Nuestra historia sigue.
Tercer acto: Conexión.
Asami no podía ser más feliz, Korra le había dado un collar de compromiso, había leído sobre ellos y había visto varios cuando fue a la Tribu Agua del Sur, pero jamás pensó portar uno en su cuello. Sin poder contener la emoción, se abalanzó sobre su prometida y le dio un beso que sellaba la unión que ambas compartían ahora. Amaba a Korra y con gusto compartiría su vida con ella eternamente. Pero como siempre debía suceder, algo corrompió su momento de felicidad con la Avatar. Mientras compartían unas cuantas palabras un aire frío las rodeó lo cual era extraño estando en el Mundo Espiritual. Miraron al cielo y contemplaron una inmensa nube gris que se empezaba a extender por todo el lugar, eso no era nada bueno y hasta Asami lo sabía. Sin tiempo que perder, la joven pareja decidió encaminarse en dirección de aquella oscuridad. Era lo único negativo de ser la pareja del Avatar, en cualquier momento el deber llamaba y debía ir a solucionar los problemas, pero no le importaba ya que sabía que ese era su destino y lo mejor que ella podía hace era apoyarla de cuál que forma que pudiera. Además de que eso le permitía vivir nuevas aventuras y salir de la monotonía de su vida.
Korra estaba realmente preocupada por lo que estaba pasando, en sus antiguas vacaciones no había pasado nada realmente extraño, al contrario, todo era reluciente y maravilloso; así debía ser ahora que ambas estaban comprometidas oficialmente, pero no, algo tenía que surgir y el deber del Avatar estaba antes de cualquier otra cosa, solo esperaba que eso no afectara su recién avance con Asami, ¿y si esto provocaba que rechazara su oferta? No, no lo quería ni pensar: En primera, su prometida sabía sobre las desventajas de que ella fuese el puente entre los dos mundos y la persona que trajera paz al mundo. En segundo lugar, sus pensamientos negativos solo alterarían más el mundo y ya estaba suficientemente oscuro como para que ella viniese con sus ideas depresivas y lo empeorara más. Miró a Asami quien sostenía su mano y la seguía sin reprochar o decir nada, al contrario, se veía tan preocupada como ella y eso le encantan. Su compresión era una virtud que solo ella poseía y sería necesaria para ser la pareja de vida del avatar.
La morena intentó llegar al punto de la oscuridad usando su teletranspiración, pero se percató de que no funcionaba y solo significaba una cosa: Tendrían que caminar. Korra tomó la delantera y Asami la siguió de cerca, esperaba que el viaje no fuese tan largo como para que la noche las sorprendiera. Pasaron primero por el claro que en sus vacaciones previas usaron para acampar y confesarse lo que sentían, aun lo recordaban: Ambas miraban el cielo estrellado y la ingeniero tenía un brillo especial en los ojos, todo era tan nuevo para ella y su sed de saber más acerca de ese maravilloso mundo era insaciable. Korra se perdió en aquel mar verdoso y, sin darse cuenta, el mar y el zafiro se unieron en una potente mirada. Dijeron sus nombres en un susurro que el viento se llevó, la distancia entre ambas chica se fue acortando a tal grado que al final aquellos labios se unieron en un primer y casto beso. Las palabras fueron innecesarias en ese momento, Iroh les había comentado ese día que el amor era una fuerza extraña y que venía en distintas formas, algunas más curiosa que otras, pero eso era lo divertido de éste. Jamás sabes de quien te enamorarás. Y ellas dos sí que se dieron una sorpresa al compartir ese beso sin remordimiento o miedo.
Después de un rato caminado la pareja llegó a las afueras de un bosque, se miraron mutuamente hablando solo con la mirada, entrarían ahí. Se tomaron aun con más fuerza y penetraron en el frondoso bosque. Korra se sintió familiarizada con aquella lúgubre selva, a su mente vino el recuerdo de la primera vez que estuvo en el Mundo Espiritual, después de ser tragada por un espíritu llegó ahí asustada y sin Jinora. Estaba sola. Pero ahora no, tenía consigo a Asami y eso le bastaba por ahora. Pasó el tiempo y no veían una salida de ahí, Korra se estaba empezado a poner nerviosa, no recordaba haberse quedado ahí tanto tiempo. Miró por todas partes, empezaba a sudar y a perder la calma que había adquirido con los años de experiencia, debía ubicarse entre tantos árboles.
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Nuestra historia sigue.
FanficLa reconstrucción de Ciudad República al fin está terminada, Korra y Asami han revelado su relación de una manera poco ortodoxa y eso las ha dejado cansadas, en busca de un tiempo de caridad juntas deciden ir al Mundo de los Espíritus de nuevo. Desp...