palabras de Angel antes de salir por la puerta y cerrando esta con fuerza, un silencio se formo hasta que Henry habló.

-Eh... bueno, ¿ que tal si almorzamos? Sky, si quieres puedes llamar a tu novio, no tenemos problemas en que venga.

-Henry tiene razón, lamento si me comporté muy coqueto, a veces Maria me lo dice, pero solo trato de actuar con respeto. Lamento que tu hermano se lo haya tomado tan mal.

-¿Maria? ¿ Ya te le confesaste?

-Ah.. sí, bueno, tenemos muchas cosas que contarles, la mayoría son buenas, algunas pocas malas.

Sky le sonrió al chico dándole su apoyo, para luego sentarse en la mesa y tratar de comer algo, aunque la reciente discusión con su hermano le había quitado el apetito. Llamó a Dave, quien acepto sin problemas en ir, para continuar en la charla trivial con los amigos de Henry y Max.

-Bueno, ahora si debemos contarles lo que ha ocurrido.

-Espera, podríamos esperar un poco, creo que esto es más... privado ¿ Lo hablamos en la noche? Lo siento SKy, pero esto es un tema hm... familiar por decirlo así-. Dijo Henry, a lo que la chica aceptó sin sentirse ofendida y volvieron a sus platicas triviales de anécdotas graciosas que les habían ocurrido.

Eres mi religión- LG[B]TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora